¿Alguna vez te ha sucedido que luego de estar durmiendo plácidamente te ha despertado un fuerte dolor en el pecho? Muchas personas han comentado que incluso dichos dolores existen luego de una parálisis de sueño; nace de una presión que algunas personas suelen sentir en el medio del pecho al momento de no poder moverse, es decir, en ese momento exacto en el que se encuentran despertando sin poder mover un músculo. Se sabe también que esta sensación suele ser acompañada por un fuerte terror, ansiedad extrema e incluso náuseas.
En el pasado, en muy antiguas edades de la humanidad, se creía que esta sensación de dolor o presión en el pecho se debía a que demonios invisibles de la lujuria; en este caso, del sexo opuestos al de la víctima, se posaba en pecho con la intención de extraer la energía sexual que poseemos los seres humanos. Por supuesto, el hecho de que no pudieras moverte también era explicado por las influencias de dicha entidad maléfica.
Hoy en día entendemos entonces que la parálisis de sueño es una tendencia bastante común del ser humano donde no puedes moverte al despertar y que no está relacionado con estas antiguas creencias. El dolor en esta zona, si tiene que ver con la parálisis de sueño, sólo existe psicológicamente ya que físicamente no hay nada allí que te esté ocasionando esa presión que luego se convierte en dolor.
Posibles causas del dolor en el pecho
Sus causas pueden provenir de una infinidad de sitios. Una de las causas más importantes de dicho dolor es la gastritis. Esta enfermedad de vez en cuando tiene la tendencia de generar grandes cantidades de gases que, al estar acostado, pueden subir por tu esófago y quedarse allí generando un intenso dolor en la zona del pecho.
Otra de las causas, un tanto extrañas y poco conocidas, podría ser que tengas uno de los diferentes virus que atacan cartílagos de nuestro cuerpo. En nuestra caja torácica existen cartílagos entre las costillas que pueden ser fácilmente atacados por estos virus que de vez en cuando nos acechan sin que podamos darnos cuenta.
Una de las causas más preocupantes y menos esperadas por los pacientes, es la neumonía o algún otro problema pulmonar. Si tienes tos seca o con flema y un día despiertas con un fuerte dolor en el pecho, lo mejor que puedes hacer es asistir al doctor para que pueda chequearte y definir si lo que estás por sufrir es neumonía, bronquitis o algún otro problema grave en los pulmones.
Debemos entender que en cuanto a dolores de pecho, pueden existir una inmensa cantidad de causas. Desde la neumonía que ya hemos hablado, hasta el extremo de cáncer de pulmón. Si eres fumador y comienzas a sentir un dolor en la zona del pecho cada vez que aspiras un cigarrillo, suele ser el momento que sirve como incentivo de la mayoría para dejarlo de una vez por todas. Sin embargo, ya a estas alturas es demasiado tarde y el dolor probablemente es el indicativo directo de un grave y profundo daño a los pulmones.
Muchos también entienden el dolor en el pecho como un posible indicativo de riesgo a problemas cardíacos. La realidad es que la cantidad de posibles causas para un dolor de pecho es tan amplia que evidentemente no podemos abordarlas todas en un solo apartado, así que nos hemos encargado de reunir las más comunes. Los problemas cardíacos a su vez pueden comenzar por diferentes razones, desde falta de ejercicio físico en la juventud, hasta problemas degenerativos, hereditarios e incluso genéticos y todos ellos pueden causarte este dolor que sientes en el pecho.
Si nunca has asistido a un cardiólogo y sueles sufrir de pequeños dolores de pecho en momentos específicos como hacer ejercicio físico, aguantar la respiración bajo el agua o al momento de extraer sangre de tu cuerpo para hacerte exámenes clínicos, quizás es la hora de ir a tu primera consulta, ya que estos problemas tienden a ser degenerativos si no se tratan.
La mayoría de las soluciones que podemos ofrecerte o sugerirte, tienen sus bases en el desarrollar y mantener el correcto funcionamiento de tu sistema circulatorio. ¿Cómo puedes ejercitar este sistema? con todo aquello que haga que tu corazón se ejercite. Por supuesto, antes de esto debes conocer si sufres de algún problema cardíaco que pueda afectar gravemente al llevar a cabo actividades como el ejercicio físico moderado, técnicas de oxigenación sanguínea por medio de la respiración, entre otros.
Viendo tu dolor de pecho desde un punto de vista lógico y objetivo, debes ser consciente primeramente de cuales son las fallas que presentas y que has estado ignorando. El cuerpo humano es una gran máquina que lleva funciones desde su más pequeña célula hasta su más grande órgano. Cada uno de estos procesos son llevados a cabo gracias a ciertas acciones que debemos ejercer. Un ejemplo simple de esto es que si deseamos que nuestro cuerpo aumente su peso en masa muscular, lo que debemos hacer es simplemente llevar a cabo el ejercicio correcto con la frecuencia correcta para que dicho músculo destruya y posteriormente se reconstruya con un tamaño mayor. De la misma forma funciona con todos aquellos órganos que permanecen en nuestro pecho, como lo son el corazón y los pulmones.
Por supuesto, es preocupante que nuestro órganos más importantes se vean afectados. Pero créenos que lo mejor que puedes hacer es primeramente asistir a tu médico, comunicarle tus síntomas y luego preguntarle si eres capaz de hacer ejercicio físico. El ejercicio te ayuda en muchísimos aspectos, tanto psicológica como físicamente. Ayuda directamente a tu sistema circulatorio, nervioso y respiratorio, lo que significa que probablemente esto erradique de una vez ese dolor en el pecho que tanto te preocupa.