¿Te preocupa que las demás personas no correspondan a tu deseo de intimidad? ¿Te da miedo que tu pareja te “abandone”? El estilo de apego que aprendemos en nuestra infancia determina la forma en que nos relacionamos en etapas posteriores, por supuesto, la adultez incluida.

Conoce a continuación cuáles son los estilos de apego y cómo es que el estilo de apego ansioso ha influido en tu vida para que relacionarte en pareja.

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¿Qué es y cuáles son los estilos de apego?

Los estilo de apego se desprenden a partir de la Teoría del Apego de John Bolwby, un psicoanalista inglés quien postuló la importancia del contacto con la madre o la fuente de cuidado en los primeros años de vida.

Sus estudios y reflexiones fueron continuadas luego por otros colaboradores y terminaron por configurar un esquema con 4 estilos de apego que pueden evidenciarse en distintos ámbitos de la vida, pero sobre todo, en el ámbito de las parejas. Estos estilos son:

Estilo seguro

Son personas que en su infancia experimentaron la seguridad de saberse cuidados. Tienen sentimientos profundos de seguridad y confianza. En materia de relaciones de pareja, suelen tener relaciones largas y más sanas que otros estilos de apego.

Estilo evitativo

Las personas con este estilo de apego aprendieron que su madre o fuente de cuidado no estaba disponible, aun cuando estuviera presente. Por ejemplo, un niño de este estilo podía llorar, pero no era atendido con la suficiente premura o, simplemente, era ignorado. Ante tal circunstacia, asumió que lo mejor era evitar esas conductas que tenían como finalidad relacionarlo con los demás.

Si sus necesidades emocionales no fueron atendidas, lo mejor es generar distancia en los vínculos para no tener que sentir la frustración de ser ignoradas.

En el ámbito de parejas funcionan de una forma similar, con lo que procuran una distancia emocional que les evite el riesgo de ser ignorados por sus parejas. Lo paradójico es que se enamoran, pero como no saben o quieren demostrarlo, sufren y su pareja lo hace con ellos.

Estilo ansioso o ambivalente

Su principal miedo es que los abandonen. También sufrieron de carencias afectivas en sus primeras etapas, bien fuera porque su madre o principal fuente de cuidado se mostró distante o porque no estuvo físicamente en esos momentos.

Sienten la necesidad de mostrarse «pegajosos» en la relación porque creen que esto les ayuda a conservarla. Pueden ser invasivos y tener altas demandas emocionales que difícilmente logran ser cubiertas por sus parejas.

Estilo desordenado

En este estilo no hay una predominancia clara, así que alguien se puede mostrar evitativo o ansioso en distintos puntos de su vida. Como en los dos casos anteriores, la persona sufre porque quiere relacionarse con alguien de forma profunda, pero tiene dificultades para hacerlo.

¿Cuáles son los signos de apego ansioso en los adultos?

Hay claves fundamentales que vale la pena conocer y que te pueden ayudar a entender por qué tus relaciones de pareja han sido como han sido hasta la fecha.

Bien puede tratarse de que tu pareja o tú los tengas. Presta atención.

• Necesidad de sentir el apoyo de otros de forma constante. Puede excusarse en ello para justificar lo que le sale mal.
• Quiere escuchar comentarios de reafirmación para sentirse suficientemente buenos.
• Le afecta tremendamente no ser aceptado por alguien o por un grupo.
• Tiene una visión negativa acerca de sí mismo, lo cual es un reflejo de su poca autoestima o pobre autoconcepto.
• Como quiere mantener a su fuente de seguridad a toda costa, opta por no poner límites.
• Se angustia cuando alguien no está disponible.
• Le da miedo estar solo.
• Tiene pensamiento rumiativos en los que proyecta un futuro caótico sin esa persona que le hace sentir seguridad.
• Tiene dificultad para regular sus emociones, por lo que puede actuar de forma desmedida ante situaciones en las que se sienta abandonado.
• Ataques de pánico, sobre todo, si después de revisar la historia, hubo un capítulo de separación infantil.

¿Cómo es la relación con una persona de estilo de apego ansioso?

Una persona con estilo de apego ansioso puede sentirse muy insegura a partir de eventos como los siguientes:

• Su pareja se muestra distante
• Su pareja no se da cuenta de algún cambio suyo como un nuevo color de uñas o un pequeño corte de cabello.
• Si no recibe atención a lo que está diciendo.
• Cuando su pareja no contesta llamadas o mensajes.
• Si su pareja olvida alguna fecha significativa.

Es común que una persona con este estilo de apego tenga como pareja a una del estilo evitativo, por lo que el escenario que se proyecta no es para nada auspicioso, por supuesto, a menos que ambos tengan clara su forma de relacionarse y decidan trabajar seriamente en ella.

Algunas características de alguien con apego ansioso son:

Miedo al rechazo

Alguien con estas características evitará a toda costa el rechazo, pues este es un paso que juzgará como previo al abandono. En tal sentido, intentará complacer a su pareja tanto como pueda, incluso si tiene que «borrarse» de la relación omitiendo sus expectativas y deseos.

Necesidad constante de tranquilidad

Esta tranquilidad la buscará a partir de la presencia de su pareja o de palabras de afirmación. Ten en cuenta que su deseo es sentirse seguro o segura, por lo que, para lograrlo, puede llegar a ser «pegajoso». La idea es que la fuente de seguridad esté cerca y disponible tanto tiempo como pueda.

De hecho, un rasgo característico es que a alguien con apego ansioso le cuesta mucho estar sin pareja, por lo que pasan poco tiempo solteros para evitar la ansiedad que esto les genera.

Pueden pasar de relación en relación sin entender qué les hace actuar de este modo y, por supuesto, relacionarse con las personas equivocadas porque no se dan tiempo de conocer a sus potenciales parejas.

Sensación de poco valor

Las personas con estilo de apego ansioso pueden sentirse resentidas porque consideran que no son valoradas por sus parejas como deben o porque no son amadas en la misma proporción.

Esto les hace sentir aun más desconfianza y mayor preocupación. Mayor preocupación equivale a mayor insistencia por recibir esas muestras de afecto o valoración, con lo que las puertas para las discusiones y los conflictos también se abren.

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¿Qué hacer si crees que tu estilo de apego es ansioso?

Las heridas emocionales de este tipo toman tiempo y trabajo, pero eso no debe desalentarte de hacerlo, pues los resultados cambiarán por completo la forma en que te relacionas con los demás.

Estas son algunas acciones efectivas:

• Realiza actividades que te ayuden a relajar tu sistema nervioso: deportes, yoga, meditación u otras que sean de tu agrado.
• Exponte a lugares y actividades a las que vayas sin tu pareja o sin alguien a quien conozcas. Prueba con tours, ve al cine solo o sola. Al principio te será incómodo, pero poco a poco irás ganando confianza y desarrollarás el gusto por tu espacio.
• Trata a tu niño interior como te gustaría que te hubiesen tratado. Muestra compasión cuando te equivoques, trátate con amor.
• Establece límites. Esto es algo que a muchos les cuesta, pero empieza por pequeñas decisiones que fortalezcan tu dignidad.
• Desafía tus creencias. ¿Es cierto que tener pareja es indispensable para vivir? ¿Es cierto que no se puede estar solo y bien?
• Cuídate. Normalmente, las personas con estilo de apego ansioso dejan muchas de sus responsabilidades fundamentales en manos de su pareja u otra persona. Acciones como seleccionar los alimentos que comerás, los cuidados que tendrás y con quienes rodearte son formas de autocuidado que te hacen ser menos dependiente.
• Asiste a terapia. El punto de vista y el método que pueda aportarte un profesional es siempre valioso y te ayudará a cumplir tu objetivo de relacionarte desde un apego seguro.

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