Si bien el termino en ocasiones es utilizado con cierta frecuencia dentro de conversaciones populares, no es menor tener la posibilidad de contar con más conocimientos respecto a este peculiar Trastorno Hipocondriaco.
¿Cuál es su origen etimológico?
La definición de la palabra proviene del griego “hopocondrio” que significa “Debajo del Cartílago”, haciendo referencia a la zona ubicada debajo de las costillas falsas. En el mundo de los griegos se asociaba a una patología somática, que afectaba a los órganos abdominales.
Este concepto se ha ido desarrollando en la medida que los estudios avanzan, ya en el siglo XX, esta afección se asociaba a la neurastenia y a la histeria, la cuales era definidas por el el Autor Gillespie, como una enfermedad sui generis (con características propias) como: parestesias, preocupación del paciente con su función corporal, convicción de estar enfermo, rechazo de la negación médica de su enfermedad y la ausencia de respuesta a la psicoterapia.
En la actualidad la presencia de preocupación generalizada y no delirante, que se esté presentando por más de 6 meses, estaría describiendo una hipocondría como trastorno psicológico. Sumado a esto el temor de llegar a tener una enfermedad grave basada en la interpretación errónea de los síntomas corporales.
Es esta preocupación la que genera en la persona un sufrimiento y disfunción significativa para su vida, y no pueda explicarse con la presencia de otro trastorno.
Este trastorno se encuentra asociado a diferentes patologías médicas, las que han sido clasificadas para poder otorgar un orden a la manera en que la estudiamos.
La psicología, con sus diversas maneras de estudiar los fenómenos que acontecen con nosotros, propone desde un modelo cognitivo conductual:
- Aumentan y amplifican sus sensaciones somáticas
- Tiene umbrales bajos para el malestar físico y escasa tolerancia a este. Sus expresiones varían desde un dolor en el dedo a una posible fractura.
- Finalmente tienen ideas sobrevaloradas, cargadas con un sentido emocional y no racional.
Estos dos puntos, resultan importantes de observar, ya que;
- Racionalmente: El personal médico ya ha explorado y examinado a conciencia de que es un sujeto básicamente sano.
- Emocionalmente: Su sensación sigue permaneciendo, por lo que es posible que algo malo esté ocurriendo. Este factor emocional sería el responsable de que las personas experimenten un fenómeno denominado “Amplificación Sensorial”, la cual se da mediante la activación del sistema nervioso vegetativo, por la vía hipotalámica, tras la activación amigdalar persistente y anormal.
Por su parte, la mirada desde un aprendizaje social, plantea que se puede dar en individuos socialmente desfavorecidos, donde la somatización podría ser uno de los principales medios de comunicación.
Al ser la hipocondría una afección psiquiátrica, puede tener un tinte peyorativo dentro de nuestra sociedad, ante lo cual las ansiedades se podrían estar exteriorizando mediante la somatización. Esta situación se añade a una persona que presenta como capacidad el reconocimiento de enfermos frente a problemas aparentemente insuperables y sin solución.
Esta condición puede ser mirada finalmente por esta teoría; como una vía de escape para evitar enfrentar compromisos dolorosos y obligaciones habituales.
¿A qué cosas una persona puede estar atenta para generar luces de alerta frente a este Trastorno Hipocondriaco?
Son conductas como lo que se considera las “policonsultas”, donde migran en busca de diversos especialistas que han llegado a una misma conclusión médica, por lo que se ve en aumenta la cantidad de dinero que utilizan para su salud. Este círculo de hipocondría, al igual que en trastornos de ansiedad, se ven potenciado por palabras tranquilizadoras para el usuario, por lo que se hace “adicto” a escuchar este tipo de solución o hipótesis diagnósticas.
Ante esa situación podríamos mirar un modelo de medicina clásica, por lo que visitar profesionales de salud podrían generar aproximaciones interesantes para detectar este cuadro descrito.
Dentro de la vida de la persona, su desarrollo se puede considerar normal, hasta que alguna crisis pueda marcar este ciclo vital y a consecuencia de no poder enfrentar adecuadamente podría formar algunas de estas sintomatologías.
Si bien existen características que nos permiten diagnosticar a un hipocondriaco; no deja de ser un reto terapéutico realizar su diagnóstico, debido principalmente a la similitud de síntomas somáticos son comunes a la epidemiología y etiología a la fibromialgia, colon irritable, síndrome de fatiga crónica.
De igual modo, el individuo que lo padece, suele negar que presenta dicho trastorno psicológico, ya que sus posibles enfermedades con sintomatologías somáticas y partiendo de la sugestión emocional, que para su propia persona son reales y orgánicos, ocasiona que en el transcurso de su diagnóstico sea más complejo el abordaje del paciente.
¿Tienes algún pariente que tiende a presentar conductas de ansiedad por patologías que no son reales? Es importante el apoyo psicológico para el mejoramiento de su calidad de vida emocional. Reserva ahora en Chile Psicólogos.
