El deseo sexual es ese impulso que contribuye a que una pareja tenga una vida más plena.
Si bien no lo es todo, es una parte importante e interesante de explorar. A pesar de su importancia, hay momentos en que este disminuye de tal forma que, incluso, puede extinguirse.
Las razones para que esto suceda son variadas y particulares (como cada pareja).
A continuación, profundizaremos en las más comunes. Antes, veamos cuáles son los síntomas de la disminución de deseo sexual en la pareja.
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Síntomas de bajo deseo sexual en la pareja
En primera instancia, parece obvio que tener bajo deseo sexual en la pareja es en sí mismo un síntoma, pero hay más allá si ampliamos la mirada.
El bajo deseo sexual es la causa, pero la forma en que esta se evidencia tiene matices que observar.
El primero de ellos es la disminución de la frecuencia con que se tiene deseo sexual. Aunque está claro que las relaciones íntimas varían según ciertas etapas, hay que prestar atención al diferencial entre lo que sucedía antes y lo que sucede ahora.
El segundo síntoma es la disminución de la cantidad de las fantasías sexuales. Para entender esto, primero hay que “apagar esa voz” que fustiga la idea de la fantasía sexual y la convierte en algo merecedor de castigo.
Fantasear no es necesariamente un hecho reprochable, aun cuando visiones más tradicionales insistan en esta posición. Fantasear se refiere al hecho de imaginarse escenarios con la pareja y no implica obligatoriamente a terceros ni la ejecución de las fantasías imaginadas.
Las fantasías, de hecho, son un elemento sano dentro de la pareja porque le aportan dinamismo y esa cuota de novedad que se va perdiendo con la costumbre.
Por qué se acaba el deseo sexual en la pareja (Causas específicas)
Tal como lo mencionamos anteriormente, las causas son de diversa índole. Con base en nuestra experiencia, nuestra clasificación es la siguiente:
Causas orgánicas y farmacológicas
Aunque la idea de que todo es mental permea frecuentemente la forma en que se explica el origen de las enfermedades o trastornos, lo cierto es que hay razones fisiológicas que influyen en desórdenes como la baja del deseo sexual en la pareja.
Algunos desajustes hormonales como la disminución en la producción de testosterona, el aumento en la producción de prolactina o desequilibrios en la hormona tiroides también son causa de afectación en el deseo sexual.
Incluso, enfermedades crónicas como insuficiencia hepática, cáncer, diabetes, esclerosis múltiple también afectan el desempeño sexual.
En cuanto a las sustancias que también disminuyen la respuesta sexual se encuentran el alcohol, cocaína y heroína. Con respecto a ellas, es importante mencionar que algunas personas las consumen con intenciones de desinhibirse y, precisamente, favorecer una sexualidad más plena.
La paradoja radica en que este efecto puede que se consiga durante las primeras veces de su consumo, sobre todo el de desinhibición, pero pasado un tiempo, todo lo que se genera es opuesto a lo esperado.
El daño que causan estas sustancias afecta de manera, a veces irreversible, el deseo sexual.
Por otra parte, fármacos como los antihipertensivos, antiepilépticos y antidepresivos como los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina también disminuyen el interés sexual.
Algunos tratamientos como los de sustitución de estrógeno o anticonceptivos orales, también pueden desmejorar el deseo sexual.
Causas psicológicas y fisiológicas
La forma en que concebimos el sexo influye notablemente en el deseo sexual. Aunque la relación no es directa, las emociones y estados de ánimo que se generan a partir de lo que pensamos actúan como inhibidores o potenciadores de esta actividad.
Por ejemplo, las preocupaciones por rendimiento generan ansiedad y esta última actuará como un freno para el deseo. El intento por evitar lo que la ansiedad produce funcionará como un inhibidor.
La insatisfacción con el cuerpo es otro de los factores determinantes. Pensemos por un momento en una persona que no está satisfecha con cómo luce. ¿Querrá mostrarse sin ropa? ¿Aceptará ser acariciada y lo disfrutará?
Una respuesta para no llegar a tales grados de intimidad será la evitación del acto sexual, lo cual, en teoría, le evitará la “incomodidad” del acto.
Otras causas son las fases del ciclo menstrual, el embarazo y la menopausia, momentos de desajustes hormonales en los que la sexualidad se ve afectada.
Algunas dificultades como el dolor a la hora del sexo también influyen en la inhibición del deseo sexual en la pareja.
Otras causas específicas son:
- Disminución de la atracción física hacia la pareja.
- Conflictos de pareja en los que entran en escena los juegos de poder o las dinámicas pasivo agresivas.
- Dificultad para integrar el amor y el deseo sexual, pues, aunque alguien sea capaz de amar, no siempre es capaz de experimentar deseo sexual.
- Estrés, de la índole que sea. La respuesta del cuerpo ante el estrés es prepararse para la huida o el ataque. Cuando este es crónico, las respuestas que mencionamos son permanentes. En ese contexto es muy difícil mantener el deseo sexual en la pareja.
Tratamiento para la disminución del deseo sexual en la pareja
La disminución del deseo sexual tiene distintos abordajes.
Los fundamentales son:
- Una conversación sincera acerca de las inquietudes que afecten a uno o ambos integrantes de la pareja. En ellas se incluyen la disminución de la atracción física y la exposición abierta de los problemas que conlleven a conflictos.
- Revisión de problemas orgánicos ligados a desórdenes hormonales, afecciones de salud, ingesta de fármacos que afecten el natural desenvolvimiento de la sexualidad y, si los hubiera, aquellos relacionados a la ingesta de drogas.
- Terapia psicológica especializada. En ella se incluyen abordajes basados en evidencia científica como la Terapia Cognitivo Conductual, de ser posible con el acompañamiento de un sexólogo o terapeuta sexual especializado.
En líneas generales, se deben tratar las causas diversas por las que la persona llegó al punto en el que está y su mirada con respecto al sexo.
Si las hubiera, aquellas creencias que le impidan disfrutar de una vida sexual plena deben ser abordadas para que conozca otras alternativas acordes con su propósito.
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Conclusión
Cuando alguien se pregunta por qué se acaba el deseo sexual en la pareja, debe contemplar todas las alternativas que propusimos en este artículo.
No basta con buscar una sola explicación, pues eso limitaría el abordaje acertado del problema. La disminución o cese del deseo sexual pueden ser solo la punta de un iceberg complejo en detalles.
Si tienes dificultades para experimentar deseo sexual, una buena forma de comenzar a entender lo que sucede es pidiendo ayuda profesional.