Los Trastornos Generalizados del Desarrollo, también conocidos como TGD, se encuentran entre los trastornos del desarrollo más comunes en los niños. La Organización Mundial de la Salud explica que los TGD son trastornos neurológicos que afectan el aprendizaje, la comunicación y las relaciones sociales a nivel global. Esta guía completa discutirá todos los aspectos de los TGD, desde el diagnóstico y la evaluación clínica hasta el tratamiento y la gestión de los síntomas.
¿Qué son los Trastornos Generalizados del Desarrollo?
Los Trastornos Generalizados del Desarrollo (TGD) son un grupo de desordenes neurológicos que afectan la conducta, las relaciones y el aprendizaje. Estos TGD incluyen el Trastorno del Espectro Autista (TEA), el Trastorno del Desarrollo de la Coordinación (TDC), el Trastorno del Espectro del Autismo sin Inteligencia Normal (TESIN), el Trastorno del Espectro de Asperger (TEA) y el Trastorno Generalizado del Desarrollo no especificado (TGDNE).
Los TGD pueden tener un impacto significativamente negativo en el desarrollo infantil y en el funcionamiento social, independientemente del grado de los síntomas. Si bien aún no se conocen las causas exactas de los TGD, se cree que hay un factor genético en el desarrollo del trastorno. También se ha sugerido que factores ambientales como la exposición a toxinas, infecciones y enfermedades infecciosas en el útero, el parto prematuro o bajo peso al nacer, y la exposición a toxinas en la infancia temprana pueden estar relacionados con los TGD.
Síntomas de los Trastornos Generalizados del Desarrollo
Los síntomas de los Trastornos Generalizados del Desarrollo pueden ser variados y múltiples. Si bien los síntomas específicos varían significativamente de un niño a otro, generalmente implican la dificultad para desarrollar habilidades sociales y de comunicación a una edad típica.
Los niños con TGD pueden mostrar signos de dificultades para demonstrar empatía, inestabilidad emocional, retrasos en el habla, estereotipos y patrones repetitivos de comportamiento. Estos patrones de comportamiento pueden manifestarse a través de una mirada fija, mecer el cuerpo o balancearlo de un lado a otro, mejorar los patrones repetitivos de movimiento, repetir palabras o frases o una fascinación anormal con ciertos objetos.
Además de los síntomas conductuales, algunos niños con TGD también pueden presentar problemas médicos como problemas digestivos, alergias, enfermedades autoinmunes y trastornos del sueño.
Diagnóstico de los Trastornos Generalizados del Desarrollo
El diagnóstico de un Trastorno Generalizado del Desarrollo se basa en la observación clínica de los síntomas conductuales y el establecimiento de un patrón de fotos clínicas que identifica el trastorno. La Evaluación de la Conducta Infantil y el Trastorno del Espectro Autista, o ADOS, es una evaluación de once minutos realizada por un profesional entrenado que se usa para diagnosticar los TGD. Además, el psicólogo o médico también puede realizar una evaluación neuropsicológica para determinar si la memoria, el procesamiento visual o auditivo o la habilidad social del niño se ven afectados por el trastorno.
Tratamiento y Gestión de los Trastornos Generalizados del Desarrollo
El tratamiento de los niños con Trastornos Generalizados del Desarrollo generalmente se basa en una combinación de terapia individual, terapia familiar y terapia de grupo. Los médicos también pueden recomendar medicamentos para ayudar a aliviar algunos de los síntomas asociados con el TGD.
Los estudiantes con TGD pueden beneficiarse de varias modificación educativas y de las técnicas de enseñanza asociadas, como la enseñanza estructurada, la enseñanza individualizada y el apoyo adicional con asistentes de educación especial. Los estudiantes con TGD pueden tener derecho a una educación especial aquí un análisis de las características del trastorno y sus síntomas.
Conclusion
Los Trastornos Generalizados del Desarrollo son un grupo diverso de trastornos del desarrollo que presentan síntomas variados que requieren planificación, diagnóstico y tratamiento adecuados para mejorar los resultados. El adecuado diagnóstico y la efectiva gestión de los TGD se basan en una comprensión completa de los síntomas asociados con el trastorno, así como de los recursos disponibles para ayudar a los niños y a sus familias a través de las dificultades asociadas con el trastorno. Con la adecuada intervención en el diagnóstico de los TGD y un completo plan de tratamiento, los niños con TGD pueden mejorar significativamente su funcionamiento y calidad de vida a largo plazo.