Una buena parte de las relaciones de pareja actuales discurren en las redes sociales. Esto incluye las etapas iniciales como otras de mayor implicación que se dan más adelante.

Tal hecho se presta para fenómenos que no se habían visto antes, algunos positivos como el amor a distancia y otros negativos que implican comportamientos nocivos.

En esta última categoría se encuentra el breadcrumbing, una forma de manipulación muy extendida en el mundo del flirteo.

Veamos qué es exactamente el breadcrumbing.

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Definición de breadcrumbing

La traducción al español de este término no es otra que “migajas de pan”. Visto así, tenemos la primera pista de lo que asocia a él, sobre todo, por la palabra migajas.

El breadcrumbing es una forma de relacionarse con alguien en la que se le demuestra interés romántico, pero a cuentagotas, lo cual se logra con interacciones esporádicas y sin mayor intención de seguir adelante.

Es “un sí, pero no” constante. Parece que hay interés real, pero cuando hay alguna intención de avanzar, el proceso se interrumpe de forma intencional.

Lo mismo se repite de forma cíclica, con lo que se genera un circuito de altos y bajos emocionales que afectan de forma considerable a quien sufre la intermitencia de la otra persona.

5 Señales de breadcrumbing que debes conocer

Estas son señales que cualquier persona tiene que conocer, sobre todo, porque es en las redes sociales en donde se dan muchas de las actitudes destinadas a la consecución de pareja.

1. Microcomunicación

Imagina una comunicación en la que solo se dan fragmentos de conversaciones. Por ejemplo, en lugar de declararle a alguien lo atraído que se siente por el otro, alguien comienza una serie de interacciones basadas en emojis eventuales.

Otro ejemplo es visible en aquellas interacciones basadas en monosílabos o frases muy cortas. La trampa de este tipo de mensajes es que no hay una ausencia de respuestas, sino que se diseñan tan breves como sea posible con la finalidad de mantener expectante a la otra persona.

Es la idea del mínimo esfuerzo y la mayor atención posible.

2. No se compromete con planes o tiene muchas dificultades para hacerlo

Cuando una persona está flirteando con otra, es normal que quiera tener una cita para realizar alguna actividad clásica como ir al cine, salir a comer, dar un paseo, etc.

Quien hace breadcrumbing se andará con rodeos para fijar alguno encuentro con acciones como declarar su intención de salir y arrepentirse en último momento dando cualquier excusa.

También puede manifestar su intención de salir, pero nunca concretará, con lo que mantendrá a la otra persona en un limbo. De ese modo, puede decir algo como: “ok, me encantaría que salgamos, pero yo te aviso”.

Su idea es ser intencionadamente vago en la concreción, por lo que siempre faltará el día y la hora exacta en la conversación. Digamos que todo se quedará en un “veremos”.

3. Escribe solo a ciertas horas sin dar mayor explicación

Una persona que base su flirteo en migajas tiene una gran necesidad de ser reconocido, de sentirse importante. Sin embargo, no por ello deja de tener también la necesidad de establecer conversaciones que impliquen un nexo más allá del trivial.

En tal sentido, puede administrar la comunicación para dispensarla a horas específicas, sobre todo en la noche, que es el momento en que pueda sentirse solo o sola.

4. No justifica su forma de comunicarse

Quien da migajas en el ámbito relacional, siente poca empatía por el otro. Su fin principal es mantener la atención del destinatario y poco más. Por tanto, considera que no necesita dar explicaciones y, mucho menos, excusas.

Si se está alerta, esta señal es un indicio claro para dejar de insistir en la idea de avanzar en una relación con esa persona.

5. Finge interés en tus asuntos importantes

Como uno de los rasgos distintivos de un breadcrumber es la intermitencia, se valdrá de esta forma de actuar también para mostrar un aparente interés en ti.

En ocasiones, te preguntará por cómo estás, por tus asuntos y por aquellos hechos que detecte como importantes para ti. Sin embargo, apenas obtenga respuesta, lo más probable es que desaparezca de nuevo y siga actuando de la misma forma mientras obtenga respuesta.

Cada ocasión en la que aparezca será una prueba para detectar cuánto interés mantienes y para responder en consecuencia. Aunque suene duro de asimilar, casi ninguna de sus acciones es fruto de la improvisación.

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¿Breadcrumbing o mala comunicación? Evita confundirlas

Algunas personas aprenden modelos disfuncionales de comunicación que les impiden mostrarse más empáticos de lo que sus parejas quisieran.

En tal sentido, se debe tener cuidado para no confundir las migajas de pan o breadcrumbing con  una comunicación distante porque son asuntos distintos.

Por ejemplo, una persona de pocas palabras pudiera darte respuestas parcas y no tener interés en manipularte. La diferencia, en este caso, radica en la frecuencia y el tipo de respuestas.

Si hablamos de breadcrumbing, la frecuencia de respuesta es esporádica y se acentúa en algunas ocasiones en donde puedes detectar algún interés secundario. Esto no sucede cuando alguien se interesa por ti, pero su estilo de comunicación se catalogaría como frío, puesto que no existe la intermitencia de la que hemos hablado. Si te tiene que responder, lo hace sin administrar los mensajes.

Asimismo, sus respuestas tal vez sean breves, pero no están cargadas de esos picos de bombardeo de amor y posterior desinterés. Por decirlo de algún modo, son más constantes en cuanto a estilo se refiere.

Conclusión

Si piensas que recibir amor a cuentagotas, probablemente, tengas una definición errónea de amor. Si bien la vida en pareja no implica entregarse al otro en cuerpo y alma, tampoco significa que debas recibir migajas que te mantengan en permanente angustia.

Eso no es amor y, tarde o temprano, terminarás por darte cuenta de la insatisfacción en la que vives, con lo que es conveniente que reflexiones acerca de tus expectativas de amor de pareja.

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