Para bien o para mal, estamos condenados a sentir.
La rabia, por supuesto, está siempre presente en nuestro abanico de emociones.
Algunos la gestionan mejor que otros y la expresan en modos que pueden considerarse como sanos.
Otros en cambio, tal vez por su propio temperamento, por el contexto en que la aprendieron a expresar o por una mezcla de ambas, pueden sentir que estallan ante el más mínimo estímulo de rabia.
Sea cual sea el escenario, algo que debes tomar en cuenta es que la rabia casi siempre es hacia alguien, incluso hacia ti mismo.
Es poco común que nos enfademos con un animal y mucho menos que lo hagamos con un objeto.
Estos 10 trucos para aprender cómo gestionar la rabia hacia una persona pueden ayudarte a tener relaciones más sanas y a evitar conflictos.
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¿Cómo gestionar la rabia hacia alguien?
1. Asegúrate de saber hacia quién sientes rabia
Para saber cómo superar la rabia hacia una persona, por obvio que parezca, es importante asegurarse de no estar dirigiendo la atención hacia la persona equivocada.
A veces, por la misma dinámica en que vivimos, expresamos nuestra rabia hacia las personas equivocadas.
Por decirlo de algún modo, hacemos que “paguen justos pecadores”.
Esto es contraproducente porque termina por afectar el nexo con otras personas que no tienen nada que ver con el origen de la rabia.
2. Acepta que sientes rabia
Una de las frases que mejor ilustra el error en que incurrimos cuando negamos algo que es evidente la expresó el psicoanalista Carl Jung hace algunos años.
“Lo que resistes, persiste”, expresó en su momento hacia aquellas situaciones que no se superan por falta de aceptación.
Sentir rabia es válido y legítimo. Que las frases trilladas de Facebook o Instagram no te desvíen de tu propia naturaleza.
3. Viaja en el tiempo
─ “Tengo mucha rabia acumulada y voy a explotar”, piensas cuando sientes que no puedes más.
Pregúntate por lo que puede pasar en un futuro cercano una vez que hayas “explotado”.
Tómate un par de minutos e imagínate el futuro dentro de una hora, 6 horas, 1 día o varios.
¿Es ese el futuro que quieres? Aun cuando no tengas absoluta certeza de cómo sucederán las cosas, ¿el escenario que visualizas se torna caótico después de tu “explosión” o podrás conversar con tranquilidad acerca del origen de la rabia?
4. Suspende conversaciones
No tienes por qué conversar si tu emoción predominante en ese momento es la rabia.
Practica decir que no e irte.
Suspender una conversación y retomarla más adelante es mucho más sano que conversar de manera forzada o con las consecuencias que se pueden esperar de hacerlo desde la rabia.
5. Habla en primera persona y señala el hecho preciso que te molesta
Si algo te molesta, hazte responsable de lo que sientes.
Esto ayuda a “liberar” esa sensación de que te agredieron u ofendieron y pone en perspectiva a la otra persona para que comprenda mejor que lo que te sucede es importante.
Además, evita que apeles a las ofensas. Por ejemplo, el lugar de decir “eres un desconsiderado”, prueba con “me molesta cuando dejas tu ropa tirada en la cama”.
Esta es una clave útil para aprender a cómo controlar la ira en la pareja.
6. Practica alguna actividad intensa
Imagina que vas a conversar con alguien y que tienes toda esa energía de la rabia acumulada.
El resultado será, cuanto menos, insatisfactorio.
Una actividad física intensa como bailar, trotar u otro ejercicio que implique un esfuerzo físico considerable te prepararán de mejor forma para controlar la rabia que puedas sentir en un momento hacia una persona.
7. Considera el arte como una forma de expresar la rabia
El arte, por ejemplo, es un gran catalizador de la rabia.
Aun cuando no dispongas de materiales profesionales para practicar la pintura, unos pocos creyones o lápices bastan para que descargues parte de lo que sientes sobre una hoja de papel.
Dale rienda suelta a los trazos. Esto no se trata de convertirse en artista, sino de lograr que la rabia no te supere.
8. La escritura es una gran aliada, practícala
Entre las actividades para trabajar la ira en adultos esta es una de las predilectas, no solo en las situaciones más comunes de rabia sino también en terapia psicológica profesional.
Escribe todo eso que te gustaría decirle a otra persona. Permítete decir lo que sea.
De cualquier modo, solo será para ti.
Luego, puedes leer lo que escribiste y darte cuenta de ideas que tal vez ni siquiera tenías claras, incluso, de que el motivo por el que sientes rabia no es como lo estabas viendo.
9. Busca ayuda profesional
Muchas veces creemos que tenemos que gestionar solos aquello que nos cuesta.
¿Por qué si para resolver un problema mecánico con tu auto buscas ayuda profesional, no sucede lo mismo con lo que te afecta en lo emocional?
En la búsqueda de fórmulas acerca de cómo controlar la ira y la agresividad la mayoría descarta la ayuda psicológica profesional.
Con esto, lo que se dicen de forma indirecta es que ellos tienen que solucionar sin ayuda algo que tal vez sea muy complejo de resolver.
Si lo necesitas, si sientes que la rabia te desborda, pide ayuda. No tienes por qué sentir vergüenza por ello.
Conclusión acerca de cómo gestionar la rabia hacia una persona
La rabia es necesaria.
Actuar como si no existiera o pretender ocultarla puede ser como ignorar una llama que puede convertirse en un incendio.
No te la guardes, pero evita expresarla si las condiciones no están dadas.
Evalúa el contexto y cómo estás tú en el instante en que la sientes.
No tienes por qué expresársela a esa persona si no lo consideras apropiado en ese momento.