¿Has escuchado alguna vez de que significa sufrir de depresión psicótica? Un alto porcentaje de personas que padecen de esta grave enfermedad, comenzaron con pequeños episodios depresivos donde se dejaban llevar por emociones negativas; prejuicios sociales negativos e incluso aceptación del maltrato proveniente de agentes externos.
Aunque no lo creas; para caer en depresión es necesario tener un nivel muy bajo de lo que se denomina como “resiliencia”. Sabemos que este término está bastante asociado a todas aquellas personas que tienen un cierto poder de ver los inconvenientes y problemas como escalones para continuar. Cuando decimos que hace falta tener un nivel muy bajo o nulo de resiliencia, nos referimos a que si eres este tipo de personas, eres más propenso a sufrir episodios e incluso cuadros depresivos; todo esto porque no eres capaz o simplemente no estás preparado para enfrentar esos problemas que te pueden derribar emocional y psicológicamente. En otras palabras, el caer en depresión, también requiere de cierto esfuerzo de tu parte para no prestarle atención a lo que debes; o simplemente dejar de prestarle atención a ciertas cosas puntuales e importantes en tu cabeza.
Cuando hablamos de depresión psicótica, las cosas se ponen mucho más peligrosas. La víctima comienza a tener ciertas alucinaciones, puede comenzar a escuchar voces que no existen e incluso a experimentar olores que no están allí. Es curioso la capacidad que tiene el cerebro de emular todos estos nexos de realidad; los cuales por supuesto el paciente juraría que son reales. Es por ello que existe una línea tan fina entre este tipo de depresión y la esquizofrenia. Pero tienen sus diferencias.
Lo que más suele verse en pacientes que presentan este tipo de depresión es que comienzan teniendo cuadros depresivos no tan peligrosos en comparación. Posteriormente, sin la ayuda profesional necesaria, ligado con sentimientos terribles de baja autoestima y autoflagelación, se da el salto de depresión mayor a depresión psicótica. Por supuesto, existe una pequeña lista de condiciones generales que pueden llevar a una persona con depresión mayor este tipo de depresión. Entre esas condiciones están, por ejemplo, que dicha persona permanezca deprimida la mayor parte del día, durante muchos días seguidos. El número de días depende evidentemente del tipo de persona y el nivel de su trastorno. Algo bastante común que también suele ocurrir, es que el paciente puede negar rotundamente que está triste; puede incluso ocultar los rasgos más evidentes de su posible depresión. Sin embargo esto puede detectarse fácilmente cuando ahondamos un poco más y descubrimos sus patrones irregulares de sueño, su conducta e incluso características tan simples como su expresión facial. Evidentemente, las características se han más o menos notorias dependiendo del paciente; en otras palabras, hay que tener una cierta noción de a quién estamos evaluando para saber como ayudarlo.
Existen diferentes trastornos iniciales antes de padecer de depresión psicótica
Para saber si una persona está cerca de sufrir este tipo de depresión, debemos tener en cuenta que dicho paciente debería experimentar diferentes trastornos antes de llegar al estado mayor de la psicosis. Entre estos trastornos existen, los cambios radicales en el apetito, sentimientos negativos con respecto a su autoestima y su utilidad en sus actividades del día a día e incluso profundas y constantes ideas que llevan al suicidio. Con respecto a los cambios de apetito, podemos darnos cuenta que esto a su vez genera una serie de consecuencias graves como disminución o aumento de peso desproporcionado, cambios en la energía que esa persona mantenía. Curiosamente, aquí podemos hablar de un círculo vicioso. Por ejemplo; si una persona cae en depresión y comienza a abandonar sus antiguos hábitos alimenticios, comenzará a sentirse sin energía a lo largo de sus días; dicha persona suele adjuntarle la culpa de su falta de energía a su depresión o tristeza. Esta persona tiene y no tiene la razón; esto no sucede propiamente porque se siente mal, sin embargo el hecho de sentirse mal genera como efecto el no comer bien y por consiguiente la falta de energía. Decimos esto porque muchas personas suelen adjudicar sus síntomas a simplemente el hecho de sentirse tristes sin darse cuenta realmente del proceso que están atravesando de forma intrínseca.
Una de las situaciones más delicadas que experimenta una persona que está comenzando a sufrir de depresión psicótica es el cambio de realidad que atraviesa. Hablamos de que esto es un proceso que ocurre gradualmente, de forma que al paciente le cuesta muchísimo saber que está en ese proceso. El paciente quizá comience a escuchar sonidos generales que pasan desapercibidos para él o ella, pero que son generados por su mente; en otras palabras, no son reales. Estos síntomas psicóticos van desde alucinaciones hasta delirios. En cuanto a alucinaciones, cuando este proceso está en una etapa muy avanzada, el paciente puede escuchar frases completas repletas de negatividad absoluta y flagelaciones contra su propia autoestima; frases como “no sirves para nada” “esto tampoco te saldrá bien” “eres un(a) inútil y nunca cambiarás” son las más comunes y más peligrosas.
Cuando hablamos de depresión psicótica, debemos entender que todo lo que ocurre a una persona con este trastorno tiene un porqué; una causa. Al igual que el ejemplo de la energía y la irregularidad del apetito, muchas de las situaciones que experimenta un paciente con depresión son efecto de una causa inicial en su comportamiento; bien sea el abandono de una actitud o acción que era frecuente y necesaria para mantener su estabilidad psicológica y/o emocional o simplemente la adquisición de nuevos hábitos negativos que pueden atacar directamente a la preconsciencia. Las causas son lo esencial y lo más importante para atacar el problema, ya que de esta forma tenemos una noción completa del problema y de esta forma tendremos un conocimiento más exacto para mejorar y otorgar claridad al paciente.
