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7 pasos para dejar de ser emocionalmente dependiente en tu relación

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Mientras que estás en pareja es difícil no tener algún grado de dependencia emocional.

Sin embargo, hay un grado de esta que se vuelve insana y que debe ser atendida tan pronto como se pueda para evitar que pase a mayores con el tiempo.

La mejor manera de identificar la dependencia emocional es cuando sientes que sin la otra persona, tu vida, prácticamente, no tiene sentido.

Todo el tiempo estás deseando que te preste atención o que apruebe tus acciones. Paradójicamente, el grueso de la atención deberías dártela tú, pero no sucede así.

Estos son 7 pasos para dejar de ser emocionalmente dependiente en tu relación de pareja.

1.    Dedícate cuidados

La dependencia emocional se caracteriza porque es más fácil conectarse con las necesidades de los demás que con las propias.

En tal sentido, hechos de autocuidado son fundamentales. Y eso incluye el mundo emocional porque es imposible que puedas atender desde el bienestar este tipo de necesidades en otra persona si antes no las atiendes en ti.

Revisa cuáles son esos ámbitos de tu vida en los que puedes mejorar: alimentación, deporte, estudios, recreación y salud emocional. Entonces trázate un plan con metas sencillas en los que tú seas la prioridad.

 

2. Redefine la soledad y vívela

Pasar tiempo a solas consigo mismo es un acto de fortalecimiento del carácter. Todos necesitamos este tiempo, pero a veces, se nos habla tanto de lo incómodo que estar solo que lo pensamos como una situación que nos da miedo.

El tiempo de estar solos sirve para reflexionar acerca de tu vida y sus actos, pero además también es necesario para que disfrutes de lo que te gusta.

Una manera de aprender a estar bien solo es encontrando actividades que no requieran de la presencia de tu pareja para que puedas sentir plenitud.

Las mismas pueden ser tan distintas como aprender un nuevo idioma, un arte o un oficio nuevo.

Al principio es normal que sientas miedo, pero a medida que fortalezcas este ámbito te lo irás tomando con mayor tranquilidad y aprenderás que la vida en pareja no implica convertirse en un apéndice del otro, sino en aprender a disfrutar de él o ella sin dejar de lado tu individualidad.

3. Reconoce cuáles son tus fortalezas

Algunas personas pueden reconocer fácilmente cuáles son los atributos y fortalezas de su pareja, pero cuando se les pide que reconozcan los suyos propios, simplemente se quedan en blanco.

¿Por qué sucede tal nivel de desconocimiento? Porque el foco está puesto en otro lado.

Cuando haces una lista de fortalezas no solo te conoces, sino que te reconoces y eso es vital para tener un autoconcepto sólido desde el cual entregar algo bueno de ti a la relación.

Una vez que sepas cuáles son tus fortalezas, puedes enfocarte en una y desarrollarla tanto como puedas.

Entre mejor tengas desarrollada esta fortaleza (y otras que sumes a la lista), menos tendrás que depender de lo que otras personas digan o piensen de ti.

4.    Acepta los autodiscursos negativos

 

Te acostumbraste a pensar que no tienes mucho por lo que recibir reconocimiento y a que las fortalezas no son necesariamente lo tuyo. Es normal que cuando comiences este camino te autosabotees con pensamientos invalidantes.

No luches contra ellos. De hecho, es probable que estos pensamientos te estén protegiendo de los riesgos que estés corriendo, solo ten en cuenta que no hay nada de qué protegerse en realidad.

Desarrollarse no es un deporte de riesgo, sino un acto necesario con el que muchos ni siquiera sueñan, pero tú tomaste una decisión y estás en un excelente camino.

Piensa que todo lo que te dices irá cediendo una vez que compruebes la nueva versión de ti que está naciendo.

 

5.    Fíjate en las personas que están a tu alrededor

Una forma de conocerse es viendo a quienes están a nuestro alrededor y cómo son ellos.

Aprender por observación es un camino válido para darse cuenta hacia dónde quieres dirigirte, qué rescatas de la forma de ser de los demás y que preferirías no imitar.

 

6.    Reflexiona acerca de tus patrones y aprendizajes

¿Cómo fue tu infancia? ¿De quiénes aprendiste lo que sabes acerca del mundo de las parejas? Si no fueras tú, ¿cómo puedes describir tus conductas en el ámbito de parejas?

Para poder generar cambios que sean duraderos es importante que primero distingas qué es eso que puedes mejorar en tu vida, de ser posible, también es importante reconocer la raíz de lo que sea que te está afectando.

En esta medida podrás reconciliarte con lo que te pasó, tratarte de forma compasiva y entender que quien eres, muy probablemente, es el proceso de haber visto adultos de autoridad que actuaban de manera similar.

No se trata de que evadas tu responsabilidad de adulto, pero sí de que te trates con amor, pues mucho de lo que eres hoy, lo asimilaste desde tu inocencia.

En todo caso, ya estás dando los primeros pasos y esa es una gran noticia.

 

7.    Desarrolla tu propia confianza y conoce tu valor

La seguridad en ti es fundamental para emprender un camino de independencia emocional de tu pareja.

Esta no llega como por arte de magia, sino que se construye en el tiempo y con los hechos.

A partir de ahora, una parte importante de tus tareas consistirán en explorar el mundo por tu propia cuenta y reconocerte cada logro, pero también deberás tener paciencia porque este tipo de procesos no sucede de la noche a la mañana.

Si de algo puedes tener seguridad plena es de que, cuando avances, podrás vivir las relaciones de pareja con otra mirada y con mayor plenitud. Estamos seguros de que así será.

Conclusión

Esperar que una pareja sea la solución a nuestras falencias emocionales es un error común.

Tal forma de pensar proviene de la cultura popular expresada en diversos espacios: música, poesía, conversaciones cotidianas, etc.

La idea de la media naranja que se junta con otra media es contraproducente por cuanto asume al ser humano como una mitad que solo se completa con la llegada de otros.

Esta metáfora, para algunos idílica, es solo una muestra de la forma errónea en que muchos conciben la vida en pareja. Tal como lo vemos, para que una relación funcione, la metáfora debe ser reformulada tal que así: eres una naranja y con quien decidas estar en pareja debería ser otra naranja.

Hazte fuerte. Trabaja en ti y desarróllate como individualidad. Ese es el camino menos corto, pero el más efectivo para vivir en plenitud.

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