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Teoría del Gran Hombre: ¿Qué es y por qué necesitas conocerla?

Teoría del Gran Hombre

Seguro que ya has escuchado en diversas ocasiones que algunos nacen con estrellas y que otros nacen estrellados.

Si trasladamos esta forma de pensar a otro ámbito, por ejemplo, el liderazgo, podríamos decir que los grandes líderes nacen, no se hacen.

Dicho de otro modo, un líder es nato o no lo es. Así, sin medias tintas. Veamos si estas afirmaciones pueden o no cuestionarse.

 

Historia de la Teoría del Gran Hombre

La Teoría de liderazgo del Gran Hombre se popularizó durante el siglo XIX y se inspiró en el estudio de líderes  famosos del mundo como lo fueron Napoleón Bonaparte o Julio César.

Fue la mitología detrás de estos personajes históricos la que hizo que un historiador aseverara que el hombre adecuado para liderar surge de la nada, como por arte de magia o por herencia.

El historiador en cuestión fue Thomas Carlyle que, aunque seguramente no fue la primera persona que pensó en ello, dijo que “la historia del mundo no es más que la biografía de grandes hombres”.

Para Carlyle, los líderes eficaces son aquellos que “están dotados de inspiración divina y de las características correctas”.

A falta de ciencia y método eficaz, las primeras investigaciones sobre liderazgo estuvieron centradas en personas que ya destacaban como líderes, pero no en ningún método o conjunto de acciones que pudieran desarrollarlos.

Por tanto, las personas analizadas por Carlyle eran gobernantes y hombres (las mujeres estaban excluídas de la su lista).

A su vez, estas personas venían de clases sociales pudientes, por lo que gozaban de mayores oportunidades para poner en práctica su liderazgo.

Aquellos que tenían un estatus económico inferior estaban relegados de las posiciones visibles de liderazgo y, por supuesto, del análisis de Carlyle.

Teoría del Gran Hombre
El liderazgo de Ghandi fue incuestionable. Lo llamativo de él es que no venía de una familia acaudalada y aun así, gracias a su movimiento de no violencia, contribuyó a la independencia de la India.

Argumentos en contra de la Teoría del Gran Hombre

Si la postura de Carlyle se basaba en el determinismo, o sea, en el hecho de que los hombres ya nacemos determinados, el sociólogo Herbert Spencer sugirió que los líderes son producto de la sociedad en la que viven.

Al respecto, en su obra “El estudio de la Sociología”, Spencer escribió: “se debe admitir que la génesis de un gran hombre depende de la larga serie de influencias complejas que ha producido la raza en la que aparece y el estado social en el que la raza ha ido poco a poco crecido… Antes de que pueda rehacer su sociedad, su sociedad debe hacerlo a él”.

El razonamiento lógico de Carlyle tenía una falla en su estructura. Si la Teoría del Gran Hombre propone que los líderes nacen con cualidades naturales, ¿por qué no todos ellos ejercían su liderazgo?

¿Eran todos los líderes clasificables como hombres con cualidades natas? ¿Qué pasaba con un hombre como Espartaco?

 

Espartaco: el Gran Hombre que “no debía ser líder”

Poco o nada se sabe de los primeros años de vida de Espartaco, pero se tiene bastante certeza de que nació en el año 113 a.C. en Tracia, lo que actualmente es Bulgaria.

En ese momento, Tracia estaba en la periferia de Roma y sus guerreros eran conocidos por su ferocidad. La mayoría de estos trabajaba como mercenarios al servicio de la república romana, pero un día algo se torció.

Por razones que no están claras, Espartaco, un mercenario al servicio de Roma, terminó siendo esclavo, para posteriormente ser comprado por una escuela de gladiadores en donde sería entrenado para la “recreación” de los romanos.

Pero Espartaco había sido un hombre libre y no estaba dispuesto a cumplir ese rol, así que en el año 73 a.C. organizó su fuga del lugar en donde vivían los gladiadores.

Lo que en un inicio fue una huida, terminó convirtiéndose en una rebelión a la que sumarían 30 mil hombres esclavos que iban escapando de sus vidas de oprobio.

Si Espartaco pasaba por alguna zona, había hombres que le seguían en su propósito de ser libres.

Dos años duró la rebelión hasta que fue aplastada por Marco Licinio Craso, un hombre a quien Roma le dio poderes para que actuara en contra de lo que parecía ser un peligro para las ideas el sistema de económico de la república, el cual ponía en hombros de los esclavos sus procesos de producción agrícola, quehaceres del hogar, etc.

Ahora bien, más allá de los detalles históricos, hay un hecho resaltante que guarda relación con la Teoría del Gran Hombre de Carlyle.

¿Cómo llegó Espartaco a liderar tal cantidad de hombres si no era un hombre de clase pudiente, si no era un hombre de la aristocracia?

La respuesta echa por tierra la idea de que líder se nace y da margen a interpretaciones más complejas, por ejemplo, que un líder se hace y que puede surgir en un momento de necesidad.

Si bien es cierto que muchas personas nacen con predisposición para desempeñar un rol con mayor habilidad que otros, también es cierto que, tal como propuso Herbert Spencer, el líder se construye con base en sus influencias.

El Gran Hombre es un fruto complejo de su contexto y su entorno.

 

Conclusión

La Teoría de liderazgo del Gran Hombre es una postura que debe comprenderse en un contexto como el que había en el año 1840, con una visión machista de la sociedad, de ahí que sea incompatible con el liderazgo femenino.

La propia modernidad se ha encargado de desmontar esta propuesta, pues casos como de Kamala Harris, primera vicepresidenta de Estados Unidos, son muestra de que la teoría bien pudiera llamarse Teoría de la Gran Mujer.

Por otra parte, las aptitudes para que se dé el liderazgo no están amarradas a lo innato, sino que pueden desarrollarse o gatillarse con un suceso específico, como en el caso de Espartaco.

Si quieres conocer cómo ser un buen líder, te sugerimos este artículo.

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