Síntomas de estrés en las mujeres ¿Por qué ellas se pueden estresar más que los hombres?

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Aunque parezca curioso para algunos, el estrés es distinto en hombres y en mujeres.

Si bien no hay nada claro con respecto a lo determinante que pueda resultar cada una de sus biologías, lo que está más a la vista es que los aspectos culturales sí representan un factor determinante en tal diferencia.

A continuación, desglosaremos algunas de las causas más comunes para el desarrollo de estrés en las mujeres y sus principales síntomas para que estés alerta en caso de estar viviéndolos.

Antes aclaremos qué es el estrés y por qué, contrario a lo que algunas personas piensan, es necesario en nuestras vidas.

¿Qué es el estrés y por qué lo necesitas en tu vida?

El estrés es una respuesta adaptativa necesaria para la supervivencia. Por ejemplo, si estás en frente de un peligro, eso que te hace reaccionar para protegerte, son la conjunción entre el miedo y el estrés.

De alguna forma, lo que hace este último es indicarte que es momento de tomar acción, de moverte en procura de un objetivo básico: resguardar tu vida.

El meollo del problema es que los humanos tenemos cada vez menos causas reales por las que estresarnos. Y no, no le restamos valor a las causas actuales de tal estado, sino que las situaciones para las que nuestra biología lo desarrollo, hoy ya no se dan como antes.

Ya no estamos expuestos a las fieras de la naturaleza ni a la escasez de comida. Tampoco somos tan vulnerables como lo éramos a los desastres naturales.

La vida moderna nos ha provisto de un grado de bienestar y seguridad que ha cambiado de lugar las causas por las que estresarnos. Ya no se trata tanto de riesgos primarios ligados a la supervivencia. Ahora estos se circunscriben más a lo relacional, lo económico y a lo social.

Por tanto, aunque seguimos necesitando el estrés, ya no nos motiva a la huida o a la defensa, sino al cumplimiento, al logro de objetivos, a la gestión de actividades.

Visto esto, sí lo necesitamos, pero algo se alteró en la forma en que se nos presenta. Por supuesto, en tales cambios, las propias complejidades del sistema aplicadas al género moldearon su emergencia.

Así, pues, las mujeres, quienes se integran a su entorno de una forma distinta de la que lo hacen los hombres, también lo viven de una forma distinta.

En tal sentido, si la pregunta es si las mujeres necesitan del estrés, la respuesta es sí. De hecho, los logros están antecedidos por cuotas sanas de estrés, a saber, el eutrés, la manifestación sana de esta respuesta emocional.

La contraparte es el distrés, ese al que la mayoría se refiere cuando experimenta síntomas que parecen sentirse de control o que causan disconfort.

Síntomas de estrés en las mujeres
La mala gestión del mundo laboral en medio del ejercicio de otros roles como el de pareja y el de madre, son detonantes de estrés.

Tipos básicos de estrés según su permanencia

No todos los estreses son iguales. Aparte de la diferencia ya mencionada entre eutrés y distrés, hay un par que vale la pena reconocer. Ellas son:

Estrés agudo: este tipo de estrés sucede en unos pocos minutos y se prolonga por pocas horas después a la duración del evento. Es muy intenso y tiene como origen un evento de cierta carga dramática como un desastre natural, un asalto o un duelo repentino.

Estrés crónico: este estrés se caracteriza por extenderse durante un periodo más largo. Es el estrés que se produce en lo cotidiano, del que más se habla, aun cuando no se reconozca la diferencia con el anterior.

Se da como producto de situaciones agobiantes que se prolongan en el tiempo. Por ejemplo, un empleo con sobrecarga de trabajo, una situación de dificultad económica que no tenga pronta solución, una persona que se dedique a cuidar a una persona enferma, etc.

Causas de estrés en las mujeres

Hay factores estresantes, propios del rol que estas asumen en la modernidad, que son fácilmente reconocibles.

Trabajo doméstico no remunerado

El trabajo doméstico no remunerado se refiere a aquel que hacen las mujeres en casa, el cual, frecuentemente, está asociado al rol de madre.

Este tipo de actividades no generan ningún reconocimiento económico e implican una gran inversión de energía.

Las mujeres viven con mayor intensidad las emociones

Las mujeres suelen apoyar con mayor apertura a las personas a su alrededor. Si alguien tiene un problema, ellas suelen ser más empáticas en la respuesta, pues tienen mayor permiso social para mostrar sus emociones.

Esto genera una carga que se le suma a las demás actividades e inquietudes del día a día.

A la mujer se le reconoce como multipropósito

El ser humano no está diseñado para realizar muchas tareas a la vez. Sin embargo, las exigencias del mundo actual fomentan este tipo de conductas.

A la mujer se le exige todavía más en este aspecto, pues debe, en teoría, conciliar roles familiares, laborales y otros de acompañamiento que el hombre parece tener más permitido evadir como conjunto.

Síntomas de estrés en las mujeres

Si bien los síntomas del estrés son batante universales, en las mujeres se dan algunas particularidades que es importante reconocer.

Estos son los síntomas más comunes:

  • Irritabilidad y cambios bruscos de humor.
  • Anhedonia (falta de placer a la hora de experimentar aquellas actividades que antes disfrutaba.
  • Alteración del ciclo menstrual.
  • Cambios de apetito con los consecuentes cambios de peso.
  • Insomnio o hipersomnia.
  • Disminución del deseo sexual.
  • Sentir que su vida está fuera de control.
  • Aumento de la presión arterial, taquicardia y otras afecciones similares.
  • Dificultad para concentrarse.
síntomas de estrés en la mujer
Aprender a decir que no sin sentir culpa es trascendental para lograr una vida con cuotas mínimas de estrés.

¿Qué hacer frente a los síntomas de estrés si eres mujer?

El estrés crónico tiene, muchas veces, como trasfondo un exceso de aceptación en materia de actividades. Aprender a decir que no es una forma de gestionar el estrés de raíz. Para ello es necesario comprender conceptos como la dignidad personal y el autocuidado.

Quien quiere complacer siempre a los demás, fácilmente se cargará de actividades que no le corresponden en realidad o que, si les corresponden, no son realizables sin llegar a causar sufrimiento.

En ambos casos es necesario tener claro qué es lo que se puede hacer para cumplir con un proyecto de vida sin necesidad de sacrificarse o inmolarse.

Una vez que hayas entendido esto, entonces la organización será vital para cumplir con el día a día asignándole a cada actividad el peso que realmente tiene.

Si no sabes cómo hacerlo, pedir ayuda es fundamental.

En este apartado, podemos complementar con actividades como la meditación o cualquier otra que disfrutes, pero nunca deben usarse como escapes del estrés, sino como medios para lograr el bienestar en un plan coherente y sano.

Conclusión acerca de los síntomas de estrés en las mujeres

El estrés es necesario y sano si se sabe aprovechar. No hace falta luchar contra él, sino resolver aquellas cuestiones de fondo que lo gatillen. Al fin y al cabo, este no se genera por sí solo, sino como consecuencia de estilos de vida o interpretaciones que nos hacen daño, sin importar nuestro género.

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