Para acercarnos a comprender el significado de los sueños, partamos reconociendo en la actividad onírica la apariencia de algo, de lo que no podemos ser conscientes o de lo que no está por conocerse aún.
Los sueños obedecen a una forma de vida poco común o poco tenida en cuenta en lo que respecta a su sentido, significado y utilidad. Debido a su carácter ilusorio, ambiguo y extraño, los sueños no resultan ser algo con lo que estemos muy familiarizados, con lo que descubrir el significado no siempre resulta fácil. Tampoco un diccionario de sueños resulta suficiente a la hora de navegar en las áreas más profundas del sueño. En el ámbito de la psicología, hemos llegado incluso a subestimar su función reguladora del psiquísmo, centrándonos casi de forma exclusiva en los procesos neuroquímicos, como la fase rem y el tono muscular que subyace a los ciclos del sueño, sin tener como objeto de estudio la gran dimensión que implica ese mundo de los sueños lleno de misterio en nuestra vida.
Se da por hecho de que la realidad del mundo diurno es la que debemos entender y en la que debemos entendernos. Aún así, y más allá de la valoración consciente que queramos darle a los sueños, estos continúan siendo motivo o fuente de curiosidad, debido al poder atrayente o inquietante que suscitan muchas veces y en periodos específicos de la vida.
¿Cómo comprender el significado de los sueños?
Los sueños suelen manifestarse como historia, o más bien, como trama. Su componente fundamental es la imagen o «imago» psíquica. Es a través de imágenes oníricas que los sueños se expresan y se exponen, en donde además hay un “hilo o hilos” que conectan e interceden como drama, en un orden relativo según cierta “intencionalidad” inconsciente. Los afectos, las emociones, las ideas fijas y los instintos (alimenticio, agresivo, de acción, sexual, de creatividad y conocimiento), convergen como imagen; por tanto, el tono, el valor, la intensidad y frecuencia del sueño derivan de ello.
Entre más inconscientes ciertos aspectos psíquicos o temas en nuestra vida, más intensos y frecuentes sueños que vinculan imágenes en relación a dichos temas podrían surgir. Ejemplos de ello podemos encontrarlos en nosotros mismos y en casos de psicoterapia. Por lo general, cuando en la vida diaria hay asuntos importantes que no dan más espera para ser aclarados, o que no se logran reunir o integrar como parte de la experiencia consciente, es muy probable que el sueño o serie de sueños lo estén indicando, reflejando o metaforizando, así como también lo hace un síntoma.
Ya sea que las imágenes y narrativas agraden o no a la persona que sueña, en el mundo onírico confluyen a través de personajes, animales, lugares y objetos, las formas metaforizadas de los sentimientos profundos, las emociones vinculadas al cuerpo y los otros, y las tendencias o aspiraciones individuales que, de un modo simbólico, hacen parte del sentido -o sin sentido- existencial.
Interpretando un sueño a partir de su función dramática y metaforizante
Para comprender mejor el significado de los sueños, revisemos el caso de una paciente que refiere haber tenido el siguiente sueño:
“Me encuentro en una casa, su material es en madera, es un tanto chica, siento frío; a simple vista no hay nadie allí, pero yo sé que sí hay alguien o algo, quizás fantasmas…; de repente me doy cuenta de que la casa es flotante y que yace en el océano, en medio del mar, siento que hay mucha turbulencia; tomo el celular pensando en llamar a Gabriel para que me rescate, no contesta, tengo mucho miedo; entonces voy y abro la puerta, veo que hay justo un puente en frente que conecta con lo que fuera mi casa real, pero sin ser precisamente mi casa. Despierto sintiéndome alterada pero a la vez protegida»
Este sueño se entreteje a partir de varias imágenes simbólicas, casa de madera, frío, fantasmas, el mar, celular, Gabriel, la puerta, el puente y casa propia. Aparecen en la psique de la paciente, donde el sentido o significado llega a estar relacionado con temas de dependencia/independencia, confianza/desconfianza (en ella misma y en los otros), soledad u abandono, desorientación, ausencia de firmeza o de estructura, y toma de desiciones. Todo esto en conjunto a la revisión de su contexto experiencial.
Como podemos apreciar a partir del sueño, las imágenes oníricas, al ser símbolos, poseen un carácter paradojal o contradictorio; por ende la iniciativa en la búsqueda de una solución ante la posibilidad de hundimiento en el mar por parte de la paciente, se suscita en la narrativa en medio de lo que en apariencia es trágico. Así el sueño, además de exponer lo tentativamente negativo, también indica un recurso positivo para la transformación y el equilibrio, representado en el puente y la propia casa.
Como indicábamos arriba, y en relación a este ejemplo, los aspectos que podrían estar reflejando las imágenes de este sueño según su intensidad y frecuencia, tendrían que ver con el nivel de inconsciencia con que la paciente experimenta en sí misma y con los otros el sentido de confianza, protección, orden y orientación en su vida y el mundo. Por ende la revisión del sueño, conlleva además un análisis de hasta donde estas funciones psicológicas están siendo asumidas semi-conscientemente a través de determinada actitud por parte de ella. Así se contrastan los temas personales, en un terreno simbólico, ya que se conjugan aspectos opuestos o contrarios de la personalidad y la vida.
El sueño es de la psique del soñante y no obedece a formatos de interpretación de sueños.
Todo sueño recrea una situación interna particularmente íntima de la vida, o además, una impresión psicológica de algo externo colectivo que impacta o preocupa a un grupo. Para entender el significado de los sueños, no basta con imponerle una interpretación a las imágenes desde un manual de sueños; esto se ha vuelto costumbre, como en tantos otros dominios simbólicos, y es una posición cómoda en cuanto al abordaje de los sueños.
En el trabajo con sueños se requiere del conocimiento de la vida en contexto, es decir, de la experiencia propia del soñante en particular y en general, sus frustraciones, anhelos, deseos, aspiraciones, dudas, emociones (incluida la alegría), e.t.c. Es allí donde el valor simbólico de las imágenes oníricas opera con el fin de procurarse un equilibrio de la psique como totalidad. Esto tiene una gran importancia en salud mental para todos y cada uno de nosotros.
En conclusión, para acercarnos a comprender el significado de soñar, resulta necesario develar los motivos o predisposiciones que subyacen a la percepción, los afectos y los pensamientos en torno a las situaciones cotidianas o extraordinarias de la vida, ya que estas se manifestarán a través de tramas imaginarias, reuniendo en un mismo acontecer, aspectos del pasado, presente y futuro de la vida anímica del individuo y del mundo. Aún cuando no fuéramos siempre en los sueños los protagonistas, por lo menos se nos devela en un lenguaje fantástico quienes o qué aspectos parecen ser los protagonistas en este momento de la vida, o si estamos hechos para serlo, cómo poder recuperar esta posición o realización.
Conclusión
Desde Sigmund Freud hasta nuestro días, el mundo de los sueños es aún un universo desconocido. En ocasiones soñamos con la muerte propia, otras veces con la muerte de un familiar o de alguien cercano. A veces los sueños significativos ni siquiera logramos interpretarlos porque sólo nos queda la sensación de angustia o de tristeza, sin ser siquiera capaces de recordarlos. Pero claramente tras todas estas imágenes de nuestro subconsciente hay un significado que espera ser develado y que podemos llegar a captar si abrimos nuestra mente y escuchamos esa voz que viene desde lo más profundo de nosotros mismos.
Para conocer el significado de ciertos tipos de sueños, visita:
- Soñar con ratones
- Soñar con arañas
- Soñar con piojos
- Soñar con embarazo
- Soñar con animales
Autor: Juan Bohorquez Saavedra