Pasa más seguido de lo que crees. Y no, no tienes que estar haciendo nada especial para que te suceda. Ni siquiera te tiene que gustar una canción para que se te quede instalada en la mente como si se tratara de un mantra involuntario que te repites una y otra vez.

Eso sí, la mayoría de historias de personas con una situación similar tienen un elemento en común: el punto del hartazgo, ese momento en el que desean con todas sus fuerzas sacarse la tonada pegadiza o letra que cantan o tararean a más no poder.

A continuación descubrirás lo que se esconde detrás de este fenómeno y cómo sacarte de la cabeza esa canción que se niega a dejar de retumbar en tus adentros.

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Gusanos musicales y otras denominaciones interesantes

Nos encanta ponerle nombre a lo que vivimos.

Una canción que se repite incesantemente a pesar de que no lo queramos, no podía ser la excepción.

En tal sentido, el término que más se repite al respecto es «earworm» o gusano musical en español. Tal denominación es bastante simbólica de lo que implica vivir un capítulo con algo que no puedes eliminar de forma consciente.

Esa es, tal vez, lo más inquietante del caso, que no importa lo que sea que hagas, no paras de repetir ese fragmento de canción o jingle publicitario.

Frente a tal declaración de resignación, en el año 2012, la Universidad de Western Washington, realizó una investigación en la que estudió a 299 personas, quienes escucharon distintos tipos de canciones y luego se dedicaron a realizar diversas tareas. Posteriormente, se les preguntó si en el lapso de 24 horas posterior alguna canción se les había convertido en un gusano musical.

Para empezar, lo primero que comprobaron fue que no hace falta que la música sea considerada de mala calidad o que provenga de algún jingle publicitario, sino que se puede tratar de música considerada como buena, por ejemplo, Los Beatles.

Por otra parte, de la investigación también se desprende que la causa está relacionada con el efecto Zeigarnik, un proceso en el que nuestras mentes viven una especie de atasco si una secuencia está incompleta.

Visto así, la gusanos musicales pueden surgir de la inquietud que genera no escuchar el producto completo, esa sensación de que solo conoces una parte de un todo que debes conocer en su totalidad.

Pero esto no es todo. Las personas que demostraron tener algún talento musical eran más propensas a «infectarse» con un earworm. Esto puede tener relación con una sensibilidad particular para disfrutar de la música.

Cómo deshacerse de los gusanos musicales y sacarte de la cabeza esa canción de una vez por todas

Aunque parezca imposible (quien haya tenido un gusano musical ocupándole la mayoría sabe que lo parece) se puede dejar de sufrir por no poder sacarte ese trozo de melodía aparentemente inquebrantable.

Si sigues estos consejos, podrás doblegarlo y dedicarte a pensar en otros asuntos.

Por fin, ese gusano de oreja se había ido para siempre.

Entonces, si se encuentra luchando contra un molesto gusano del oído, aquí hay una técnica de tratamiento experimental «informada por evidencia» para ayudar:

Identifica la canción que te atormenta

El verbo atormentar puede ser fuerte, pero es lo que muchos sienten. Para empezar a disipar la presencia de esa canción, identifícala, ponle nombre e intérprete. Esto te ayudará a reconocerla, a dejar de escabullirte de ella.

Digamos que es el principio de apaciguar el fuego conociendolo desde adentro.

Consigue la versión completa de la canción

¿Recuerdas el efecto Zeigarnik? Si este describe procesos mentales inconclusos, entonces completa la canción para dominarlo. Muchas situaciones de nuestras vidas mejoran cuando tenemos una versión completa de la historia. De hecho, a nivel terapéutico, algunos pacientes necesitan inventarse un cierre de algún proceso inconcluso, generalmente con personas que ya no están en sus vidas.

Concéntrate en la canción

No hagas nada más que escuchar la canción. Piensa en que ese trozo de música que te persigue te está robando atención de otras actividades, pero que desea profundamente ser escuchada por completo para dejar de repetirse en tu cabeza.

Dedícate a otra actividad

Ok. Ya le dedicaste un buen tiempo. Por decirlo de algún modo, hiciste las paces con esa canción y ahora ya conoces todo lo que tenía para mostrarte.

Llegó el momento de que pases a otra cosa. Lo que sea, pero que requiera una gran dedicación cognitiva. Por ejemplo, puedes dedicarte a resolver un sudoku, un crucigrama o a armar un rompecabezas. También puedes jugar algún juego en tu celular.

Procura foco. No dejes que tu mente se dedique a andar libremente por ahí en cualquier otro asunto.

Escucha una canción distinta

Apagaste el fuego con fuego y le dedicaste a otro asunto. Al ritmo que vas, esa canción está, cuando menos, herida de muerte. Sin importar que se trate de una que le dedica Shakira a Piqué o de otra que escuchaste en un comercial, ya está tambaleando. Falta la estocada final.

Dásela escuchando una o varias canciones distintas. Aprovecha para experimentar con otros ritmos y mezcla tu selección con canciones que ya conoces y te gustan.

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Conclusión

La idea de que una canción se te mete en la cabeza y de que no puedes olvidarla no te sucede solo a ti. Este es un fenómeno más común de lo que crees.

Sigue las recomendaciones que te damos y sigue disfrutando de tus actividades.

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