La adolescencia es una etapa que se caracteriza por cambios constantes y en sus últimos años también demanda nociones sobre quiénes somos y a qué queremos dedicarnos en la vida. Por sí mismos los adolescentes no tienen una guía que les permita saber cómo será su futuro académico, es por ello que el psicólogo educativo tiene como tarea principal orientar a través de motivaciones al estudiante para que puedan tomar una decisión al momento de seleccionar una profesión siempre y cuando vayan acorde con sus aptitudes y actitudes. 

¿Qué es la vocación?

La vocación, según la psicología, es el deseo o amor que alguien siente por cierta profesión u oficio y que nos explica por qué tiende a inclinarse a esa área de desempeño o interés. Por sus características, las vocaciones son únicas para cada persona, se orientan a cumplir con sus intereses personales, aptitudes y gustos. 

Por lo tanto, cuando una persona cree tener un llamado interno sobre a qué se quiere dedicar su vocación será los suficientemente fuerte para permitirle investigar un poco más sobre el tema, plantearse hipótesis y tratar de imponer sus propias ideas planteándose una meta y esforzándose ante adversidades siempre y cuando sus condiciones le permitan alcanzarlo. Por su importancia, la vocación implica una toma de decisiones y requiere que el joven o adolescente (por ser esta la edad en que se ven en la necesidad de elegir) se responda a sí mismo preguntas cómo: ¿Qué se me da bien?, ¿Cuáles son mis habilidades? ¿De qué forma me veo en el futuro? 

Orientación vocacional en los jóvenes

La orientación vocacional es una actividad permite brindar asesoramiento a los adolescentes y adultos jóvenes para que comiencen a explorar sus preferencias y definan correctamente su orientación, aptitudes e inclinaciones. En especial, poder “encajar” el punto en que se relacionen con sus aspectos profesionales y laborales, para que así pueda tomar una decisión sobre cuál carrera u ocupación estudiará o ejercerá. 

Una buena elección profesional influye en gran medida en la satisfacción laboral y la calidad de vida de cada persona, siendo aquellos que se sienten a gusto con sus funciones personas que trabajan con agrado y realizan aportes a la sociedad desde su área de ejercicio. Esto convierte a la orientación vocacional en una gestión sumamente importante a nivel personal y social, centrándose por parte del profesional orientador o psicólogo educativo, en tres actividades:

• Se aplican una serie de pruebas vocacionales.
• Se otorga información de cada área, sus tareas y algunos de sus cargos y áreas para ejercer.
• Consejo profesional posterior a una entrevista con el estudiante.

Enfoques dentro del proceso

El proceso de orientación profesional puede ser una actividad hermosa de acompañamiento pero también representa un reto para el psicólogo que desea integrar a una joven persona en su medio social mostrándole la gran cantidad de campos que existen para ejercer, ganarse la vida y sentirse a gusto con su elección para facilitar su posterior adaptación.

La orientación vocacional tiene tres enfoques que debe integrar:

Educativo 

Desde el ámbito educativo el profesional cuenta con objetivos como la disminución de la deserción académica y favorecer la adaptación al sistema educativo al aprovechar los talentos y habilidades de los jóvenes para que comprendan su futura integración a la sociedad. De igual forma la educación debe modificarse de acuerdo a las necesidades y requerimientos que tenga la sociedad para el momento. 

Psicológico

Desde la psicología la vocación se orienta a generar satisfacción personal, ya que la persona estaría ejecutando y desarrollando sus aptitudes, encontrándose en un ambiente donde se siente identificado y hallando armonía mental en sus proyectos. Por el contrario, dedicarse a largo plazo a un trabajo que le genera insatisfacción o frustración desencadena malestar significativo para quienes se exponen a estas circunstancias. 

Socioeconómico

Este enfoque aprecia a los individuos como ciudadanos que largo plazo pueden colaborar con el progreso y desarrollo social y económico de su país o territorio. Es por ello, que la educación es una parte fundamental de este proceso y sus modalidades repercuten en el desarrollo de sus recursos, este aspecto aunque ha sido poco valorado por ciertas corrientes políticas se valora en gran medida desde una visión antropológica. 

Recomendaciones que aportan los profesionales

Las preguntas “¿Qué vas a ser cuándo seas grande?” “¿Qué carreras vas a estudiar?” son interrogantes que se presentan la nuestra niñez y se asientan en la adolescencia donde se les impulsa a dar respuestas cada vez más aproximadas a su futuro. Aunque en algunas ocasiones los chicos se sienten contra la espada y la pared, no se les busca imponer un rol que les genere reconocimiento social o numerosos beneficios económicos. 

Este factor social y familiar tiene mucho poder e influencia sobre las decisiones al momento de escoger a qué se dedicarán en la vida, sin embargo, la elección que se escoja no debe ser impulsiva sólo para complacer a las personas a tu alrededor. 

Es importante brindarse el tiempo necesario para saber el área de desempeño humano que realmente le agrada incluyendo consignas directas para reconocer su identidad laboral (qué aptitudes, valores y actitudes posees y cuáles objetivos deseas cumplir) y así poder escoger una carrera acorde con sus intereses. Por ejemplo: “eres una persona empática, prosocial y sabes escuchar” hay diversas carreras que podrías escoger y que cumplirían con tus características dentro del área de humanidades, medicina, psicología, entre otras. 

Dado que la adolescencia es un proceso de desarrollo de la personalidad y maduración, es frecuente sentir en cierto punto que se ha equivocado al escoger la carrera u oficio. Se les puede brindar comprensión si sienten en el transcurso del tiempo que no están cumpliendo con sus expectativas. Tomar una pausa y replantearse qué es lo que necesita para ese momento se recomienda en la mayoría de estos casos. 

A su vez,  escuchar opiniones externas puede ser de ayuda como una guía en este proceso, sin olvidar que al final cada individuo decide a qué dedicarse el resto de su vida y no tiene por qué ser una sola labor.