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Consecuencias psicológicas del aborto

Riesgo de aborto

Muchas personan mantienen la falsa creencia de que el aborto es algo relativamente sencillo; que luego de que el feto haya salido del cuerpo de la madre todo estará bien porque lo más difícil «ya sucedió». Por supuesto que también conocemos las grandes consecuencias y riesgos físicos que puede conllevar esto, pero ¿te has preguntado alguna vez que siente o puede sentir una mujer luego de abortar?

Cuando este proceso ocurre de manera espontánea, suele ser un trabajo muy duro para la mujer que lo sufre debido a que puede ser físicamente doloroso. Sin embargo, también puede ocurrir que la mujer comience a presenciar diferentes estados de ánimo. Esto se debe al mismo proceso de aborto. También es necesario saber que no en todas las ocasiones pueden haber cambios psicológicos.

Los problemas y cambios psicológicos negativos no siempre ocurren tras abortar, ya que todo depende de la persona, de sus patrones de pensamiento y comportamiento, de si el proceso ha sido voluntario o involuntario, entre muchas otras opciones. Por ejemplo, si el proceso es involuntario o espontáneo se es más propenso a sufrir verdaderos problemas e incluso traumas psicológicos; y mucho más si se tenía una profunda ilusión y/o alegría.

Un aborto proveniente de un embarazo no deseado puede ser mucho más llevadero, ya que al abortar de manera inducida te mantenías preparada psicológicamente para enfrentar dicha situación. Ahora bien, si es un embarazo deseado y por alguna u otra razón abortas de forma espontánea, estarás mucho más propensa a sentirte mal emocional y sentimentalmente.

Riesgo de aborto

Cabe destacar que el hecho de haber abortado de manera inducida no significa que te mantendrás completamente libre de daños o afecciones psicológicas. Muchas mujeres luego de abortar de manera consensuada, comienzan a sentirse muy culpables, se infravaloran, se auto-juzgan y si esto no es tratado a tiempo con la ayuda de especialistas, pueden caer fácilmente en depresión. También puede ocurrir que luego de abortar espontáneamente y el embarazo era deseado, la afectada sufra por muy poco tiempo el cambio que su cuerpo acaba de pasar; por supuesto, estos casos son mínimos, ya que la mayoría de las mujeres que buscan salir embarazadas suelen estar muy conformes y emocionadas con su embarazo.

¿Qué consecuencias psicológicas puedes sufrir luego de un aborto?

Luego de abortar puedes sufrir una gran cantidad de cambios psicológicos reversibles. Entre esos cambios puedes sentirte con mucha confusión, con ataques de ansiedad repentinos y con cambios emocionales bruscos. Por lo general las mujeres que han abortado recientemente suelen sentirse enojadas, tristes y con una sensación de vacío. Hay incluso casos más extremos donde sienten una total desconexión de su realidad y de sus emociones; pueden sentir incluso que la vida ya no tiene sentido.

Una consecuencia un poco más avanzada es el aislamiento social. Cuando una mujer aborta, no sólo piensa en lo que ella siente, también se dará cuenta que todas aquellas amistades, familiares e incluso su propia pareja se verán afectados por el cambio que ella está llevando acabo dentro de sí.

Un aborto no perjudica solamente a la madre y al feto, también afecta a todas aquellas personas que en algún momento le tomaron cariño a la idea de que exista una pequeña criatura por ahí corriendo y haciendo desastres. Por esta razón, la mujer comenzará a sentir cierta incomodidad al momento de salir a relacionarse nuevamente con otras personas. La socialización puede incluso ser fatigosa si se lleva a acabo de una forma obligatoria.

Por supuesto, en muchos casos también se habla de la gran cantidad de pesadillas e insomnios que sufren las afectadas. Otras veces se habla de un rechazo hacia todo aquello que tiene que ver con bebés e infantes; ya que por supuesto, reavivan los recuerdos o pensamientos que tenían en el pasado relacionados con el bebé abortado. Muchas personas también hablan de un creciente y preocupante miedo a la muerte o tanofobia. Cuando una mujer sufre de un aborto espontáneo, el efecto en sus patrones de pensamiento pueden llevarla a pensar en lo frágil que somos y en la gran cantidad de consecuencias que podrían suceder a nuestro alrededor si morimos; como por ejemplo, el gran daño y dolor que sufrirán nuestros seres queridos.

Hay que tener en cuenta que el hombre o el padre también puede sufrir consecuencias psicológicas que pueden afectar profundamente su vida diaria. Ambos, tanto padre como madre, pueden sufrir una dramática falta de líbido o apetito sexual; ya que su cerebro asocia irremediablemente dichas acciones con el proceso de embarazo. También se puede presentar una grave falta de comunicación dentro de la relación amorosa (si es que existe) y diferencias entre la manera en que la madre y el padre afrontan la pérdida. El aborto se siente como un luto, donde cada persona sufre algún tipo de desgaste o cambio psicológico; aunque por supuesto, no afecta a todos los implicados.

Se presenta también un fuerte golpe al autoestima. Esto suele ocurrir cuando se aborta de manera inducida; la madre se siente culpable por abortar y con el tiempo, de no ser tratado de manera profesional, esto puede afectar significativamente su autoestima. También se comienza a sentir miedo al futuro, al no saber qué problemas familiares pueda causar este proceso e incluso un miedo irracional a nunca recuperarse de la pérdida.

Por supuesto, ya que los problemas psicológicos no sólo son efectos sino también causas de otros problemas, los afectados (tanto padre como madre) pueden sufrir de enfermedades como la gastritis nerviosa que no es más que una enfermedad causada por la ansiedad, el estrés y el enojo constante. Por todo esto y mucho más, la mejor opción que tienes luego de presenciar o sufrir un aborto es asistir a un psicólogo. La asistencia profesional te ayudará a prevenir cualquier patrón de pensamiento que puedas adoptar y que te lleve a generar problemas en tu futuro.

Asiste a un psicólogo; ya que de no hacerlo te arriesgas a sufrir de alguna enfermedad peor a futuro o incluso a caer un círculo vicioso negativo o depresivo.

 

 

 

 

 

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