Los trastornos sensoriales son una de las afecciones neurológicas más frecuentes. Se caracterizan por la dificultad para procesar la información recibida de los cinco sentidos. Las personas con trastornos sensoriales pueden experimentar problemas que van desde una sensibilidad intensa y una sobreestimulación, hasta una falta de sensibilidad y de conciencia del entorno que les rodea. En algunos casos, los trastornos sensoriales también pueden causar dificultades en tareas básicas como comer y dormir.
La causa de los trastornos sensoriales no se conoce del todo, aunque las investigaciones sugieren que pueden ser el resultado de un desarrollo anormal del sistema nervioso. Algunos trastornos, como el autismo y el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH), también tienen una alta correlación con las alteraciones sensoriales.
Tipos de trastornos sensoriales
Hay cuatro categorías principales de trastornos sensoriales:
Trastornos de la modulación sensorial
Se caracterizan por una incapacidad para filtrar y organizar la información recibida del entorno, y pueden dar lugar a un estado de excitación exacerbado.
Trastornos motores de base sensorial
Afectan al movimiento de la persona, provocándole dificultades en tareas como caminar, mantener el equilibrio y alcanzar objetos.
Trastornos vestibulares y propioceptivos
Afectan a la conciencia espacial y al equilibrio, y pueden causar dificultades para mantener una posición erguida y desplazarse por terrenos irregulares.
Trastornos de la alimentación
Provocan una falta de interés por la comida o una aversión a determinadas texturas o sabores.
Tratamiento de los trastornos sensoriales
Por desgracia, los trastornos sensoriales no tienen cura. Sin embargo, existen varias opciones de tratamiento que pueden ayudar a mejorar la calidad de vida de una persona.
La terapia ocupacional
es uno de los tratamientos más comunes para los trastornos sensoriales. Un terapeuta ocupacional trabajará con una persona afectada actualmente por un trastorno sensorial para desarrollar un plan personalizado que le ayude a controlar sus síntomas. Esto puede incluir actividades que ayuden a mejorar el procesamiento y la integración sensoriales, así como a encontrar mecanismos de afrontamiento para cuando sus síntomas sean demasiado abrumadores.
También puede prescribirse medicación
para ayudar a controlar ciertos síntomas de los trastornos sensoriales. Esto puede incluir anticonvulsivos y antipsicóticos. Sin embargo, estos medicamentos pueden tener efectos secundarios y sólo deben utilizarse bajo la supervisión de un profesional sanitario.
Los cambios ambientales
pueden ser una forma sencilla de ayudar a las personas con trastornos sensoriales. Por ejemplo, utilizando colores tranquilizantes en toda la casa, reduciendo los ruidos de fondo innecesarios y evitando los ambientes ruidosos y agobiantes.
Los ejercicios adecuados
pueden ser una herramienta útil para ayudar a las personas con trastornos sensoriales. Pueden incluir actividades que ayuden a mejorar el equilibrio, la coordinación y el procesamiento sensorial.
Las intervenciones conductuales
pueden ser eficaces para ayudar a las personas con trastornos sensoriales a desarrollar mecanismos de afrontamiento para cuando sus síntomas se vuelvan abrumadores. Pueden incluir la enseñanza de técnicas de relajación, así como habilidades sociales y de comunicación.
En conclusión
Los trastornos sensoriales pueden tener un impacto significativo en la calidad de vida de una persona. Pueden afectarlo todo, desde la capacidad de una persona para moverse y procesar información, hasta su capacidad para comer y dormir. Sin embargo, existen varios tratamientos para ayudar a las personas con trastornos sensoriales a controlar sus síntomas y mejorar su calidad de vida en general. Pueden incluir terapia ocupacional, medicación, cambios en el entorno, ejercicios adecuados e intervenciones conductuales. Cualquiera que sospeche que él o alguien que conoce puede tener un trastorno sensorial debe buscar atención médica para obtener un diagnóstico preciso y encontrar un plan de tratamiento eficaz.