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Cómo salvar mi matrimonio con terapia online desde casa

Los matrimonios no son un contrato irrompible.

Las personas que se casan, no solo tienen el derecho, sino que a veces tienen el deber de finalizar su relación.

Sin embargo, en esta cultura de usar y tirar, podemos llegar a pensar que las relaciones de este tipo también son una especie de nexo desechable.

Tal forma de ver el matrimonio y las relaciones de pareja en general disminuye la posibilidad de que se valoren otras instancias como  la terapia, específicamente, la terapia online.

Antes de llegar al punto de la terapia importante destacar que hay un trabajo personal que se debería hacer para aumentar las probabilidades de éxito.

Comencemos.

 

Cómo salvar mi matrimonio con terapia online [3 claves fundamentales]

 

1. Recuerda por qué te enamoraste de esa persona

Cuando estás en la tormenta de una relación complicada es difícil que veas lo bueno que te gustó de esa persona.

En casos en los que las discusiones se hacen frecuentes el ambiente es hostil.

Esta hostilidad hace que te desconectes de aquello que te atrajo de esa persona, no solo en lo físico, sino también en lo que se refiere a su personalidad.

Normalmente, esas razones que te enamoraron están ahí, pero has dejado de verlas porque te acostumbraste y se hicieron comunes.

En otras palabras, “perdieron valor para ti porque se hicieron comunes”.

 

2. Filtra los consejos de personas ajenas a la relación

Mucha gente quiere salvar su matrimonio y, en ese empeño, pide consejos a quien se aparezca en los alrededores de la relación.

Generalmente, quienes opinan, tienen una vida que dista mucho de aquello que aconsejan.

Ven soluciones claras para tu relación que no aplican en la suya.

Este es tan solo uno de los casos.

También te conseguirás con algunas personas malintencionadas que te darán cualquier consejo que vaya en contra de tu propósito.

No a todos les gusta ver parejas solucionando sus problemas. Presta atención a este tipo de “opinadores de buena voluntad”.

La ayuda especializada no consiste en brindar consejos. De hecho, esto es lo que menos se hace en una sesión de terapia psicológica.

Lo fundamental es entender lo que te está pasando para ayudarte a generar estrategias que te permitan cambiar la situación.

Nota: en este apartado hacemos una excepción y es la que se refiere a casos de maltrato o violencia.

En casos así sucede que la persona afectada ignora los consejos de sus personas allegadas, incluso de los especialistas.

Cualquier acción que vaya en resguardo de tu vida debe ser prioritaria.

 

3.Suspende la necesidad de controlar la situación, no tienes por qué controlar el proceso.

 

Uno de los errores más recurrentes en personas que se preguntan cómo salvar su matrimonio es la necesidad de controlar el proceso.

Y cuando decimos proceso nos referimos a variables como:

  • Modo en que se hacen las cosas
  • Tiempo para ver resultados
  • Etapas que deben vivirse sin saltarse pasos

 

Una de las claves de todo trabajo terapéutico es dejar que el terapeuta haga su trabajo.

En este caso, los acuerdos deben quedar establecidos desde el principio.

No temas preguntar sobre aspectos como la duración promedio del proceso, los precios, las expectativas sanas que puedes generarte, etc.

Si esta información es clara desde el inicio, tendrás sentirás menos tentación por apurar las cosas.

Toma en consideración que las dinámicas humanas no son robóticas y que no tienen esquemas exactos para llevarse a cabo.

Lo positivo de los acuerdos establecidos con claridad es que tendrás indicadores que te permitirán evaluar qué es lo que estás logrando.

En caso de que lo que estés logrando no se corresponda con lo que esperas, bien puedes evaluar cuánta responsabilidad pudiera tener el terapeuta y probar con otro.

Eso sí, no caigas en la trampa de atribuirle la responsabilidad absoluta de lo que pase.

En procesos complejos como estos un terapeuta simplemente puede no acoplarse a lo que estás buscando. Eso es normal, pero ten en cuenta que la interacción con tu pareja también tiene que pasar a revisión frecuente.

 

Cómo salvar mi matrimonio si él o ella no quiere

Imagina el siguiente escenario:

Alguien te invita a un lugar desconocido, pero tú no quieres ir.

De hecho, no quieres ir porque tu relación con esa persona no es buena. Además, en ese momento específico lo que tú quieres es ir a otro lugar.

¿Irías? Seguramente no.

Comenzar con terapia para parejas es una invitación a la que no necesariamente ambos integrantes de la pareja quieran asistir.

Ese es un escenario real y hay que estar preparado para ellos.

Digamos que se trata de entender que en este tipo de casos no hay una sola vía y que esto es mejor conversarlo desde el principio.

La terapia de pareja nunca debe iniciarse con la única expectativa de seguir juntos.

A veces, el acompañamiento psicológico sirve para que ambos terminen la relación en buenos términos y para que cada uno sepa como abordar el fin de la relación.

Las personas en relaciones que no continúan después de la terapia deberían también asistir a terapia, bien sea de forma presencial u online.

Esto los ayudará a gestionar la ruptura de mejor forma y a trabajar en aquellas situaciones que pudieron interferir durante la relación.

El fin de una relación no implica que nunca más vayas a tener otra. Si te preparas de mejor forma, aumentarás la posibilidad no solo de tenerla, sino de que esta vez sea más plena.

 

Conclusión acerca de Cómo salvar mi matrimonio con terapia online

El matrimonio es antes que todo un contrato.

Cuando dos personas deciden casarse, cada uno de ellos, de alguna forma, está estableciendo acuerdos que deben respetarse.

Uno de los problemas más comunes surge cuando estos acuerdos no quedan claros y, por supuesto, cuando no se cumplen.

Pero esa no es la única causa por la que un matrimonio tiene conflictos.

Problemas como la comunicación y la incompatibilidad de caracteres pueden derivar en una crisis matrimonial.

Sea cual sea el escenario, (si incluye violencia física hay que hacer otras valoraciones) la relación puede cambiar y, gracias a la terapia, puede mejorar.

Este proceso es más fácil de empezar cuando se comprende que casi nadie se prepara para la vida en pareja y que, con dedicación y participación de ambos integrantes, sí es posible un cambio para mejor.

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