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Dependencia emocional: 7 frases comunes que son motivo de alarma

Las interpretaciones erróneas acerca de las propias capacidades y del valor personal son algunas de las causas principales de la dependencia emocional.

El circuito es más o menos así: alguien considera que no puede obtener por su propia cuenta lo que le da la pareja y se queda ahí durante el tiempo necesario para que el disconfort sea tan evidente, que entonces decida romper.

Durante todo ese proceso, la emocionalidad va acompañada de un lenguaje que, para algunos, puede pasar desapercibido, pero que muestra lo que se esconde de fondo.

Sobre esto profundizaremos a continuación. Antes, definamos qué es dependencia emocional.

¿Qué es dependencia emocional?

La dependencia emocional es un estado psicológico en el que alguien considera que no es suficiente para proporcionarse la seguridad y los cuidados que necesita, por tanto, entrega esta responsabilidad a alguien más. En esta cesión de poder, es común que la otra persona tenga actitudes de control y abuso sobre quien tiene la dependencia.

Es en esta dinámica insana en la que comienza el malestar por parte del o la dependiente emocional. Y es ahí también en donde surge la necesidad de romper el vínculo. Sin embargo, por las propias características de cada uno de los participantes de la relación, esta no es una tarea sencilla de lograr.

Primero, la persona con dependencia tiene un profundo miedo a emprender su vida por sí misma y, casi siempre, suele tener expectativas en que su pareja cambie. Segundo, la persona con el poder en la relación, tiene ese algo que la otra «necesita»: dosis de afecto, dinero, éxito, etc.

Es por esto que muchas parejas pasan tanto tiempo en relaciones insatisfactorias y dañinas en las que se dicen distintas frases para justificar el hecho de estar en ellas.

Algunas son:

1. No puedo vivir sin él o sin ella

El verbo «poder» implica una capacidad. Tú puedes leer este artículo porque tienes la capacidad de ver y de entender la lengua española.

Visto así, la pregunta a esta frase es: ¿Cómo hiciste para vivir antes de conocer a tu pareja? ¿Cómo podías vivir?

Te darás cuenta de que, si se trata de poder vivir, por supuesto que podías. Eso en el sentido estricto de la palabra. Lo que tal vez no tenías era la sensación de seguridad que te provee esta persona, pero entonces surge la paradoja: si sientes tal nivel de seguridad, ¿por qué no estás bien en esa relación?

Si nos reducimos a lo mínimo posible, los únicos elementos sin los que no puedes vivir son el agua y el oxígeno, así que el trabajo para vivir una relación lejos de la dependencia emocional debe comenzar por ti.

2. Mi pareja va a cambiar

La esperanza es una virtud que debe mirarse con lupa. Es cierto que esta, muchas veces, nos impulsa y motiva para lograr algunas metas, pero ninguna de ellas debería estar dirigida en que alguien más cambie, menos aun tu pareja.

Son muchas las personas que esperan años para que su pareja cambie y este cambio nunca se da. La conclusión a la que terminan llegando es que desperdiciaron su tiempo.

No negamos que las personas cambien, pero este proceso debe contemplar un compromiso claro y tiempos prudenciales.

dependencia emocional 1
La dependencia emocional suele estar sustentada sobre un intenso miedo a la soledad y a hacerse cargo de sí mismo.

3. Nunca conoceré a nadie como a él o ella

Los seres humanos somos todos distintos. Esto nos deja algo en claro: nunca conoceremos a nadie que sea igual a otro. Nunca. Se pueden parecer en muchos asuntos, pero jamás pueden ser iguales.

Lo interesante de tal planteamiento es que existe la gran posibilidad de conozcas a alguien distinto, a alguien que sí pueda darte el amor que buscas, pero si estas en una relación desde la insatisfacción comprobada en donde ya no hay futuro que valga la pena, no podrás comprobarlo.

4. Pronto se dará cuenta de lo que valgo

Una vez más, nos referimos a la esperanza mal gestionada. Esperar a que alguien se dé cuenta de lo que vales es una aventura ingenua, porque puede que esa persona, aun cuando lo descubra, compruebe que ni siquiera desea estar contigo salvo por la costumbre.

Por otra parte, ¿qué crees que cambie durante este tiempo? ¿por qué no se ha dado cuenta durante esta experiencia juntos?

Las respuestas pueden ser lapidarias, pero tal vez sea esto lo que necesitas para tomar el paso hacia una mejor vida, por doloroso que pueda ser el proceso en un inicio.

5. Quien bien te quiere, te hará llorar

No, amor y sufrimiento no están en la misma ecuación. Si bien es cierto que durante muchas relaciones románticas se producen diversos capítulos que pueden generar dolor, esto no tiene por qué ser una constante.

De hecho, «el buen querer» se caracteriza, justamente, por estar libre de sufrimiento porque es en él en donde se experimentan altas cuotas de confort y bienestar.

Aunque amar y relacionarse en pareja no está carente de desafíos, los mismos no implican que debas sufrir.

 

dependencia emocional en parejas
La dependencia emocional implica una asimetría de poder. Esto dificulta que se rompa la relación, pues quien se siente más frágil, experimenta el miedo de irse y aventurarse por sí mismo.

6. Sé que estamos destinados a vivir juntos

Tienes poder para decidir. Si bien es cierto que tus decisiones están inmersas en un mundo en el que los demás también deciden y en donde ambas acciones pueden chocar, la responsabilidad principal de lo que sucede en tu vida es tuya.

Pensar que tenemos un destino predeterminado, pero sobre todo, que este destino consiste en pasarla infeliz junto a alguien es un actitud resignada que expresa de forma clara esa dificultad para hacerse cargo de sí mismo y, por tanto, de señales evidentes de dependencia emocional.

Este tipo de discursos romantizados y, al mismo tiempo, amargos, son un lastre para quien quiera salirse de una relación turbia que no le aporta más que dolor.

7. Lo amo o la amo más que a nada en el mundo

Cuando alguien vive su relación desde la dependencia emocional, es común que crea que es a otro a quien debe entregar todo el amor que tiene.

Pensar en amarse a sí mismo o a sí misma más que a nada en el mundo es impensable para esta persona, pues su objeto de amor está fuera, no dentro.

De hecho, es común que alguien con este tipo de dependencia ni siquiera se incluya dentro de las 5 personas que más ama en el mundo. Es como si el amor a sí mismo no es más que una entelequia, algo que solo existe en la imaginación. Normalmente tienen claro el concepto de autoestima, pero les cuesta imaginarse cómo ponerla en práctica.

Conclusión acerca de la Dependencia Emocional en las parejas

Las relaciones de pareja son, tal vez, el laboratorio en donde más se evidencia la forma en que cada uno está consigo mismo. Entrar en una relación estando desde la necesidad de ser protegido o protegida es un error que suele traer consecuencias dolorosas.

La dependencia emocional, difícilmente, es algo de lo que nos hagamos conscientes fuera del ámbito de parejas. Tal vez sea por eso que muchas personas se den cuenta de ella cuando están en una relación de este tipo y no antes.

La dependencia emocional, como tantos otros problemas relacionados a las emociones y a la forma de ver la vida, tiene solución.

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