¿Qué es la fibromialgia?
El dolor, rigidez y sensibilidad en los músculos, tendones y articulaciones, sin presenciar una inflamación de los tejidos involucrados, son los primeros indicios que dan cabida al síndrome de fibromialgia, el cual a su vez se caracteriza por alteraciones del sueño fatiga ansiedad problemas intestinales y cansancio.
¿Cuáles son sus síntomas?
- Manifiesta dolor crónico generalizado, junto a la rigidez y sensibilidad muscular.
- Presenta incapacidad para desenvolverse en sus actividades cotidianas.
- Parestesia.
- Visión borrosa.
- Debilidad.
- Entumecimiento.
- Inestabilidad en sus estados de ánimo.
- Insomnio o mala calidad de sueño.
- Problemas de concentración.
De igual modo la persona que presenta fibromialgia puede manifestar de forma simultánea o individualmente las siguientes patologías:
- Trastorno temporomandibular.
- Síndrome de intestino irritable.
- Trastorno afectivo mayor.
- Trastorno de ansiedad.
- Cistitis intersticial.
- Vulvodinia.
- Endometriosis.
A su vez se pueden desarrollar con otras patologías de carácter inflamatorio con nivel crónico tal como ocurre con la artritis osteoartritis y lupus, lo cual, al coexistir genera una importante complicación en el diagnóstico y efectivo tratamiento de la fibromialgia.
Diagnóstico
Su diagnóstico se realiza en base a los síntomas que caracterizan a este síndrome junto a la exclusión de enfermedades con un patrón similar, tal como sucede con el síndrome de fatiga crónica, enfermedad de Lyme, depresión, hipotiroidismo o trastornos del sueño.
Es importante destacar que esta patología se presenta mayormente al manifestarse enfermedades crónicas con dolor generalizado, aunque de igual modo existen casos los cuales no lo presentan. Pero, indistintamente, su diagnóstico permite un importante aumento de la satisfacción del paciente así como la reducción de recurrir continuamente a la asistencia sanitaria.
Implicaciones en criterios de evaluación según la ACR 1990:
- Manifestación de dolor generalizado al menos durante tres meses.
- Dolor en ambos lados del cuerpo así como por debajo de la cintura.
- Dolor en 11 de la 18 puntos dolorosos a la palpación digital.
- Aplicación de exámenes de laboratorio, rayos x, tomografía y biopsia muscular.
¿Cómo se produce?
En 1904 Copart acuñó el término fibrositis, con el objetivo de descubrir un cuadro de dolor generalizado con carácter difuso, y que podía cambiar su localización del dolor, desde los tejidos musculares, articulaciones hasta los tendones, asumiendo que existía para ese entonces una base inflamatoria, a pesar que no se registraban dichos de flogosis.
En 1990 el Colegio Americano de Reumatología, fue quien se encargó de organizar una comisión de expertos, que tras clasificar y establecer la definición del proceso doloroso, se publicarían conclusiones que hoy día son propios del diagnóstico de la fibromialgia, aunque las dudas sobre su origen han sido en gran medida un problema para llegar a un consenso que genera la no resolución el porqué se produce dicho síndrome.
En la actualidad se han generado teorías sobre la fibromialgia y sus causas, sosteniendo que se debe a un problema de cómo el sistema nervioso central es capaz de procesar el dolor, el cual, puede ocasionarse por un trauma tanto físico como emocional, una respuesta no adaptativa al dolor, problemas del sueño e incluso infecciones a pesar que en este último caso no sea detectado en persona con dicho problema.
Su dolor puede desarrollarse por la estimulación nerviosa repetitiva, generando cambios cerebrales en personas que presentan el síndrome de fibromialgia generando Un aumento significativo en lo niveles de ciertos químicos los cuales están asociados al dolor. Asimismo, los receptores del dolor aparentemente generan memoria del dolor, lo cual aumenta su sensibilidad generando una reacción más desproporcionado ante las posibles señales de malestar.
¿Cuál es su tratamiento?
Si bien la fibromialgia no tiene una cursa propiamente, existen ciertas técnicas que pueden ser implementadas para obtener resultados significativamente efectivos a través de las terapias multidisciplinarias más destacadas, como en el caso de la meditación, terapia cognitivo-conductual y el ejercicio diario.
Cuando su abordaje el tratamiento no es farmacológico se desarrolla mediante un programa de ejercicios aeróbicos el cual se genera de forma lenta y progresivo aumento de dicha actividad, por su parte la terapia de relajación y terapia cognitivo conductual, posee una importante participación para aliviar el dolor y continuar con cambios en estilo de vida, progresivamente se desarrolla una estimulación estratégica de descanso cuando el dolor se convierte en agudo, en el que se genera poca actividad evitando síntomas rebote en días posteriores.
Es importante destacar, que cuando se alivia parcialmente el dolor y no en su totalidad, es posible que se inicie la aplicación de tratamiento farmacológico, como la inclusión de antidepresivos los cuales variarán de acuerdo la efectividad. Posteriormente si no se logra generar una efectiva recuperación o alivio del dolor, se referirá a un equipo multidisciplinario del manejo del dolor junto a un plan de ejercicios individualizados en intervención psicológica