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Cambio en el escenario mundial: ¿Cómo enfrentar el futuro?

test coronavirus

Al COVID-19, o Coronavirus, como más comúnmente se le llama, le han bastando nada más que pocos meses para esparcirse por cada rincón del mundo.

Lo que comenzó como un extraño virus que surgió en China, evolucionó a una crisis sanitaria mundial que ha contagiado ya a más de 300.000 personas, le ha quitado la vida a otras 14.000 y ha creado un pánico colectivo —en ocasiones, desmedido— a cada lugar donde llega.

Tal ha sido el impacto que ha dado este virus en las personas, que hasta se ha podido ver, por ejemplo, al Presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, dejar atrás su posición relajada ante la crisis que tuvo en un principio y mostrar que es un problema serio, y que debe tratarse como tal.

Lo cierto es que lo que pase los próximos meses, ya que el COVID-19 ha tenido una propagación masiva las últimas semanas, es incierto, y depende mucho de hasta qué nivel lleguen los contagios, o lo que los gobiernos de cada pais hagan para alargar la curva de infectados.

chinaDicha curva busca lograr que, a lo largo de este año y hasta que una vacuna esté disponible —cosa que, según autoridades Chinas y Estadounidenses, podría ser hasta el 2021—, la cantidad de contagiados deje de acelerar de golpe, y que en cambio, quienes acaben por contraer el virus, lo hagan poco a poco, evitando que los sistemas de salud colapsen como China, en un inicio, y como está sucediendo en Italia justo ahora.

Por ello la cuarentena está siendo un tema tan urgente, aplicada de forma obligatoria en algunos países, de forma parcial en otros y, en los que no, las personas la toman por voluntad propia. Mientras menos gente esté en la calle, menos gente será contagiada, y hará que los hospitales y centros de salud tengan espacio para quienes más lo requieren. Por suerte, en la gran mayoría de los casos, la recuperación es más que posible, dependiendo de la salud del paciente.

Pero, por supuesto, las consecuencias que trae consigo el Coronavirus no solo se centran en la salud de las personas, sino en el impacto económico que ya está teniendo en el mundo, y que podría ir empeorando con el paso de los meses.

Lógicamente, estando tanta gente en cuarentena, gran parte de estos siendo trabajadores, las actividades económicas se están viendo afectadas.

Lo primero que podemos señalar al preguntarnos por qué un virus impacta en la economía, es que China fue la peor afectada en su momento, antes de que Italia la rebasase. Esto hizo que bajara de manera considerable la venta, producción y exportación que, como un efecto domino, tendría repercusiones en los países con quien está comparte acuerdos de comercio. China juega un papel muy importante, casi protagónico en la economía mundial, y la reducción de su ritmo habitual está provocando que este rol vaya en declive, y podría significar un gran problema para esta potencia mundial.

epidemiaHablando del turismo, este es una fuente de ingresos muy importante en una gran cantidad de países, de los que podemos destacar a Italia, Francia, China, México, Tailandia, Japón, Estados Unidos, etc. Gracias a la crisis actual, el turismo en dichos lugares ha tenido un descenso que se debe a que, por razones evidentes, la gente viaja mucho menos. Si esto se extiende a lo largo del año —y, probablemente, se extenderá—, significará otro problema económico.

Lo que tenemos en frente es un desbalance a como han funcionado las cosas los últimos años. Hace mucho que el mundo no se detenía de esta manera de forma tan abrupta, y es obvio que eso ocasionará consecuencias que, dependiendo del cómo lo manejen los gobiernos de cada país individualmente, podrían ser más o menos fuertes.

En Francia e Italia, por dar algunos ejemplos, ya se tienen fondos destinados a minimizar el golpe económico que está causando el COVID-19, y Estados Unidos ya tiene planes de mover la economía dando a cada habitante mil dolares para cubrir sus necesidades.

Pero, saliendo del tema económico, y volviendo al virus en sí, y a cómo su contagio está llegando a puntos desenfrenados y peligrosos, lo que podemos esperar para los siguientes meses hasta que por fin tengamos una vacuna circulando son dos posibilidades generales:

1) Que no se tomen las medidas de seguridad sanitaria correspondientes, y que la gente continúe con su vida normal, ayudando así a que la tasa de contagios suba y, con ella, la cantidad de muertos también lo haga, dificultando el control sobre esta.

2) Que las personas se tomen en serio las precauciones, que se queden en casa, que se circule en las calles solo para asuntos necesarios y, sobre todo, que las autoridades de cada país velen por cubrir las necesidades de los que se verán más afectados por la cuarentena.

La segunda opción es, por lejos, la que deberíamos tener en cuenta sin importar los riesgos, porque no podemos pensar en qué pasara en el futuro si no comenzamos a actuar en este preciso momento. Lo que suceda el día de mañana será consecuencia de las medidas que tomemos desde ahora, y ese debería ser el foco principal.

Lo que mejor podemos hacer es tomar las precauciones que se piden para frenar los contagios, dejar de lado el miedo y actuar con responsabilidad para nosotros mismos y para los demás.

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