En el mundo actual, en el cual las ofertas de trabajo que nos ofrece el mercado son cada vez más exigentes, la pregunta de cómo ser competitivos puede incluso llegar a angustiarnos. Es así como se vuelve sumamente importante prepararse para enfrentar de manera exitosa los procesos de selección, donde no solo será relevante poseer los conocimientos técnicos y las competencias blandas esperadas para determinado cargo, sino que también saber cómo dar a conocer de manera efectiva quiénes somos en las distintas etapas que conlleva dicho proceso. En este sentido, el presente artículo busca orientar a los postulantes de manera general sobre cómo demostrar correctamente todos los aspectos que nos solicitará la persona que tengamos en frente.
Currículum vitae y filtro curricular
Lo primero que debemos que tener en cuenta, es que el currículum vitae es nuestra carta de presentación. En él, se resume de manera clara y concisa los datos personales, académicos y laborales que nos destacan como trabajador. Para que este sea llamativo y tenga el impacto que esperamos, no deberá ser extenso, ya que nadie lee un pergamino. Por muchos estudios, capacitaciones y experiencia que tengamos, debemos resumir de manera atractiva todo aquello que consideramos importante de mencionar y que vaya en concordancia con el cargo al cual estamos postulando. Por ejemplo, para alguien que está postulando a un cargo administrativo, no será relevante señalar trabajos en el cual se desempeñaba en terreno, ya que como se entenderá se esperaría más bien un trabajo de oficina. En cambio, sí será positivo resaltar las experiencias que exigían de un alto grado de organización de documentos o cursos de perfeccionamiento de softwares y similares. Lo mismo aplica para datos personales que pudiesen “potenciar” nuestra postulación, como por ejemplo disponibilidad para trasladarnos o cercanía con el lugar de trabajo.
Otra cosa que se debe tener en consideración es que la mayoría de las organizaciones tienen perfiles de cargo definidos, es decir “el tipo de trabajador” que se encuentran buscando. Por lo general esto incluye nivel de estudios, años de experiencia en el área y competencias asociadas al cargo, requerimientos que se pueden inferir desde el mismo aviso publicado y la página web de la organización.
Todo lo anterior es sumamente relevante, ya que los profesionales dedicados a esta labor “filtrarán” la enorme cantidad de currículum vitae que reciben a diario de acuerdo a estos criterios previamente establecidos.
Portales laborales, redes sociales y otras fuentes para postular
Cada vez que una organización requiere de un nuevo colaborador, comúnmente tiende a publicar de manera masiva su oferta de empleo en las diversas fuentes de reclutamiento que tiene a su disposición, lógicamente para poder abarcar la mayor cantidad de postulantes posibles. Por lo tanto, si queremos ser considerados por estos, debemos agotar los diversos canales de comunicación. Dentro de algunos, destacan los portales laborales, Omil (Oficina Municipal de Información laboral), ferias laborales, redes sociales como Facebook, LinkedIn o Twitter.
Cabe mencionar que estas son algunas de las fuentes mayormente utilizadas por las empresas, pero también siempre es bueno mantenerse informado sobre datos que nos puedan compartir amigos o nuestro círculo social.
Ya sea en portales, Omil, datos de amigos o redes sociales, no olvidemos que siempre nuestro curriculum debe ser redactado de manera clara y en sintonía con el perfil que busca nuestro futuro empleador.
Antes y después del llamado telefónico
Si ya hemos cumplido con lo anterior, ahora solo nos queda esperar. En este sentido, deberemos mantenernos atentos a los canales de comunicación que se han establecido, ya que por lo general los reclutadores no cuentan con mucho tiempo para insistir en cómo contactarnos. Es por esto que se recomienda contestar el teléfono de manera formal y/o revisar nuestro correo con recurrencia. Obviamente que la esperada llamada nos podría generar ansiedad, pero debemos tener la calma necesaria para responder correctamente a lo que se nos pregunta, e idealmente, tener a mano algún medio para tomar nota de la dirección, horario y persona que nos entrevistará.
Posterior a esto, será importante prepararnos para la citación, ya que queremos dar nuestra mejor imagen ante el evaluador. Aspectos relevantes como averiguar los medios de transporte que utilizaremos, tiempo de traslado, vestimenta, documentos solicitados y tiempo que dispondremos para la evaluación, podrían ser de ayuda para sentirnos más tranquilos. Además de esto, siempre será bien visto investigar sobre la institución en lo que respecta a sus valores, misión, visión y características del cargo (todo esto lo podríamos encontrar por ejemplo en la página web y/o en el aviso por el que postulamos), así como estudiar nuestro currículum vitae.
Lo último mencionado no es menor, ya que es mal visto por los entrevistadores evaluar candidatos que demuestran inconsistencias o poco conocimiento de lo que ellos mismos han hecho. Pensar en nuestra motivación por el cargo, proyecciones, fortalezas, debilidades, logros y ejemplos concretos que den cuenta de lo que exponemos, no solo nos hará ver como personas serias e interesadas por el trabajo, si no que darán credibilidad y reforzarán aquello que argumentamos.
La Evaluación
Procure llegar con 10 minutos de anticipación, descansado, aseado y con un ánimo dispuesto a colaborar. Evite fumar antes de la entrevista, masticar chicle y utilizar su teléfono, ya que todo esto lo hará ver como alguien informal o poco interesado. A su vez, preste mucha atención a lo que le diga el entrevistador y responda de manera moderada a lo que le preguntan, evitando utilizar palabras coloquiales, entregando respuestas cerradas (si, no, no sé) o expresándose más de la cuenta (por mucha confianza que nos dé la persona que nos entrevista, ya que no es un amigo). Por otro lado, evite preguntar antes de tiempo sobre las condiciones contractuales del cargo (horarios, renta, beneficios), pues habrá instancias para esto y mostrarse interesado más en la renta que en los desafíos que conlleva el trabajo, reflejarán menos motivación por su desarrollo personal y poco interés en ser un aporte para la organización.
Sí se recomienda poner énfasis en sus conocimientos, experiencias y logros, pero recuerde ser prudente porque tampoco queremos parecer una persona arrogante. Sea amable en el trato, muéstrese seguro, tranquilo, con ánimo de colaboración y por sobre todas las cosas ¡sea usted mismo! el secreto está en mostrar lo positivo de uno dentro de un contexto formal de evaluación.
Finalmente se sugiere señalar situaciones concretas en las que se puso en juego la competencia que usted mencione, ya que le dará credibilidad y llamará el interés de su interlocutor. Por ejemplo, si una de las competencias que lo destaca es el trabajo en equipo, piense en experiencias vividas en sus trabajos anteriores en donde tuvo que conseguir una meta con su grupo. Una manera lógica de ejemplificarlo es pensar en una situación, qué hizo y cuál fue el resultado.
Al terminar la entrevista, lo más probable es que el evaluador ya tenga una impresión general de usted, es por esto que solo le queda agradecer, mostrarse atento a las etapas que siguen y resaltar su motivación por el trabajo.
Conclusión
Claramente no existen recetas para ser escogido. La gran variedad de trabajos que existen hoy en día implican diversas formas de postulación, evaluación y selección. Sin embargo, todos estos procesos presentan una característica transversal y es que nos exigen preparación y dedicación al momento de nuestra búsqueda.
Si bien considerar los aspectos que se mencionan en el artículo pueden potenciar una postulación, lo primordial será confiar en nosotros mismos y en las diversas destrezas que hemos ido desarrollando en nuestra formación laboral.
Recuerde que el no ser seleccionado no significa que somos malos trabajadores ni que nunca conseguiremos el empleo de nuestros sueños, solo significa que en ese momento no éramos el perfil adecuado para esa organización. Una actitud positiva frente a esto será sumamente importante, ya que nos permitirá seguir aprendiendo y nos dará el impulso para seguir creciendo como persona y trabajador. La actitud tú la escoges.