Ser humano es vivir en medio del conflicto. Basta un desacuerdo mal gestionado para que este aparezca y rompa con la frágil armonía de las interacciones humanas.

Entonces hay mayor probabilidad de que se abran las compuertas de la ansiedad, el estrés y hasta el resentimiento.

Si estás aquí es porque, tal vez, estás teniendo una situación que te está costando resolver y necesitas ayuda para darle solución efectiva al conflicto.

A continuación, conocerás técnicas efectivas para abordar los conflictos que se te presenten en la vida diaria y también aquellos que se generen esporádicamente, en general, más intensos que aquellos cotidianos.

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¿Qué es un conflicto?

Hay muchos tipos de conflictos. Por ejemplo, los hay entre países, grupos humanos, religiosos, aficiones deportivas, etc.

Sin embargo, en este caso, los dividiremos en dos: conflictos interpersonales y conflictos intrapersonales.

A los que nos referiremos en esta ocasión es al conflicto interpersonal.

Dicho esto, el conflicto es la oposición o desacuerdo entre dos o más personas, sin importar el matiz de este. Por supuesto, los hay tan complejos que se pueden considerar como graves y los hay tan sencillos como para pensar que se pueden resolver fácilmente e, incluso, dejarse pasar en el tiempo, por más que esto sea un error.

¿Qué es la resolución de conflictos?

La resolución de conflictos es un conjunto de métodos o procesos que ayudan a las personas a resolver sus diferencias y a encontrar puntos de acuerdo.

En la resolución se interactúa con el objetivo de obtener un acuerdo o el resultado que una de las partes desea.

Esta es una habilidad que no está amarrada a una profesión específica. No hace falta ser abogado, ingeniero, médico ni profesor para desarrollarla. Eso sí, es fundamental para puestos de liderazgo.

Algunos especialistas consideran que se trata de un arte y otros que se trata de una ciencia, pues se trabaja con métodos, aun cuando estos no sean exactos.

Beneficios de la resolución de conflictos

Aprender y desarrollar habilidades para resolver conflictos tiene diversos beneficios, no solo en el ámbito organizacional, sino en el personal.

Algunos de ellos son:

• Se evita que los conflictos escalen a estadios de complejidad mayor.
• Disminuye el estrés en los equipos, sean estos de trabajo o deportivos.
• Genera aprendizajes valiosos que se traducen en una comunicación efectiva y consistente.
• Fomenta relaciones sólidas menos tendientes a resquebrajarse frente a problemas cotidianos.
• Mejora la cultura organizacional y la dota de carácter resolutivo.

5 técnicas de resolución de problemas

Como los entornos son cambiantes y volátiles, tener en cuenta estas técnicas es fundamental para resolver los conflictos que se pudieran desencadenar a partir de los desacuerdos.

Las 5 que consideramos fundamentales son:

1. La complacencia

Uno de los aspectos que más cuesta entender en una negociación o resolución de conflictos es el punto de vista del otro.

En tal sentido, asegurarse de escuchar atentamente lo que le inquieta al otro es un paso vital.

Después de esto, un ejercicio práctico consiste en estar dispuesto a cambiar la opinión, aun cuando sea algo que no quieras hacer.

Preguntarte qué pasaría si el punto de la otra parte cuenta con lo necesario para ser la opción preponderante podría abrirte muchas posibilidades.

Se trata de una dinámica que requiere humildad y apertura.

2. La evitación situacional

No todas las situaciones son apropiadas para dedicarse a resolver un conflicto. Por ejemplo, un conflicto de pareja debe conversarse en un espacio íntimo o con acompañamiento terapéutico, no en una reunión social.

Un conflicto de trabajo no debería ser resuelto en los pasillos ni el cualquier lugar de la empresa.

Por tanto, es conveniente evitar este tipo de conversaciones si el momento no está dado. Por supuesto, se debe tomar la precaución de no tomar la evitación por hábito, pues esto solo da di pie para que el problema crezca y se acentúe.

3. El compromiso

Cuando hay un problema es difícil llegar a un acuerdo. De hecho, ese es el asunto subyacente detrás de casi cualquier problema. A la hora de resolver cualquier situación, es conveniente mantener claro el compromiso, pero para que esto suceda antes se debe tener claro cuál es.

El compromiso siempre será con la solución, no con una postura personal. El acuerdo hacia la solución debe llegar con objetivos claro que sirvan como guía. De lo contrario, será como echar una nave al mar abierto y dejarla que vaya a la deriva. 

La idea de pasar interminables horas negociando sin saber a dónde avanzar es un sinsentido.

4. La competencia

Paradójicamente, competir puede ser una salida adecuada a los problemas. Para que funcione, se debe entender que no se trata de una competencia tradicional cuyo objetivo es sobreponerse a un oponente, sino de una manera de fomentar la consecución de ideas innovadoras rumbo a la solución del problema.

Para que funcione, se debería ejecutar entre partes distintas, esto es en equipos o entre personas que hagan sus propuestas de forma individual. Debe haber un árbitro que establezca reglas claras en cuanto a tiempo, oportunidades y espacio de participación, así como también para evitar que una persona o grupo quiera imponer su punto de vista.

La decisión final debe ser tomada en consenso procurando la máxima de la negociación: todos deben tener un grado de beneficio.

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Conclusión

Es importante tener en cuenta que no todas las técnicas de resolución de conflictos son adecuadas para todas las situaciones. Es necesario evaluar cuidadosamente el problema y elegir la técnica adecuada para resolverlo. Además, es importante tener en cuenta la personalidad, el historial y la dinámica de las personas involucradas en el conflicto.

En resumen, las técnicas de resolución de conflictos son herramientas valiosas para mejorar nuestras relaciones personales y laborales. Al aprender a abordar los conflictos de manera constructiva, podemos evitar que se conviertan en situaciones más graves y perjudiciales. Además, podemos mejorar nuestra capacidad para trabajar en equipo, fomentar la creatividad, la innovación y aumentar la productividad.

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