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La curva comenzó a dispararse: ¿Qué viene ahora?

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La tan temida curva de contagios por el coronavirus está aumentando de manera considerable en el país, contando a la fecha con más de 40.000 casos y 400 muertes, con una media de 2.000 contagios nuevos cada día. Este rápido incremento en las cifras son preocupantes, sobre todo comparandolas a los 9.200 casos que había hace un mes. Esta situación ha llevado al gobierno a decretar cuarentena total en todas las comunas de Santiago, dado que ahí es donde se concentran la mayor cantidad de casos.

 

Se espera que con esto la curva comience a decaer poco a poco, como ha sucedido en China y España, países que, pese a ser de los que en un principio tenían las cantidades más altas de contagios y muertes por el Covid-19, ahora viven una situación mejor controlada por las acciones que se tomaron en su momento.

hospitalesSin embargo, el precio por superar esta crisis satinataria es quedarnos en nuestros hogares más tiempo del que solemos estarlo, cambiando nuestro ritmo de vida a uno al que no estabamos acostumbrados. Como sociedad, debemos contribuir con que esto sea posible, sin salir de casa y, en caso de tener que salir, respetar las normas preventivas, como lo son mantener distancia con los demás, usar mascarillas y lavarnos las manos.

Ahora, lo cierto es que llevar esta cuarentena de la manera equivocada podría acarrear consecuencias negativas que, más que tratarse del virus, estarían directamente relacionadas con la salud de nuestro cuerpo y mente.

Refiriendonos a la salud física, hay dos problemas bastante preocupantes que pueden hacerse paso gracias al estar encerrados por mucho tiempo, que son una alimentacion desbalanceada y el sedentarismo.

Usualmente, las personas que estudian o trabajan tienden a tener horarios de comida más establecidos: hay que levantarse de mañana, así que se desayuna normalmente antes de las nueve, se almuerza alrededor del medio día y se toma once o cena al anochecer. Ahora que se está todo el tiempo en casa, no solo hay un desorden en el horario habitual, sino que también hay quienes saltan comidas, o comen de más, o ingieren alimentos poco balanceados. Cualquiera de estos casos, si se descontrola, acabaría por desembocar en desordenes alimentacios, o una descompensación nutricional.

En cuanto al sedentarismo, es algo que en tiempos como este puede pasar muy por debajo de la mesa, ya que suele preocuparnos más lo que hacemos, en vez de lo que no hacemos.

virusEstar todo el día en casa, tal vez trabajando desde el ordenador, o viendo televisión, el celular, jugando videojuegos, etcetera, si bien puede ser una distracción efectiva, también se podría convertir en un problema. El cuerpo necesita moverse y quemar todas esas calorias y grasas que ingerimos de alguna manera, por lo que permanecer quietos todo lo que dure la cuarentena será contraproducente para nuestra salud.

Si bien no podemos salir, hay alternativas para mantener el cuerpo activo, aunque sea un poco: utilizar algún espacio libre en la casa y hacer cardio, estiramientos, yoga, baile… lo escencial es dar algo de movimiento al cuerpo de vez en cuando.

Entrando al tema de la salud mental durante estas circunstancias, es algo más profundo que los casos anteriormente mencionados, dado que hablamos de decenas de condiciones y trastornos tanto preexistentes como derivados del mismo aislamiento que afectan a cada individuo de manera distinta.

Un ejemplo muy común es la ansiedad. Todo lo que muestran las noticias y las redes sociales es lo que sucede en el mundo con el coronavirus y, aun peor, lo que sucede en Chile, donde estamos pasando por un alza inmensa de casos y muertes. Las malas noticias llegan a resaltar más que las buenas, y esto crea en el individuo miedo de lo que pueda pasar, una incertidumbre que, si bien es comprendible, también es peligrosa si escala a niveles irracionales.

También está el mismo aislamiento social, que a unos afecta más que a otros. Mientras que hay familias que están viviendo la cuarentena en compañía, y apoyandose entre ellos mismos, están por otro lado los que viven solos, o que no gozan de una buena situación familiar y encontraban un alivio al relacionarse con personas fuera del hogar. El dejar de ver a amigos u otros familiares cercanos acarrear consigo problemas como la depresión.

Podemos agregar a la lista problemas como el estrés, el aburrimiento excesivo, el insomnio, la fatiga, entre otros. Estas complicaciones afectan a todas las edades, mas puede que algunas estén más presentes en ciertos grupos de personas que en otros. Por ejemplo, los niños y jovenes pueden sufrir por el aburrimiento y el aislamiento, mientras que los adultos padecen más del estrés de tener que mantener sus hogares en circunstancias como estas, y los adultos mayores, siendo de los más delicados contra este virus, desarrollan con facilidad miedo irracional y ansiedad al ver el cómo van evolucionando las cosas.

Algunos de los consejos que pueden ayudar en estos casos son:

  • Cuidar lo que comemos y tener conocimiento de qué necesitamos ingerir para estar sanos.
  • Dedicar unos minutos al día al ejercicio físico de cualquier tipo.
  • Evitar sobrecargarnos de los noticieros.
  • Buscar actividades que nos gusten y relajen, como pintar, escribir, bordar, escuchar música, leer libros…
  • En caso de estar estudiando o trabajando, saber cuándo se debe tomar un descanso.
  • No exigirnos de más, ni obligarnos a estar todo el tiempo bien.
  • En caso de sentirnos muy mal anímicamente, o de necesitar ayuda de algún tipo, no callarnos. En su lugar, lo mejor es hablarlo con alguien de confianza.

Lo más probable, si analizamos la situación de los paises que ya atraveraron el peak de contagios, es que la cuarentena se extienda entre 2 y 4 meses más hasta que el número de casos comience a desender. Hasta entonces, es importante no solo encargarnos de evitar cualquier forma de contagio, cuya acción más efectiva es no salir de casa, sino que debemos cuidar de que nuestro cuerpo y mente estén sanos para que el aislamiento sea más llevadero.

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