A lo largo de la historia, han nacido artistas que quedaron grabados en la misma por romper todas los parámetros de su época, por ser innovadores, por ser los mejores del mundo, y muchas personas han atribuido todo esto a un don de nacimiento, a un talento innato, el cual estaría predestinado a convertirlos en genios. Autores como Carole Tansley han definido el talento como una capacidad o aptitud especial, que denominan como innata y aporta logros sobresalientes a las personas, en sus dominios físicos y mentales.
Te presentamos datos relevantes acerca de este dilema que ha sido un tema polémico de investigación los últimos 100 años y cada vez nos acercamos más a la certeza de que es un tema mucho más profundo de lo que parece.
¿Existe realmente el talento?
En el mundo se habla del talento como algo único, algo que solo un seleccionado y afortunado grupo posee y que estos privilegiados son capaces de hacer cosas asombrosas con el menor esfuerzo y preparación por lo que cuentan con una ventaja abismal por sobre el resto de las personas. Sin embargo, la creencia de que alguien puede tener un desempeño excepcional sin dedicar el mínimo esfuerzo, sin practicar y desarrollar su talento está muy alejado de la realidad.
Estudiosos en el ámbito como Coile, el escritor del libro “Las claves del talento” definen el talento como “La posesión de habilidades repetibles que no dependen de la genética (aunque lo relaciona con la mielina), sino de: práctica intensa, ignición e instrucción maestra”. Dando sentido a que el talento, más que una facultad de nacimiento es una habilidad adquirida a través de los años con práctica y esfuerzo.
Luego de evaluar todo lo antes mencionado queda plantearse ¿Verdaderamente existe el talento? Sí, absolutamente. Genéticamente existen personas que cuentan con una mayor capacidad para aprender ciertas técnicas, asimilarlas y ejecutarlas correctamente en la práctica, tienen un potencial extraordinario, superior al promedio, que en igualdad de condiciones los harán destacar.
¿De dónde provienen los talentos?
El talento viene de años y años de información genética, el cual se deposita en el individuo a la espera de que este la encuentre y explote al máximo, porque de no practicar el talento, de no desarrollar esta habilidad simplemente se estaría desperdiciando el potencial. Ejemplificando esta situación, si se enfrentaran 2 personas en un concurso, una con mucho talento pero que no entrena y una carente de talento pero con mucha motivación y horas de trabajo, ganaría la persona que no tiene talento, por el simple hecho de que su experiencia y esfuerzo lo hacen mejor
El talento sin esfuerzo no es reconocible
Basándonos en todo esto, se puede afirmar que el esfuerzo y compromiso es más importante que el talento si se quiere ser el mejor en cualquier disciplina, la constancia, la entrega, la competitividad, el entrenamiento, son los factores que te harán crecer y destacar en cualquier ámbito y no un don genético por sí solo. Los siguientes factores intervienen en el desarrollo del talento y su potenciación para que pueda ser el motor al cumplimiento de las metas.
La práctica hace al maestro
La psicología deportiva puede tener una gran influencia en la verdadera gestión del talento humano, estudios realizados en esta área han destacado que el esfuerzo y compromiso es en la mayoría de los casos más importante que el talento. Por ello, tanto en el deporte como en cualquier disciplina intervienen factores como la motivación, la competitividad, la constancia y determinación. Del mismo modo, la perseverancia por ir alcanzando pequeñas metas terminará en grandes resultados a largo plazo.
Existen una serie de factores que hacen crecer a una persona en cualquier ámbito de su interés y no se basan sólo en un “don genético” o un poder especial.
Desarrollar nuestras habilidades
Expertos en el ámbito del desarrollo de las potencialidades han establecido que los deportistas, artistas y personas de éxito con mayor reconocimiento a nivel mundial dedican al menos 3 horas diarias al entrenamiento de sus habilidades, de ese modo se confirma que es necesario día tras día dedicarse a cultivar su talento.
La psicología afirma que para cultivar las habilidades es necesario contar con un buen conocimiento de nosotros mismos, a su vez, desarrollar la creatividad, establecer empatía y contar con estrategias para la resolución de problemas influyen en la sana fluidez de las habilidades.
La paciencia es una virtud
Sabemos que quieres alcanzar resultados rápidos, ser el mejor en lo que amas o en eso que se te da bien y deseas aprovechar al máximo. Sin embargo, toma una respiración profunda y plantéate cuánto puedes dar y cuánto vas a recibir. Romper límites no es tan sencillo, en este aspecto hay que contar con mucha paciencia y dedicación.
No hay que olvidar que también necesitarás realizar una buena planificación para tu bienestar físico y emocional, recuerda que encontrarse descansado, bien alimentado y en condiciones óptimas de salud es el primer requisito para el entrenamiento de tus habilidades.
El deporte como ejemplo de talento humano
Los atletas de élite tienen un control total de sus actividades diarias y dedican una gran cantidad de horas a la semana para mejorar y estar por encima de sus rivales ¿Importa el talento? Se ha demostrado que sí, pero en un mundo donde todos son talentosos va a resaltar aquel que trabaje más.
En el mundo del fútbol, se ha destacado el trabajo y dedicación del futbolista Cristiano Ronaldo, actualmente el mejor goleador de la historia y quien se disputa el puesto de mejor jugador de la historia con Lionel Messi. En este aspecto, los conocedores en el asunto afirman que por el estilo y la destreza que Messi cuenta con un mayor talento que Cristiano Ronaldo ¿Entonces por que están tan parejos?
Se debe a que el jugador luso entrena día y noche para ser el mejor, muchos compañeros y excompañeros del Portugués han hablado maravillados por la dedicación que el jugador tiene a la hora de entrenar, siendo una frase recurrente en las entrevistas “Es el primero que llega a los entrenamientos y el último en irse” esto demuestra que el trabajo duro, puede opacar a cualquier talento sin importar que tan grande sea este.