Aunque no hay registro de que los humanos siempre nos hayamos preocupado por la fidelidad, al menos, en la actualidad, este sí es un tema que causa no solo preocupación, sino mucho sufrimiento.
Entre las múltiples aristas que lo rodean, una de las más conversadas en terapia es la que se refiere a las causas, pero sobre todo al hecho de sí la infidelidad que ocurrió equivale a falta de amor.
A continuación abordaremos la duda referida a si existe el amor cuando hay infidelidad, las causas y las consecuencias de tales acciones.
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¿Qué es la infidelidad en una pareja?
La palabra infidelidad no tiene el mismo significado para todos. Esto ya es suficiente escollo para dar una definición única.
No todos se refieren a la infidelidad desde los mismos paradigmas ni la valoran de la misma forma.
En tal sentido, es probable que alguien ni siquiera entienda lo que pasa alguien que sufre a causa de su concepto de infidelidad porque no la concibe del mismo modo.
Para poder asentarnos sobre alguna base más o menos sólida, se puede considerar una infidelidad al irrespeto de los acuerdos iniciales en una relación de pareja.
Pero entonces surge otro conflicto en la definición: ¿quedan claros estos acuerdos desde el inicio? ¿Contemplan todas las posibilidades que puede afrontar una pareja a lo largo de su historia? ¿Lo que una pareja considera como infidelidad cuando la relación comienza, es lo mismo que considera como infidelidad cuando la relación ya está avanzada?
Como bien habrás notado, no es un asunto fácil de definir.
De cualquier modo, la infidelidad, en el entorno en que la sociedad latinoamericana se refiere, al menos según lo que está en el colectivo social, significa tener una relación (no necesariamente sexual) con alguien distinto a la pareja formal.
Para la gran mayoría, por ejemplo, unos besos pueden significar infidelidad. Incluso modalidades de relación como el micro cheating pueden serlo.
Causas de la infidelidad
Las causas de la infidelidad no son siempre las mismas. Estas son algunas de las más comunes:
1) La pareja tiene este patrón de forma recurrente
Detrás de esto existen ciertos «mandatos sociales» que están muy presentes en la cultura.
Este tipo de comportamientos incluso suele ser aupados por algunos sectores de la industria musical o la cultura de los medios.
Muchas veces se ve a las relaciones románticas como cifras por las que vale la pena jactarse.
En otras ocasiones, hay quienes tienen este estilo de relacionarse y ni siquiera se hacen conscientes de por qué actúan de este modo.
2) Expectativas mal fundadas acerca de las relaciones de pareja
Muchas personas tienen pareja con la expectativa de ser felices, de que la otra persona les haga sentir de una forma específica.
El enamoramiento dura tan solo un par de años. A veces, incluso menos.
Pasada esta fase y sin haber comprendido que la otra persona no llegó a su vida para mantenerla siempre feliz, muchos optan por buscar estas sensaciones con otras personas.
El ciclo entonces se hace inagotable y tarde o temprano terminara por generar muchos problemas.
3) Distancia física
Si se trata de una pareja que está manteniendo una relación a la distancia y no se tienen claros los objetivos ni la voluntad para respetar al acuerdo, hay probabilidades de que se de la infidelidad.
De hecho, sucede y se hace con la justificación de extrañar ese contacto físico o emocional.
4) Dependencia económica
Si la relación de pareja que alguien tiene con otra persona se basa únicamente en el interés económico, quedarán desatendidas otras áreas de la relación y la persona insatisfecha buscará atenderlas por otra vía.
El dinero es importante, pero no lo es todo. Las necesidades de afecto también cuentan.
5) Insatisfacción sexual
Sí bien es cierto que el sexo no lo es todo en una relación de pareja, es innegable que este reviste una importancia fundamental para la mayoría de relaciones.
Entendamos que el sexo atiende a una necesidad básica de la especie humana que, aunque no es indispensable como el agua o la ingesta de alimentos, se puede considerar como una actividad que genera placer y satisfacción de alta intensidad y cuya práctica contempla importantes beneficios.
6) Poca valoración por parte de la pareja
Una persona que no se sienta valorada, querida ni tomada en cuenta por su pareja tiene altas probabilidades de ser infiel.
El trasfondo, visto de manera simple, es así: cuando una pareja comienza a salir, por lo general, se deshace en halagos y reconocimientos. Digamos que esto forma parte del ritual de enamoramiento.
Luego, en muchas ocasiones, esto cambia y trae peligrosas consecuencias. Imagina que antes ibas a un café en donde te hacían sentir bien y , un día cualquiera, esto deja de ser así. ¿Seguirías yendo? ¿Seguirías insistiendo? Aunque este es un ejemplo reduccionista, nos sirve para entender mejor esta causa de infidelidad.
Este es, tal vez, uno de los puntos más comunes de la relación en el que aparece la inquietud acerca de si existe amor cuando hay infidelidad, pues, en incontables oportunidades.
¿ Existe amor cuando hay infidelidad ?
Uno de los primeros pensamientos que caen como baldes de agua helada sobre quienes sufren a causan de la infidelidad es » si mi pareja me ama, ¿por qué lo hizo?»
La relación entre amor e infidelidad, lamentablemente, no es directa y hay que estar preparado para ello.
Si bien pudiéramos pensar que el que ama no lastimaría a su pareja siéndole infiel, los hechos demuestran lo contrario.
Está claro que cuando amamos a alguien, al menos en teoría, deberíamos evitar causarle sufrimiento, pero las motivaciones detrás de una infidelidad a veces son más intensas que el amor.
El deseo es un motivador potente. Es difícil que alguien niegue la posibilidad de sentirse atraído por otra persona aun cuando esté en una relación de pareja. Esto es un hecho en el que casi todos estamos de acuerdo. Sin embargo, lo que hacemos con lo que sentimos es lo que deriva en una u otra consecuencia.
Hay quienes reprimen ese deseo sustentándose en la idea del respeto e, incluso, se alejan rápidamente de la persona hacia quienes sienten la atracción. Otros, en cambio, no.
Estos últimos suelen infravalorar las consecuencias o, a veces, ni siquiera se las imaginan. Otros creen que podrán lidiar con los resultados sin mayor esfuerzo. Entonces sienten que es mejor hacerlo que evitarlo (mejor para ellos, claro está).
Por contradictorio que suene, en casos como este, es frecuente que haya amor de por medio. El problema, para algunos, radica en la forma en que otros ven el amor y el compromiso. De hecho, hay personas que se relacionan bajo esquemas más amplios en cuanto a la libertad para tener parejas como el poliamor.
Si entendemos esto, y sin ánimos de generalizar, la infidelidad no siempre equivale a falta de amor.
Justamente, este amor, visto de forma madura y voluntaria, es el que hace que muchas parejas afronten la situación desde el punto de vista de la reconstrucción de la pareja y no desde el fin. Para ello es fundamental el acompañamiento terapéutico.
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Conclusión
El amor no tiene esquemas exactos ni fórmulas. No todos aman de la misma forma y bajo los mismos preceptos.
Amar es un acto, sí, inherente a la especie humana, pero también subjetivo. Es en estas subjetividades en las que aparecen los distintos matices que motivan su expresión.
Aunque sea difícil de asumir, al menos en ocasiones, existe amor cuando hay infidelidad.
Las decisiones a posteriori dependerán de lo que cada integrante esté dispuesto a asumir en materia de compromisos y en la forma en que gestionen las acciones a futuro.
Para esto último, el acompañamiento de un especialista es una forma inteligente de transitar este camino.