Lo primero que debes tener en cuenta es saber si estás atravesando un estado depresivo. Asegúrate de que estás deprimido comparando tus síntomas con los siguientes:
- Constante desesperanza, tristeza o ganas de llorar sin razón aparente
- Incluso las pequeñas tareas cotidianas te agotan con facilidad
- Te sientes muy culpable e inútil; recuerdas constantemente el pasado negativo
- Dificultad para concentrarte en tareas simples, dificultad en toma de decisiones, dificultad para pensar con claridad
- Insomnio o todo lo contrario; dormir demás
- Una pérdida notable por el interés o el placer de actividades naturalmente habituales
- Pensamientos suicidas recurrentes
- Dolores físicos sin razón aparente; dolor de cabeza o espalda por lo general
Si tú, o alguna persona de tus círculos tiene la mayoría de estos síntomas es muy probable que dicha persona sufra de depresión o esté en sus inicios. Lo difícil de esta enfermedad, es que pocas veces el afectado es consciente de que sufre de esto; ya que los cambios son tan lentos que la persona cree que esa forma de pensar que mantiene es la que siempre ha tenido y la considera común. Debes pedir ayuda en caso de depresión, ya que puede parecer una enfermedad inofensiva; pero los cambios y la destrucción psicológica que puede generar en la mente de la víctima podrían incluso ser fatales.
Cuando una persona sufre de una profunda depresión, está en peligro de verse afectado por pensamientos constantes de suicidio, pierde las ganas de vivir y no le encuentra un sentido lógico o importante a la vida; piensa que todo lo que le rodea no tiene importancia. Esto puede conllevar a reacciones o síntomas muy específicos como los descritos anteriormente.
¿A quién debo pedir ayuda en caso de depresión?
Es un tema algo controversial; ya que como hemos dicho, es raro cuando una persona que sufre de depresión es consciente de su enfermedad, lo que significa que sumergido en la poca consciencia de su problema psicológico, no sabe que debe pedir ayuda con urgencia. Los casos más comunes son los de aquellas personas que se acercan a un consultorio a pedir asistencia psicológica por algún problema que a simple vista no tiene nada que ver. El paciente comienza a narrar sus experiencias; comienza a asistir a terapia constantemente y luego es que procede a darse cuenta, con la ayuda de un profesional, que sufre de depresión.
Si notas que alguien de tus círculos sociales tiene varios de estos síntomas lo primero que puedes hacer es sugerirle la idea de asistir a un psicólogo. El problema de esto es que algunas personas deprimidas se rehúsan fuertemente a recibir asistencia psicológica; pero es importante pedir ayuda en caso de depresión ya que, como hemos dicho, la persona podría acabar tomando acciones suicidas.
Por supuesto que no todas las personas con depresión tienen tendencias suicidas; pero puede llegar a tenerla si no reciben ayuda, ya que la depresión es como entrar en una espiral negativa de pensamientos constantes que puede perdurar por meses e incluso años. A medida que el paciente vive más y más tiempo con dicha enfermedad, ella empeora cada vez más sumergiendo al paciente en una gigantesca cascada de pensamientos autodestructivos que frecuentemente alteran su realidad, su auto-percepción y su autoestima.
Si sufres de depresión asiste a un psicólogo. Si sospechas que alguien que conoces la sufre, trata de hablar con dicha persona y convencerla de los beneficios que tiene el recibir terapia psicológica; hazle entender que no está loco, que no es diferente ni debe sentirse mal, que la depresión es una enfermedad que de no ser tratada, pocas veces se cura por cuenta propia del paciente. Así que asiste a un especialista y no dejes de hacerlo. Por supuesto, existe una leve posibilidad de que el problema de la depresión sea tan grave que debas asistir a un psiquiatra; pero es poco probable.
¿Qué puede suceder si no sigo un tratamiento?
Recuerda que la depresión es una enfermedad tratable, no es para nada incurable. De hecho, una cantidad baja de personas se suelen curar por medios propios como lo son la meditación, los viajes, y otros tipos de métodos espirituales. El problema radica en que si no eres de estas personas y permaneces atrapado en un círculo constante de sufrimiento, dolor, enfados repentinos e irracionales, ganas de llorar sin sentido y todo lo mencionado anteriormente, debes evaluar tus síntomas y pedir ayuda en caso de depresión.
¿Qué es lo peor que puede pasar si no recibes tratamiento o no asistes a un especialista? Simple. La muerte. Sé que suena crudo, pero es la verdad. Muchas personas suelen vivir la vida de una forma muy extraña; viven su día a día como si nunca fuesen a morir; no suelen aprender de sus errores o de errores ajenos y no entienden que un consejo puede funcionar tanto como un fracaso. Aún así transcurren por el mismo camino del error una y otra vez sin aprender que se han tropezado con la misma piedra múltiples veces. Al final si no te tratas, tus pensamientos podrán con tu voluntad y tienes la posibilidad de perder las ganas de vivir; así que no te tomes esta enfermedad a la ligera y busca ayuda rápidamente.
Es entendible que muchas personas no entiendan la gravedad de la depresión debido a las falsas creencias que han surgido últimamente. Muchas personas, en su mayoría jóvenes adolescentes y jóvenes adultos piensan que atraviesan una etapa de depresión sólo por atravesar un momento difícil de su vida en el que no saben que hacer; y muchas veces (o la mayoría de ellas) no sufren de una real depresión. Lo que significa que el término se tergiversa y comienza a generar falsas creencias en base a sus síntomas y sus resultados. Quizá sea esa una de las razones por la cual una gran cantidad de personas se toman a la ligera una enfermedad tan grave como esta.
