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Bajo deseo sexual masculino [7 causas que son muy comunes]

 

¿Qué es el bajo deseo sexual masculino?

El bajo deseo sexual masculino no es más que la disminución del interés en cualquier actividad relacionada con el sexo.

Esto no es algo que deba alarmar si se da de vez en cuando, pues como seres con estados anímicos cambiantes, nadie está exento de no querer sexo en algún punto de sus vidas.

La situación se torna problemática cuando está disminución afecta la calidad de vida de quien la tiene.

Para que esto suceda la disminución del deseo se debe prolongar durante un período considerable. Por supuesto, cada quien determinará lo que cree «considerable» en función de cómo le afecte.

Veamos a continuación las causas más comunes del bajo deseo sexual masculino.

 

1. Problemas para dormir

Mucho se habla acerca de los beneficios de una buena calidad de sueño.

Sin embargo pocas veces cumplimos con las cuotas que necesitamos para tener una buena salud.

En el caso del bajo deseo sexual masculino un estudio en el Journal of Clinical Sleep Medicine comprobó que aquellos hombres no obesos con apnea del sueño tienen niveles más bajos de testosterona.

Niveles más bajos de testosterona equivalen a una disminución en la actividad sexual.

En más datos de esta investigación se encontró que los niveles de testosterona se afectaban de forma negativa especialmente entre las 2 p.m. y las 10 p.m. del día posterior a la mala calidad del sueño.

 

 

bajo deseo sexual masculino
El bajo deseo sexual puede causar frustración y convertirse en un lastre para muchas parejas.

2. Estrés y bajo deseo sexual masculino

Otra de las situaciones sobre las cuales más se nos aconseja hacernos responsables es una de las que tal vez más descuidamos.

Sí bien el estrés es difícil de evitar, es importante tener en consideración lo siguiente:

El estrés prolongado afecta los niveles hormonales y esto hace que las arterias puedan estrecharse. Si las arterias se hacen más estrechas es flujo de la sangre se ve restringido lo cual causaría no solamente una disminución del deseo sexual sino una potencial disfunción eréctil.

 

3. Enfermedad crónica

Las enfermedades crónicas nos restan concentración en aquellas actividades que nos gustan.

Piensa que, por ejemplo, si se trata de un dolor crónico te será muy difícil pensar en sexo.

Algo similar sucede con enfermedades como el cáncer.

Además del hecho psicológico qué implica cada enfermedad, hay una correlación entre las dolencias crónicas y el bajo deseo sexual masculino.

Condiciones como la diabetes tipo 2 y el hipotiroidismo disminuyen per se las ganas de sexo, pues conllevan a alteraciones hormonales.

La alta presión sanguínea, el colesterol alto y la obesidad también influyen de forma negativa.

Para descartar la existencia de estas alteraciones y evitar que se vuelvan crónicas es importante cuidar los hábitos de salud y programar chequeos de rutina entre una y dos veces al año.

 

4. Baja autoestima

La forma en la que nos percibimos a nosotros mismos incide de forma notable en el deseo sexual que tengamos.

La poca confianza que tengas en ti mismo afectan tu salud y tu bienestar emocional.

Si te persigue como una persona indeseable para los demás tu mecanismo de evitación puede ser la inapetencia sexual.

Este problema se puede agudizar y escalar hasta problemas aún más graves como la depresión la densidad o el abuso de alguna sustancia que funcione como desinhibidor hora.

 

5. Falta o exceso de ejercicio

El ejercicio es fundamental para conservar la salud en general, tanto la física cómo la psicológica, pero todo en extremo es nocivo.

Sí abusas del ejercicio estarás estresando tu cuerpo, tus músculos y tu organismo tardará más tiempo en recuperarse y tendrá que emplear energía en tales tareas.

Está energía te va a faltar para muchos otros ámbitos de tu vida incluido el sexual por supuesto.

La otra cara del bajo deseo sexual masculino aparece a partir del sedentarismo.

Un organismo que nunca se ejercite fomenta la aparición de obesidad presión arterial alta o diabetes tipo 2.

Además, es un hecho que las personas que practican actividad física de forma moderada reducen los niveles de estrés y, justamente, el deseo sexual aumenta cuando estos niveles son bajos.

 

6. Medicamentos

Sí bien es cierto que los medicamentos te ayudan a solucionar algunos problemas de salud, muchos tienen contraindicaciones y es importante que las conozcas para que entiendas la situación de una forma integral.

El caso de los medicamentos para la presión arterial es uno de ellos pues pueden llegar a retrasar las eyaculaciones o disminuir la potencia de las erecciones.

Otros medicamentos que contribuyen con el bajo deseo sexual masculino son:

  • Corticoesteroides
  • Medicamentos que se usan para el tratamiento del reflujo gastroesofágico como la Cimetidina.
  • Algunos antidepresivos
  • Los tratamientos de quimioterapia
  • Algunos analgésicos opioides como la morfina y la oxicodona
  • Un tratamiento antimicótico muy común: el ketoconazol.
bajo deseo sexual masculino
El alcohol en exceso no solo altera las funciones hormonales y disminuye el deseo sexual, sino que contribuye a desórdenes como la disfunción erectil.

7. Alcohol

El alcohol es una sustancia que está relacionada con la disminución de testosterona, sobre todo cuando se trata de periodos de consumo prolongado.

Las cantidades excesivas de alcohol reducen el deseo sexual, por lo que nuestra recomendación es que está sustancia se ingiera solo en ocasiones especiales.

 

Conclusión

El bajo o nulo deseo sexual masculino no suele tener un único desencadenante, de ahí que se necesario abordarlo no solo de el punto de vista psicológico, sino también del orgánico.

Si los exámenes de rutina son fundamentales como un acto común de nuestras vidas, ante una disminución del apetito sexual, lo son todavía más importantes.

Acude con tu médico de confianza y solicita ayuda profesional psicoterapéutica para potenciar los resultados.

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