Cuando el escritor francés Antoine de Saint-Exupéry escribió El Principito, puede que ni siquiera haya sospechado el alcance de esta obra y el impacto que tendría sobre distintas culturas alrededor del mundo.

Es que da para muchos ámbitos y siempre lo hace bien, incluso para el amor romántico, lo cual no deja de ser llamativo porque, en apariencia, es una obra para niños (asunto muy discutible).

A continuación te mostramos las que más nos gustan y las analizamos una por una.

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1. Me pregunto si las estrellas se iluminan con el fin de que algún día, cada uno pueda encontrar la suya

Aunque el primer amor que debemos experimentar es aquel que sentimos hacia nosotros mismos, es innegable que enamorarse y experimentar el amor con otra persona es algo muy satisfactorio. Esta es una de esas frases que se puede compartir perfectamente entre los miembros de una pareja para recordarle al otro la importancia que tiene en nuestra vida.

2. Todas las personas mayores fueron al principio niños. (Aunque pocas de ellas lo recuerdan)

Casi siempre nos enamoramos como adultos, aun cuando queremos hacerlo con la inocencia y la energía de los niños. Si tan solo recordáramos más seguidos cómo era que sucedía eso cuando estábamos en la infancia es probable que nuestras formas de vivir la vida en pareja sería más satisfactoria y plena.

3. Fue el tiempo que pasaste con tu rosa lo que la hizo tan importante

Toda relación se fortalece en la medida en la que le dedicas tiempo de calidad. Al inicio le invertimos mucho tiempo, pero luego esa tendencia va disminuyendo gracias a los quehaceres y actividades diarias. No está de más hacer una revisión de cuánto tiempo, pero sobre todo, de qué calidad, le estamos dedicando a nuestra relación.

4. Si uno se deja domesticar, corre el riesgo de llorar un poco

Las relaciones de pareja requieren de límites claros. Lamentablemente, esto no siempre sucede así, pues en las primeras etapas de la relación se suele permitir agravios y faltas en nombre del enamoramiento. Estar en una relación sin límites es exponerse al sufrimiento.

5. Debí haberla juzgado por sus actos y no por sus palabras

Aunque las palabras también son hechos, estas entran dentro de una categoría distinta a las acciones visibles. En el amor y en las relaciones hay que revisar cuáles son las acciones que cada uno realiza, sobre todo, aquellas que nacen a partir de promesas.

6. Lo esencial es invisible a los ojos

Esta tal vez sea la frase más conocida de El Principito y, aunque requiere de pocas explicaciones, hace alusión a que aquello que es verdaderamente sublime, aquello que es profundo para los humanos y la vida, no es algo que esté a simple vista.

7. Será necesario que soportes dos o tres orugas si quieres conocer las mariposas

Vivir en la inmediatez es una ilusión que trae sufrimiento. Las mejores cosas de la vida suelen tardar un tiempo superior al que nosotros planificamos. En el amor no es distinto. Las metamorfosis, las verdaderas transformaciones suceden después de procesos en los que hay que adentrarse en las profundidades de cada uno. La paciencia y la constancia juegan un rol fundamental.

8.  Amar es permitir que seas feliz, aún cuando tu camino sea diferente al mío. Es un sentimiento desinteresado que nace en un donarse, en darse por completo desde el corazón. Por eso, el amor nunca será causa de sufrimiento

Solemos asociar el amor romántico o de pareja con la idea de retener, de hacer todo lo posible para que esa persona que amamos sea como nosotros queremos que sea. Esta forma de ver el amor es contraproducente y dañina para ambos. El amor es libertad, es permitir que el otro sea quien decida si su camino es cónsono con el nuestro, aun cuando sea distinto. En ese acto hay entrega, pero no la asfixia de querer controlar sus acciones.

9. Cuando una persona dice que ha sufrido por amor, en realidad ha sufrido por querer, no por amar

Querer y amar son verbos distintos, pero solemos usarlos como equivalentes idénticos. El error radica en que el primero es un verbo que implica el deseo de poseer. En cambio, amar es lo contrario. En el amor hay, la sensación de fondo no implica poseer nada. Se ama porque se siente, porque es algo que nace. A partir de ahí surgen acciones específicas para demostrarlo, pero no tienen la intención de retener algo o a alguien.

10. Por supuesto que te quiero. Es mi culpa que no lo hayas sabido todo el tiempo

Dar por sentado que la otra persona sabe que la quieres es uno de esos errores frecuentes que acaba con las relaciones de pareja. Suponer que el otro sabe que lo quieres y que es importante para ti solo porque están juntos es una forma torpe de practicar el amor. Si amas a alguien, díselo. Si te cuesta decírselo, exprésaselo con detalles significativos. No des nunca por sentado que tu pareja sabe que la amas.

11. Si logras juzgarte bien a ti mismo eres un verdadero sabio

Es fácil mirar a los demás y juzgarlos como si fuéramos dueños de la verdad, como si supiéramos perfectamente lo que le pasa al otro y la naturaleza de sus actos. Sin embargo, mirar hacia adentro es una tarea mucho más difícil y que requiere verdadera habilidad para autoobservarse. La valentía de quienes se miran a sí mismos y asumen sus errores hace que las relaciones sean mucho más sanas y fructíferas. Si quieres tener una relación sana, obsérvate y profundiza en aquellas situaciones que otras veces no te has atrevido a ver.

12. Hay que exigir a cada uno lo que cada uno puede hacer…

A veces exigimos y pedimos acciones a los demás que no pueden hacer. No se trata siempre de que no estén capacitadas para hacerlo, sino de que muchas veces no están en el momento adecuado de sus vidas o de que no saben cómo hacerlo. Todo esto no es más que un indicativo de que la compasión debe ser un valor fundamental en nuestras vidas.

13. La palabra es fuente de malentendidos

Aunque esta es solo una cara de la moneda, la palabra puede generar malentendidos en las relaciones cuando no se usa de manera consciente. El poder de todo lo que decimos es inconmensurable, pues modifica las dinámicas relacionales para bien o para mal.

14. ¡Es tan misterioso el país de las lágrimas…!

La tristeza, y la mayoría de emociones, es a veces difícil de descifrar. Si hablamos del mundo romántico o de pareja, esta frase cae como anillo al dedo porque muchas veces nos enseñan a que las emociones no tienen importancia, sobre todo aquellas mal consideradas como negativas. Además, expresar lo que se siente es visto por algunos como una muestra de debilidad. Si de algo estamos convencidos es de que, para tener una relación sana de pareja, es fundamental ahondar en nuestras emociones y aprender formas asertivas de expresarlas.