Entre las relaciones más complejas que existen entre los seres humanos están las de pareja. Estas revelan casi mejor que ninguna el ser que cada uno es. En tal sentido, es frecuente que aparezcan nuevas categorizaciones de conductas en este ámbito que resultan dañinas. Una de ellas es el zombieing.

A continuación, conocerás de qué se trata y cómo cuidarte de él.

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¿Qué es el zombieing?

Un zombie se caracteriza por “revivir”. Esa es su definición más básica: alguien que ya dabamos por muerto y, según el relato fantástico que conozcamos, vuelve a una especie de vida que no es necesariamente vida.

Y no es vida porque, aunque tiene signos vitales, no se detiene a reflexionar acerca de lo que hace o le pasa ni en lo que el otro siente.

El fenómeno del zombieing tiene mucho de esto que mencionamos.

Cuando hablamos de zombieing nos referimos al retorno de una persona con quien tuviste una relación de pareja o con quien entablaste un grado de interés en común, incluso sin haber formalizado la relación, por ejemplo una cita.

El antecedente que mejor relacionamos con esta conducta es el ghosting, esa noción que describe la huida que muchos emprenden cuando la relación empieza a hacerse más íntima.

Sin embargo, esto es distinto porque el o la “zombie” en cuestión no desaparecieron del todo, incluso cuando pasen largos periodos sin comunicarse contigo. Es cierto, se fueron, a veces sin dar explicaciones, pero un día cualquiera deciden volver a comunicarse contigo.

En su visión de vida, un ex o una persona con quien salieron es alguien sobre quien se tiene cierto derecho según las circunstancias.

Si se tiene deseos de salir con alguien, de sexo, de compartir comidas o de recibir algo de atención, entonces su radar amplía su rango de acción a personas que tuvieron un tipo de relación con ellos, da igual que tengan pareja o no.

¿Por qué se da el zombieing?

En asuntos de conducta humana no hay una sola respuesta o, al menos, no es común que suceda.

Esta no podía ser la excepción.

Si hay un rasgo común entre los llamados “zombies” es que, la mayoría de veces” desaparecen sin avisar. Eso hace más complejo su análisis porque cuando una relación se acaba con las razones claras del rompimiento, llegar a la aceptación es menos largo.

En cambio, las desapariciones sin aviso y sin explicación dejan un sinsabor acompañado de un saco lleno de preguntas como “¿Fui yo?”, “¿hice algo malo?”.

Aclaremos antes que, aunque la decisión de la otra persona se base en tu forma de ser, incluso así, mereces una explicación. Eso no significa que te la vayan a dar ni debas obligar al otro a que te la dé. Es algo con lo que es conveniente aprender a vivir.

Una vez que tenemos esto claro, lo siguiente es entender que cada quien se relaciona desde sus aprendizajes, sus miedos y sus anhelos.

Hay muchas personas con un estilo de apego evitativo. Esto significa que se relacionan con sus parejas o potenciales parejas con el miedo a que el nexo se haga profundo. Esto los aleja y los asusta.

Por otra parte, hay quienes disfrutan recibir atención y “se aburren” cuando no la tienen. Ellos o ellas parten de la idea de que, si alguien ya se las dio una vez, ¿por qué no volverían a dársela?

Además, también hay circunstancias de vulnerabilidad que motivan a otro a contactar, bien sea a un ex o a alguien con quien salieron. Algunas tan frívolas como el despecho por otra persona.

Por supuesto, para otros el asunto es más sencillo y se reduce a la necesidad de tener compañía o sexo.

En cualquier de los casos las consecuencias pueden ser muy nocivas para la persona buscada porque es ahí cuando empiezan las conjeturas acerca del propósito de aquel “aparecido” que había decidido, aparentemente, dejar de relacionarse con ese alguien que ahora parece ser objeto de interés de nuevo.

Consecuencias del zombieing

A continuación, se presentan algunas de las consecuencias más comunes del «zombieing»:

Ansiedad y estrés emocional: Para la persona que ha sido «zombieada», la reaparición repentina de la persona puede traer de vuelta sentimientos que se creían olvidados. Esto puede generar una gran ansiedad y estrés emocional, y hacer que la persona se sienta insegura en sus relaciones futuras.

Confusión emocional: El «zombieing» puede ser una señal de que la persona que reaparece no tiene una buena capacidad de comunicación o no sabe cómo manejar adecuadamente una relación. Si la persona no puede explicar por qué desapareció en primer lugar, es probable que se produzcan problemas similares en el futuro.

Daño a la autoestima: El «zombieing» puede hacer que la persona se sienta inadecuada, cuestionando su propio valor y autoestima. La idea de que alguien puede desaparecer y luego reaparecer como si nada hubiera pasado puede hacer que la persona se sienta poco valorada e insignificante.

Pérdida de confianza: Si la persona reaparece sin una explicación satisfactoria, es posible que la relación se vea dañada de forma permanente. Esto puede hacer que la persona pierda la confianza en sí misma y en los demás, lo que puede afectar negativamente a todas las relaciones futuras.

Conclusión

En resumen, el «zombieing» es un comportamiento poco saludable que puede tener consecuencias negativas para todas las partes involucradas. La mejor manera de evitarlo es mantener una comunicación abierta y honesta en las relaciones, y tratar a los demás con respeto y consideración. Si alguien desaparece de tu vida sin una explicación, lo mejor es seguir adelante y operar en relaciones más saludables y positivas.

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