En ciertos momentos o circunstancias difíciles desde la perspectiva subjetiva de quien las padece, una mascota canina puede representar un estímulo de amparo que cambie su estado emocional y la cantidad de pensamientos intrusivos de manera significativa. En la terapia cognitiva, esto se consideraría un distractor pero también se puede apreciar como una fuente de afecto y compañía que aumente su motivación por realizar tareas diarias de cuidado para la mascota y actividades personales en su compañía.
Además de los resultados observados en la práctica, ha sido validado científicamente que los comportamientos de los perros y sus demostraciones de afecto ocupan un rol importante en nuestras vidas y pueden disminuir los niveles de ansiedad y tristeza asociada al sentimiento de soledad. Revisar sus beneficios y las condiciones de vida necesarias para tener perros como mascota puede cambiar tu manera de ver a los perros.
Los perros y la salud mental
El estado de equilibrio emocional, cognitivo y conductual de cada persona en relación a su entorno cultural tomando en consideración factores como el aspecto intelectual, la participación social y laboral así como su calidad de vida es lo que conocemos como salud mental. En este sentido, la psicología moderna ha ampliado sus estudios y proyecciones sobre aquellos elementos de la vida diaria que pueden aportar beneficios a nuestra regulación.
El animal doméstico del que más se habla es el perro doméstico, animal de la familia de los cánidos, tienen un manto de pelo que cubre todo su cuerpo y rabo diferenciándose de distintas formas, tamaños, largo del pelo y colores por sus numerosas razas. Al ser animales de manada se inclinan por pertenecer a un grupo y son fieles a los miembros de su familia al generar un lazo de confianza.
Por sus características e inteligencia, vivir con uno o más perros aporta beneficios para la salud. En la parte médica, se ha demostrado que las personas que tienen perros como mascota son más activas, suelen tener menor presión arterial y sufren en menor medida de cardiopatías. Además, su efecto en el sistema nervioso refleja que compartir o jugar con un perro aumenta los niveles de producción de neurotransmisores como dopamina y oxitocina que favorecen los estados emocionales agradables y la sensación de unión con el can.
Regulación emocional y vínculos afectivos
A cambio de suplir sus necesidades básicas y darles atención y cariño, los perros ofrecen tiempo de calidad y son una fuente de estímulos agradables de manera incondicional. De este modo, entre sus beneficios para la salud mental la compañía y el establecimiento de este nuevo vínculo puede reducir el estrés y estados de ansiedad, fomentar la actividad física, aumentar la espontaneidad y el juego en adultos, así como disminuir el sentimiento de soledad.
Investigaciones en el área indicaron que el 75% de las personas puede desarrollar actitudes favorables hacia los animales de compañía y aumentan valores personales como la responsabilidad y la cooperación con su presencia en su vida diaria. Por ello, se han relacionado con fines terapéuticos, han tomado un importante papel en tiempos de aislamiento social por la pandemia y se han creado escuelas para enseñar a los canes y a sus dueños a convivir y entenderse.
Aspectos positivos concretos de los perros como mascota
Estos beneficios nos demuestran las distintas formas en las que los perros han mejorado problemas concretos, considerando que en los casos en que es necesaria la intervención profesional esto ha funcionado como una herramienta complementaria cuyo objetivo no es solo beneficiar al individuo sino que comparte un deseo por compartir con esta mascota y hacerse responsable. Asimismo, las personas que ya cuentan con un peludo dentro de la familia pueden hacer consciencia sobre su importante papel.
Aumento en la productividad laboral cuando se practica el teletrabajo y favorece la impresión de otros compañeros sobre sus valores y capacidad de multitareas al aparecer en las reuniones virtuales. Se encuentra evidencia de que los miembros del equipo consideran este factor para votar con mejores números en cualidades como la confianza, unión de equipo y compañerismo.
El estrés relacionado al trabajo y el rendimiento académico disminuye notablemente en la presencia de mascotas que nos ayudan a regularnos y alejar nuestro foco de las preocupaciones del rol laboral y las rumiaciones.
Los casos de ansiedad en que se han integrado perros como mascota o se ha educado sobre el papel de su can como apoyo han apreciado una mejora considerable.
Los perros necesitan salir a caminar al menos una vez al día, por lo tanto tener una mascota impulsa a su dueño a estar más activo. Salir al aire libre ayuda a estar más activo, respirar aire fresco, desconectar con la rutina y mejorar el estado de ánimo, el ciclo de sueño y una visión más positiva sobre la realidad.
Los perros como mascota disminuyen los sentimientos de soledad por el valor de la unidad cuando somos responsables de uno en casa. Ver, tocar y escuchar los sonidos emitidos por ellos puede impulsarte a hablarles, darles afecto a manera de contacto físico y dejar entrar sentimientos de buena voluntad.
Características de los perros de apoyo emocional
Cuando se trata del apoyo emocional y los beneficios mencionados anteriormente todos los perros, sin importar su raza, son más que aptos para crear un vínculo con la persona que los adopta. Las variaciones de tamaño y características de vida diaria necesarias para los canes pueden ser estudiadas para determinar qué raza puede ser más conveniente a su estilo de vida y las dimensiones de su vivienda.
Lo esencial es desarrollar una sana convivencia y revisar con un profesional cualquier rastro de carácter agresivo en el perro que pueda deberse a un mal trato experimentado en su etapa de cachorro o por la necesidad de un poco de ayuda para su adaptación.
En este sentido, cada perro cuenta con una personalidad diferenciada como todo ser vivo y junto con el amor debe de tomarse el tiempo de adiestrarlo y poner reglas básicas para la convivencia mutua.