Tener sentimiento de culpa por realizar alguna acción que pueda perjudicar negativamente tanto a nosotros como al entorno, es considerado como normal, aunque su variabilidad está determinada por diferentes razones, como la cultura o crianza, o incluso la percepción de los valores y su propia sensibilidad emocional.
Es por ello, que desde comer algún alimento o hablar a espaldas de un compañero de trabajo, tiende a generar una situación o sensación de culpabilidad, dependiendo claramente de la persona.
Sin embargo, no es tan malo sentirse apenado o culpable, ya que según un estudio publicado en la Revista de Negocios de Harvard, señaló que las personas que poseen mayormente el sentimiento de culpa, son mejores líderes, al dedicarse en mostrar su más alto desempeño, evitando a toda costa los errores, y por lo tanto su actuación es muy positiva.
Igualmente se ha confirmado, que hay una tendencia en que las personas caracterizadas por este tipo de sentimientos, colocan por encima a su familia, amistades o empleo que en sí mismo, puesto que la satisfacción en mostrar su apoyo y observar que está haciendo algo positivo, le permite dejar a un lado ese sentimiento de culpabilidad, por lo que al ser confiables, son menos propensos a mentir o hacer trampa.
¿En qué punto se puede volver peligroso el sentimiento de culpa?
Cuando una persona presenta constantemente este tipo de sentimiento, de acuerdo al Asociación Americana de Psiquiatría, reflejado en los criterios de diagnósticos DSM-5, tiende a asociarse a los síntomas de una depresión clínica, aunque igualmente existe una relación con otros trastornos mentales, tales como:
- Estrés postraumático desde la infancia: Puede percibirse de diferentes maneras, ya que en ciertos casos el niño que sufre abuso de sus padres o al estar bajo una situación crítica, como instinto de supervivencia, la necesidad por ser cuidado o el cariño de los mismos es un hecho, pero que ante su situación actual, su realidad lo afecta emocionalmente, y por ende se tiende a caracterizar por un comportamiento introvertido o con baja autoestima.
Por otro lado si alguna persona que está a su alrededor está haciéndose algún daño y no saber cómo intervenir o apoyarlo, también genera un efecto negativo indirectamente, ocasionando a largo plazo que el sentimiento de culpa se incremente, en especial si observa que la persona sigue sufriendo por el problema, o alguien de su círculo social presenta el mismo cuadro.
- Desorden alimenticio: En el que la persona posee una visión distorsionada de su cuerpo, y por lo tanto piensa negativamente sobre lo que ingesta, comiendo en exceso o al contrario.
- Trastorno obsesivo-compulsivo:Una persona que constantemente necesita realizar ciertas acciones de una cierta manera, por su condición psicológica, si no logra satisfacer lo que su mente le exige, el sentimiento de culpa se mantiene presente, generando que en algunos casos pueda actuar inadecuadamente.
¿Cómo superar el sentimiento de culpa?
Cuando magnificamos o convertimos el problema en algo más grande de lo que realmente es, resulta un gran dolor de cabeza, y por lo tanto la culpa puede mantenerse desde semanas hasta años, lo cual en la mayoría de las veces ocasiona que el nivel de concentración disminuya o que en el peor de los escenarios exista una aislamiento, profundizando el cuadro depresivo, poniendo incluso en riesgo la vida propia, ya que puede tener pensamientos hasta suicidas.
Para verificar si tu comportamiento es racional, es muy útil anotar e intentar responder en una hoja, los tres siguientes aspectos:
- Intensidad
- Duración
- Consecuencias por sentirte negativamente
Luego de responder, considera preguntarte: ¿realmente estás actuando apropiadamente?
Nadie es perfecto, todos cometemos errores
Equivocarse es algo totalmente natural, incluso de los errores aprendemos a mejorar o a superar los obstáculos que en algunos casos no nos permiten llegar a la meta, pero en vez de enfocarte en la caída ¿no es preferible, reconocer el hecho que eres capaz de levantarte y seguir adelante? ¡De esto se trata la vida!
No eres egoísta si de vez en cuando te colocas de primero
Es saludable pensar en ciertos momentos en sí mismo y luego en los demás, puesto que hacer cosas que no necesariamente debas poner por encima otras prioridades, igualmente te pueden otorgar un estado de satisfacción, e incluso mucho mayor.
Puedes corregir el error
Si te sientes mal por consumir algún alimento que le haga daño a tu cuerpo, puedes optar por comida saludable o acudir a especialista, para que así te sientas más cómoda con tu apariencia física.
Si tienes la razón, no te dejes persuadir por el culpabilizador
En el trabajo o el hogar, puede que nos encontremos con personas que nos culpen o que constantemente hagan incapié en un aspecto negativo, en el que incluso seamos desde sus puntos de vista, los culpables de algún hecho, sin embargo, si no es así, no tienes que tomártelo personal, y puedes hacerle saber a la persona que en realidad no depende de ti la situación y existen otros factores que hacen o generan el problema, y para bajar la tensión, plantéale posibles soluciones, permitiendo así proteger tu salud mental y el ambiente en donde constantemente te desenvuelves.
Última práctica: ¡Perdónate! No te quedes pensando una y otra vez en la situación problemática, sácale provecho a ello y supera tus miedos. Si no tomas iniciativa será más complicado superarlo o pasar la página ¿no crees?.
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