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Impacto psicológico de las personas afectadas con VIH

VIH

El virus de inmunodeficiencia humana conocido como el VIH,  es una enfermedad crónica que para la época no existen medicamentos que permitan eliminar por completo dicho virus de forma masiva, a pesar que recientemente si se han evidenciado casos experimentales exitosos,  sin embargo, existen medicamentos que permiten retrasar el impacto de la enfermedad en el organismo y a su vez disminuye las posibilidades de contagio a otras personas.

Su transmisión principalmente es a través de la vía sexual, contacto con sangre infectada a través de agujas y jeringas, y/o poseer ampollas o heridas abiertas en contacto con sangre semen o secreciones vaginales.

5e8c37675f688Desde hace 25 años en el que se detectó la infección por VIH-SIDA,  científicamente se han obtenido importantes avances terapéuticos, pero que a su vez ha generado cierta resistencia en la implementación de estrategias farmacológicas y en especial en aquellas personas que tienen un nivel mucho más avanzado de la enfermedad.

Psicológicamente enfrentar el VIH dependerá de la personalidad individual, las redes de apoyo familiar o social, así como su estilo de vida, para así ser capaz de canalizar dicha patología y afrontar una nueva forma de vida, determinándose como aspectos claves para analizar cuánto impacto psicológico tendrá la persona al parecer de esta enfermedad.

El diagnóstico, por lo general, es uno de los momentos más relevantes en la vida del paciente, ya que surgen diversas preocupaciones que son comunes  en la vida del individuo con VIH como el estigma y la discriminación así como la adherencia al tratamiento.

¿Qué es el estigma y cuál es la relación con el VIH?

El estigma hace referencia a cierta identificación que puede realizar un grupo social sobre un individuo o conjunto de personas, dependiendo de ciertos rasgos conductas catalogándolo como divergente a la mayoría.

Su connotación es de carácter negativo al degradar o rebajar a la persona que lo posee, estando estrechamente relacionado a ciertos conceptos como son el prejuicio,  la discriminación y los estereotipos.

Cuando se habla de discriminación por VIH existe un trato diferente, y que claramente puede ser desventajoso para la persona que lo vive, contextualizándose tanto a nivel familiar o comunitario, institucional e incluso hasta nacional y jurídico. Esto significa que puede representar para el individuo la imposibilidad de poder acceder  a ciertos derechos como el empleos,  desvinculación social e inclusión produciéndole cierta  anticipación el rechazo experimentando lo que se conoce como la autodiscriminación,  alejándose incluso de sus propias redes de apoyo y bloqueando toda posibilidad de desarrollo personal.

Ante esto el bienestar psicológico se puede observar afectado, ocasionando ciertas vivencias de estrés, desencadenando principalmente problemas o trastornos emocionales como la ansiedad y depresión.

Como factor de riesgo, el VIH puede representar una amenaza en ciertos aspectos fundamentales de la vida, como el bienestar general, la integridad y autonomía corporal,  independencia,  cumplimiento de roles cotidianos,  autoconcepto,  metas de vida e incluso bienestar económico, es por ello que la participación del psicólogo o trabajadores de la salud es fundamental para el apoyo tanto físico como emocional del individuo que padece VIH.

Alternativas terapéuticas de apoyo emocional 

Grupos de reflexión y talleres

La terapia grupal partiendo del funcionamiento social y apoyo colectivo, permite un considerable soporte en la vida del individuo, ya que cuando se padece de VIH hay un alejamiento al sentimiento de soledad frente a la enfermedad que pueda estar padeciendo, otorgándole un carácter tranquilizador al poder compartir sus experiencias o vivencias más allá de un profesional.

Estos espacios permiten fortalecer ciertas habilidades de interacción,  aumento de la autoestima,  grupos de referencia para poder confrontar y contrastar sus propias ideas,  universalizar y normalizar las experiencias que puede estar enfrentando, definirse como un espacio multiplicador de recursos personales creativos y saludables, en el que se trabaja la calidad de vida y las perspectivas a futuro.

Talleres de parejas serodiscordantes

Cuando en una relación de pareja, una de las personas padece una infección por VIH, los talleres de pareja serodiscordantes resultan de gran apoyo a nivel emocional, sin embargo, se deben considerar variables como la personalidad, la familia de origen, el impacto en la pareja y la familia con sus enfermedades previas, permitiendo la participación activa entre los integrantes de la relación y a su vez promoviendo la transmisión de experiencia entre los involucrados.

Entre los temas comúnmente tratados son el cambio de intimidad emocional en la pareja, los medios a la transmisión y cuidados, la dinámica de pareja, sexualidad y planificación familiar.

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