En ocasiones nos damos cuenta que actuamos o reaccionamos de manera impulsiva ante situaciones demandantes o que nos generan conflicto siendo posible que notemos o no tal asociación.
Puede ser más sencillo notarlo en otros que en nosotros mismos, pero si estamos buscando respuestas acerca de por qué algunas personas recriminan en otros actitudes que vemos en ellos mismos o ante alguna situación se posicionan de manera infantil, lo mejor es hacer una revisión de lo que son los “mecanismos de defensa” para darnos cuenta de que todos hacemos uso inconsciente de ellos en algún momento.
¿Qué son los mecanismos de Defensa?
Se trata de la parte inconsciente del yo o ego y se manifiesta ante las exigencias de otras instancias intrapsíquicas y del entorno, que fue descrita y nombrada por el padre del psicoanálisis Sigmund Freud y posteriormente acoplado por numerosos enfoque psicológicos que hacen uso de su conceptualización.
Cuando el yo se encuentra organizado las respuestas tienden a ser más conscientes y racionales, mientras que las reacciones menos racionales son respuestas ante los sentimientos inconscientes que han desencadenado los traumas o las situaciones vividas. Esto se debe a que estos mecanismos tienen la función de proteger al Ego de un disgusto psíquico que se camufla bajo sentimientos de ansiedad, culpa o miedo.
Además, los mecanismos de defensa pueden ser satisfactorios o no, en detener la ansiedad pudiendo dividirse en mecanismos de defensa exitosos y mecanismos de defensa ineficaces.
Los mecanismos de defensa exitosos hacen su función de disminuir el malestar emocional ante el estímulo o vivencia que ha sido reconocida como “un peligro” para el equilibrio del ego.
Los mecanismos de defensa ineficaces, no consiguen disminuir la ansiedad y se convierten en un ciclo de repeticiones donde aparecen síntomas que generan problemas de adaptación y en este grupo se encuentran las neurosis y otras defensas patógenas.
¿Cuáles son los mecanismos de defensa?
Entre los mecanismos de defensa podemos identificar al menos 15 tipos diferentes propuestos por Sigmund Freud y Anna Freud posteriormente, algunos de ellos son conocidos en la cotidianidad sin tener en cuenta que toman ese lugar, así es el caso de la negación, la fantasía, el aislamiento, la proyección y la regresión.
Negación
Cuando a una persona una situación le exige demasiado de sí para aceptar la psique se resiste encontrando cualquier evidencia para pensar que lo que está ocurriendo no es real o que aún existe una alternativa. Esto se mantiene a pesar de que existan evidencias en contra o existe la sensación de “no creer” lo que está viviendo, por lo cual no experimenta una emoción de pérdida de forma inmediata y se presenta una transición a esa emoción y su consecuente aceptación de la realidad y otorgándole un significado.
Represión
Este mecanismo de defensa tiene lugar cuando la persona olvida experiencias traumáticas para evitar contactar con recuerdos, pensamientos, experiencias o impulsos que consideramos inaceptables, dolorosos o vergonzosos. Su expresión puede ser común en casos de maltrato en la infancia o experiencias negativas que les lleven a olvidarlo a nivel consciente para no afrontarlo y manifestándose sólo de maneras que no puede asociar con ello.
Proyección
En este caso, atribuimos nuestros propios deseos, emociones o pensamientos a terceros ya que es más sencillo para el aparato psíquico observar y tolerar ciertas emociones en los demás que en sí mismo. Esta fantasía de que dichos aspectos no le pertenecen a él sino a la persona, empresa o sociedad le permite liberarse de su responsabilidad y hacerlos culpables de nuestros problemas, tragedias y decisiones.
Regresión
Se presenta como un retroceso del yo a un estadio del desarrollo anterior cuando una persona atraviesa situaciones desafiantes o que le generan estrés. De este modo, puede afrontar los pensamientos o sucesos que son inaceptables para el sujeto de manera consciente. Por lo cual se puede regresar a conductas infantiles hasta que recuperan su seguridad para afrontar la situación.
Desplazamiento
Se trata de redirigir las emociones o características que representan una persona, objeto o situación de manera inconsciente asumiendo que este conflicto proviene del segundo objetivo. En los sueños los contenidos manifiestos pueden tratarse de un desplazamiento de elementos que se expresan ante una situación pero que cuentan con otro significado.
Racionalización
Se expresa al justificar errores o situaciones mediante explicaciones basadas en argumentos lógicos a la percepción de la persona. De esta forma, se evita asumir la responsabilidad y se encubren los motivos detrás del comportamiento a los demás y a sí mismo. A su vez esta persona no podrá conectar con la emoción que le genera su falta o error.
Formación reactiva
Consiste en reprimir de manera inconsciente la conducta, emoción o actitud que se aprecia con reprobación y adoptar la que se considere contraria a dicho deseo o impulso inaceptable como compensación.
De defensa, a causa de sentimiento de inferioridad
Este mecanismo se caracteriza por el desarrollo de actitudes competitivas o agresivas ante situaciones o aspectos que no pueden afrontar.
Identificación
Se presenta como una tendencia por parecerse a otra persona de forma inconsciente, proceso en el cual puede adoptar la imagen, las virtudes o actitudes que aprecian en aquella persona que ha idealizado.
¿Por qué se incluyen los aportes de Anna Freud?
Anna Freud, fue la sexta hija del padre del psicoanálisis Sigmund Freud, quien es reconocida por su principal obra “El yo y los mecanismos de defensa” (1936) y sentó las bases del área de la psicología infantil. En su libro sobre los mecanismos de defensa, Anna desarrolla el funcionamiento de las mismas y se enfoca especialmente en los adolescentes.
También, representaron un valioso aporte sus estudios sobre el aparato psíquico en la infancia observando que los niños experimentan problemas más inmediatos y expresan sus conflictos a través de su conducta y sus emociones. Esto difiere de los adultos que utilizan mecanismos hacia lo simbólico.
De este modo, esta representante de la escuela psicoanalítica ha tomado en cuenta la lucha de todas las personas por proteger su equilibrio mental de los hechos dolorosos y estableció las líneas de desarrollo del niño y adolescente.