Ámate. Vamos, ámate todo lo que puedas amarte porque eso solucionará muchos de tus problemas.
Al fin y al cabo, eres la persona con quien más tiempos pasas, así que el mandato suena lógico, ¿no?
Amarse está bien, pero para cuando lo intentas, es probable que ni siquiera sepas cómo es que se hace.
Aunque las comparaciones sean odiosas, piensa en la idea de que alguien te diga que debes montarte en una bicicleta y conducirla, pero que tú no sepas cómo hacerlo. La respuesta será frustración.
Algo así te puede suceder frente al imperativo de amarse a sí mismo, la salida que muchos sugieren ante diversos sufrimientos. Ciertamente, las frases que ves en perfiles de Facebook e Instagram no se equivocan, pero carecen de las explicaciones que necesitas para trabajar de forma coherente en tu propósito.
A continuación, te compartiremos claves específicas para que lo logres.
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1. Reflexiona acerca de la importancia que le das a la opinión de los demás
La opinión de los demás puede ser importante, pero no la de todos.
Veamos el siguiente caso: Juan tiene problemas con su hijo adolescente porque este último considera que su papá no lo escucha, que siempre está demasiado ocupado en el trabajo como para prestarle atención.
La opinión que tenga su hijo es importante, pero coincidirás con nosotros en que esta no se trata de cualquier opinión.
Como este hay varios casos más que merecen atención cuando se trata de lo que otros opinan, pero no son la totalidad.
Cuando hablamos de lo que piensan los demás acerca de nosotros lo que queremos que notes es que, ni toda opinión es importante, ni toda opinión es una sentencia.
Cada uno opina según el observador que es y, lo que el otro piense acerca de ti, no tiene por qué estar ni cerca de quién eres en realidad.
Cuando te hagas consciente de ello, tales opiniones perderán importancia.
2. Permítete equivocarte
Puede que hayas notado que, normalmente, a las personas que amas, les permites cometer errores sin fustigarlos ni ofenderlos.
¿Pasa lo mismo contigo? ¿Te percibes a ti como alguien con derecho a equivocarse sin maltratarse luego?
La forma en que tratamos a los demás habla bastante de nosotros. La forma en que nos tratamos a nosotros mismos es todavía más clara al respecto.
Entre más duro te trates, peor será tu percepción de autoestima.
3. Cuida tus aspectos vitales, incluida la alimentación
Dormir, descansar y alimentarse son aspectos fundamentales para quererse a sí mismos.
Cuando quieres a alguien, lo común es que quieras que esté bien, que descanse y duerma lo necesario, que disfrute.
¿Te tratas a ti de esa forma?
4. Deja ir a las personas que no te hacen bien
Si tuvieras que darle un consejo a un amigo o amiga acerca de alguien que no le hace bien, ¿qué le dirías?
Puede que lo que dirías te dé una pista acerca de lo que tú debes hacer. Sí, pasa que suele ser más sencillo decirle a los demás cómo actuar, pero que no nos atrevamos nosotros mismos a hacerlo.
La razón puede ser el grado de implicación que hay en cada caso. Cuando no se trata de ti, el miedo a la soledad o a no ser suficiente es algo que no tendrías que experimentar.
En cambio, cuando se trata de ti, lo más probable es que tengas que afrontar las heridas de las que has estado huyendo todo este tiempo.
No se trata de un simple distanciarse de las personas que te hacen daño, se trata de que te prepares para un proceso en el que, si haces tu trabajo, saldrás fuerte y con la disposición a no permitir que más gente con esas características entre a tu vida.
5. Examina tus miedos y abrázalos
Sentir miedo es normal, pero algunos lo ignoran al punto de condenarlo como si se tratara de algo fuera de orden.
Es, justamente, en ese análisis, en donde está el margen de mejora en cuanto a amor propio se refiere.
De hecho, hay quienes evitan escuchar lo que sus miedos tienen para decirle y se distraen en diversas actividades o aficiones como si se tratara de una solución real a lo que están afrontando. Por eso, en lugar de afrontarse, sus vidas se ven asaltadas por el licor, el sexo, relaciones cíclicas y fugaces,
Nada más alejado de la realidad. Si tu casa tuviera fisuras y daños estructurales, no tomarías una cortina para ponerla como adorno sobre las grietas.
Abrazar a tus miedos es una forma de amarte, de atenderte y de posicionarte como la persona más importante en tu vida.
6. Arriesga y comprueba de lo que eres capaz
No nacemos con la experiencia acumulada que tanta veces desearíamos tener. Justamente, lo que hacemos durante la vida es desarrollarla, pero para que eso suceda, debemos ejecutar acciones que nos permitan equivocarnos y aprender.
En mayor o menor grado, para poder convertirnos en personas experimentadas, debemos actuar, aun cuando tengamos miedo.
Hacernos más fuerte se trata, en parte, de eso: de hacerlo a pesar del miedo.
Después se recogerán agradables frutos expresados en evidencias de que podemos a pesar de que antes hubiéramos creído que no.
7. Ponte en primer lugar en tu lista
La frontera entre el egoísmo y el ponerse en primer lugar es corta. Es cierto, es casi imposible no tomar precauciones cuando se trata de un planteamiento como este, pero es necesario comprender que muchas personas dirigen sus esfuerzos en complacer a los demás y hacer que estén bien, con lo que cometen el error de descuidarse a sí mismos, de no tomarse como la prioridad que son.
La autoestima y el autoconcepto son nociones que se refieren, precisamente, a lo que cada uno siente y percibe de sí mismo, por lo que esto, de alguna forma, valida la importancia de darse el lugar correspondiente según el grado de bienestar que quiera lograr.
Una vez que estés en ese deseado primer lugar, lo que entregarás a los demás será de mayor calidad y no te dejará con esa sensación de culpa que suelen experimentar quienes tienen un locus de control externo que predomina sobre el interno.
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Conclusión
Amarse a sí mismos no es una tarea sencilla. Si así fuera, cualquiera lo haría. Por tanto, lejos de tomar esta premisa como algo que se hace de un día para otro, antes es necesario revisar qué es lo que pasa con cada caso de falta de amor de propio y limpiar el camino de esas consecuencias que generaron las experiencias del pasado.
Para experimentar el amor propio es vital estar dispuestos a sentir la incomodidad de la autoobservación y hasta de la confrontación consigo mismos. El camino no va a estar lleno de flores, pero conducirá a destinos de mayor armonía y tranquilidad que aquellos que se consiguen al inicio del recorrido.
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