No solo tenemos relaciones tóxicas con las parejas o personas cercanas.
Esto también sucede con otros aspectos de la vida diaria.
Como el deporte, el trabajo, el sexo y la alimentación.
Sobre este último nos vamos a referir a continuación para que explores lo que significa tener una buena relación con la comida y conozcas consejos valiosos que te van ayudar a mejorar la en caso de que están o sea óptima.
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¿Cómo saber si tienes una mala relación con la comida?
La buena relación con la comida no tiene que ver necesariamente con la calidad de tu dieta.
Ese aspecto se relaciona más bien con la nutrición.
La buena relación con la comida tiene que ver más con la forma en la que te sientes y en por qué eliges los alimentos que comes.
Para explicarlo mejor te mostraremos cuáles son los signos más evidentes de una mala relación con la comida.
- Cuando comes sientes, culpa casi sin importar lo que sea que comas.
- Sin importar que se trate de una ocasión especial, restringes aquellas comidas que no consideres beneficiosas para ti.
- Tienes una clasificación muy estricta acerca de lo que puedes o no comer.
- Cuentas constantemente las calorías. Normalmente, para esto te vales de aplicaciones que tienes instaladas en el celular.
- Tu peso tiende a subir y bajar de forma notoria con frecuencia.
- Evitas las reuniones sociales y salidas con tus amigos por qué temes perder el control de lo que comes.
- A pesar de que tienes hambre y alimentos a disposición, prefieres hacer caso omiso de las señales que te da tu cuerpo.
Si bien es cierto que no hace falta que tengas todas las señales de una mala relación con la comida la más importante de todas es la culpa por la vergüenza que pueda sentir después de ingerir ciertos alimentos.
En líneas generales, la relación es tóxica cuando se restringe o se come en exceso para después hacer una dieta estricta.
¿Cómo es una buena relación con la comida?
Lograr una relación sana con la comida es algo que puedes comenzar a practicar desde ya.
Sin embargo para que esto sea sólido en el tiempo requerirás trabajo y paciencia.
Ten en cuenta que los seres humanos comemos para algo más que tener energía.
También lo hacemos por qué nos da alegría, nos genera placer y nos permite sociabilizar con otras personas.
De este modo, algunas señales que te permiten reconocer si tienes una buena relación con la comida son:
- Escuchas a tu cuerpo cuando tiene hambre.
- Para saciar esa hambre no te prohíbe es ningún alimento (a menos que tengas una condición de salud que lo impida).
- Puedes detenerte cuando empiezas a comer algo y no sientes que el impulso te devorarlo todo te domina.
- Te centras más en el contenido nutritivo de los alimentos y no en las calorías.
- No permites que las opiniones de los demás condiciones del todo aquello que te vas a comer.
- Aunque cuidas tu salud, ningún alimento está prohibido para ti.
- Si asistes a reuniones o eventos familiares, te hace permiso de comer aquello que los demás comen (a no ser que prácticas algún estilo de vida como el veganismo o tengas alguna condición de salud).
Sí leyendo esto te diste cuenta de que hay varios puntos en los que quieres trabajar, toma nota sobre ellos y comienza con uno.
En situaciones como estas, si intentas hacer cambios drásticos puedes frustrarte y abandonar el cambio antes de consolidarlo.
¿Cómo empezar a tener una buena relación con la comida?
Como cualquier otra situación en la vida, tus acciones determinarán en gran medida los resultados que obtengas.
Antes que verlo como una meta a corto plazo, te sugerimos que lo veas como un viaje de aprendizaje.
No te culpes ni te frustres si no sale desde el principio como te lo imaginas.
1. Libérate de las cadenas que te has autoimpuesto
A menos que tengas una condición de salud que te impide a comer algún alimento, permítete comer lo que te provoque.
Al principio sentirás miedo, pero conforme compruebes que no hay nada de malo en comer de vez en cuando aquello que te gusta, la sensación de preocupación y angustia irán cediendo.
Piensa en que normalmente aquello que te prohíbe eso es lo que más te provoca.
Estos casos es común que cuando la persona deja de prohibir se sienta el deseo irrefrenable de comer esos alimentos que, ciertamente, consumidos de forma regular pueden ser dañinos para tu salud.
2. Aprende a reconocer cuando tienes hambre
El problema de muchas personas que tienen una relación tóxica con la comida es que comen cuando tienen sed, comen cuando están angustiados o o comen cuando están aburridos.
Si aprendes a reconocer cuando tienes hambre entonces sabrás que estás por satisfacer una necesidad y no escondiendo el aburrimiento o el estrés.
3. Hazte consciente de lo que estás comiendo
El ritmo de vida actual nos hace comer a veces sin darnos cuenta de qué es lo que estamos comiendo.
Mastica, saborea, siente en tu boca la textura de los alimentos y cómo te hacen sentir cuando los ingieres.
Normalmente es difícil prestar atención a estos aspectos cuando comienzas pero conforme lo vayas practicando el acto de la comida se convertirá en algo placentero tienen algo que haces en automático.
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Conclusión
No todas las fórmulas funcionan para todas las personas.
Lo que acabas de leer puede ser una guía útil para muchos,pero algo nos pudiera necesitar ayuda profesional terapéutica.
Si éste es tu caso consulta con un especialista.
Afortunadamente, los trastornos de la alimentación son cada vez abordados de forma más efectiva.
Muchos de los conflictos con la comida surgen las primeras etapas de la infancia.
Algo tan simple como un plato de patatas puede evocarte recuerdos con alguien especial y fomentar una relación tóxica con ese plato.
Otros en cambio rechazan tajantemente algún alimento porque les evoca sensaciones desagradables.
Tal como ves, las relaciones con la comida pueden llegar a ser muy complejas, por eso es importante que uses la información de este artículo como una guía y no como algo con lo que debas cumplir a rajatabla.