Si estás aquí es porque seguramente tendrás un montón de dudas en la cabeza relacionadas con el llamado Mindfulness. Primero que todo, debes saber que esta práctica no es algo nuevo en lo absoluto; de hecho, tiene sus orígenes hace miles de años e incluso se sabe que sus precursores fueron religiones como el budismo y el hinduísmo. Por supuesto, hoy en día se ha hecho bastante famoso este tema debido a que se ha «aceptado científicamente» que la meditación tiene efectos psicológicos positivos. En base a esto, se ha querido extraer el acto de meditar dándole un punto de vista pragmático sin asociarlo a ninguna religión, creencia ni dogma en particular.
El llamado Mindfulness no es más que la conocida práctica de la meditación ahora aceptado científicamente. Sea como sea, sus efectos siguen siendo los mismos y puedes practicarlo las veces que quieras sin necesidad alguna de otorgarle ningún tipo de enfoque espiritual.
Está bien, pero ¿En qué consiste?
Si nunca has escuchado o leído acerca de la meditación; es simplemente tomarte un tiempo para ti mismo para relajar tu cuerpo y tu mente con el objetivo de eliminar cualquier influencia emocional o sentimental de tus pensamientos. En otras palabras, colocar tu mente en frío para resolver cualquier situación que requiera de tu concentración plena sin la intervención de pensamientos subjetivos o convenientes.
Para practicar Mindfulness sólo hace falta encontrar un lugar donde te sientas cómodo. Puedes sentartarte o acostarte para comenzar la práctica. La temperatura y el lugar ya dependen bastante de tus gustos, pero se recomienda por lo general que sea un lugar libre de ruidos y de distracciones; de esta manera te será más sencillo llevar a cabo esta práctica. Muchas personas prefieren realizar la meditación en entornos abiertos donde su mente se sienta más libre y donde pueden respirar aire fresco y natural. Incluso hay extraños pero interesantes casos donde las personas deciden realizar dichas prácticas sin llevar nada de ropa.
Esta forma de meditación, al igual que la mayoría de las restantes, consiste en centrar tu atención en algún punto específico que tú decidas. Puede ser en tu respiración, en los latidos de tu corazón, en un pensamiento en concreto o incluso en algún objeto inanimado. Muchas personas suelen prestarle atención al viento (en el caso de encontrarte en algún lugar donde abunde), el agua o también a una simple llama de alguna vela o fogata. Cualquier cosa en la que enfoques tu plena atención apagará paulatinamente tus pensamientos basura (todos aquellos pensamientos que te llegan a la mente y no tienen un sentido lógico momentáneo).
Cuando logramos apagar todos aquellos pensamientos que sólo hacen ruido en nuestra mente, podemos concentrar todo nuestro poder de procesamiento para alcanzar algún objetivo; bien sea la solución de algún problema que necesitemos resolver, el entendimiento profundo de algún tema que nos cueste entender o simplemente aumentar y desarrollar nuestra concentración general para futuros eventos.
Por supuesto, no todo es color de rosa, ya que practicar Mindfulness no es tan sencillo como muchos creen. Todo depende bastante de tu estado mental actual y de cómo te hayas desarrollado psicológicamente a lo largo de tu vida. Hay personas que le toman cariño a pocos días de practicarlo con frecuencia, otras personas pueden durar semanas practicándolo y aún así les cuesta mantenerse quietos y centrados como el primer día. Toda esta experiencia es bastante subjetiva y es en sí lo que la hace tan apasionante.
Si vas a comenzar a practicar Mindfulness se recomienda comenzar con no más de 10 minutos al día hasta que te sientas lo suficientemente seguro y cómodo para iniciar una nueva rutina en la que puedas durar más tiempo. No creas que sentarte y pensar en una sola cosa es tan sencillo como parece; tu subconsciencia te atacará con garras y dientes para intentar distraerte (metafóricamente hablando). Cuando lo practiques te darás cuenta de todo lo que te has estado perdiendo.
¿Qué beneficios puede darme el Mindfulness?
Existe una extensa lista de todos los beneficios físicos, psicológicos y emocionales que te brinda el practicar meditación. Te haces más consciente de ti mismo, de tus acciones, tus actitudes, tus emociones. Al principio puede que no notes cambios muy intensos, pero con el tiempo te darás cuenta que vas a comenzar a cambiar y a mejorar positivamente. Comenzarás a sentirte más alegre, te darás cuenta que al terminar cada práctica entrarás en un estado muy pacífico y relajado. Con el tiempo comenzarán a afectarte mucho menos las opiniones negativas que otras personas te puedan ofrecer, verás la vida con otros colores (hay quienes dicen que esto no es sólo figurativamente), comenzarás a sentir más empatía por las personas y animales que te rodean.
Por supuesto, los beneficios iniciales del Mindfulness se basan principalmente en fomentar y desarrollar tu capacidad de concentración para eliminar rastros de estrés acumulado y mejorar gradualmente tu estado de ánimo. Seguramente te has sentido agobiado y lleno de preocupaciones en algún momento; y una de las causas más habituales de esta situación es pensar en tu problema creyendo que tu punto de vista es la única perspectiva posible para resolver dicho problema. Al momento de meditar te darás cuenta que, poniendo este caso como ejemplo, tu punto de vista sólo es uno de una gigantesca cantidad existente y que hay más de una solución para tu problema.
Practica Mindfulness y serás testigo del giro que experimentará tu existencia. Te harás más consciente de ti mismo y de tus actos, podrás entender muchas reacciones y pensamientos propios que antes no podías entender porque no tenías la capacidad mental ni la concentración suficiente para llegar a las raíces de tus problemas. Sea cual sea tu religión o tus creencias, esta práctica te beneficiará como a todos y verás resultados positivos en poco tiempo, siempre y cuando seas constante. Recuerda mantener un enfoque positivo y siempre disfrutar del momento presente; a todos nos hace falta de vez en cuando abandonar nuestras preocupaciones, relajarnos un poco y ver la vida desde otra perspectiva.