A lo largo de nuestra vida dependemos de la socialización con otras personas, ya sea en el ámbito laboral, educativo o familiar, por lo que es importante desarrollar habilidades sociales que puedan facilitarnos esta tarea. Por lo general, estas habilidades se van desarrollando a lo largo de nuestra infancia, donde los padres juegan un rol importante, ya que de estos depende el desarrollo de la autoconfianza y seguridad.
¿De qué se tratan las habilidades sociales?
Lo que llamamos habilidades sociales se trata de una serie de conductas observables o no observables (como pensamientos y emociones) que nos permiten un mejor desenvolvimiento dentro de la sociedad e impulsan las relaciones interpersonales que tenemos y desarrollamos.
Además, las personas que son hábiles para establecer relaciones con otros son menos propensas a desarrollar psicopatologías como ansiedad y depresión, ya que las relaciones interpersonales nos brindan bienestar y como seres naturalmente “biopsicosociales” nuestra capacidad para adaptarnos al entorno influye en nuestra salud mental y física.
Entre los beneficios que comparten las personas asertivas se destaca la manera en que provee facilidad de comunicación, minimiza las posibilidades de ser malinterpretados en nuestras acciones o palabras expresadas desde la ansiedad, reduce conflictos derivados de la convivencia, promueve altos niveles de autoestima y mejora nuestra capacidad para la comunicación y el respeto por los sentimientos de los demás.
Conducta Asertiva
La asertividad es uno de los factores a tener en cuenta al momento de hablar de nuestras habilidades sociales. Esta se basa en expresar nuestras opiniones y pensamientos de una manera honesta y respetuosa para las opiniones y sentimientos de los demás. Lo cual nos permite un mejor desarrollo de nuestra autoestima ayudándonos a crear nuevas relaciones interpersonales basadas en la sinceridad y la comunicación.
Se puede decir que la asertividad se describe en tres áreas principales como: La autoafirmación, explicada como la defensa de nuestros derechos y opiniones; y la expresión de sentimientos positivos y negativos, lo cual se basa en expresar tanto agrado y afecto como disconformidad y desagrado de ser necesario.
Características de las personas asertividad
- Conocimiento y conciencia de los sentimientos y deseos propios.
- Aceptación propia indiferente de la aprobación de los demás.
- Independientemente de su éxito o fracaso, mantiene dignidad y respeto propio.
- Fidelidad a sí mismo a pesar de las diversas circunstancias.
- Responsabilidad emocional, actitud activa y enfocada en sus objetivos.
- Comprensión y manejo adecuado de los sentimientos propios y ajenos.
- Aceptación de sus limitaciones y esfuerzo para realizar sus posibilidades.
- Suele dar imagen de congruencia y autenticidad.
- Respeto y valor hacia sí mismo y los demás.
- Comunicación abierta, adecuada y franca con los diversos niveles de personas como amigos, familiares y desconocidos.
- Expresión adecuada de sentimientos, deseos u opiniones, sin esperar que los demás adivinen.
Conductas no Asertivas: Inhibición y Agresividad
Estas conductas imposibilitan o dificultan la comunicación con las demás personas. La inhibición, se basa en el retraimiento y pasividad, por lo general se presenta como la tendencia de querer pertenecer siguiendo de manera excesiva las reglas externas del entorno, esto trae como consecuencia temor a expresarnos de manera libre y honesta, tomando en cuenta a los demás y dejando de lado nuestras propias opiniones y convicciones.
Características de las personas inhibidas
- Dificultad para expresar lo que sienten, ya que por lo general esperan que los demás adivinen, además pueden responder de manera inadecuada cuando los demás no responden como desean o esperan.
- No son capaces de rechazar peticiones o pueden sentirse culpables de hacerlo.
- Dan razón a los demás por temor a ofenderlos.
- Callan o hablan con voz baja, son inseguros y se muestran nerviosas e incómodas y evitan el contacto visual.
- Necesitan ser apreciados y creen que al dejar su sumisión no tendrán aprobación de los otros, lo cual influye en su autoestima.
- No defienden sus derechos, y anteponen los derechos de los demás. ya que creen que estos son más importantes que los suyos.
- Sienten la obligación de explicar sus acciones.
- Temen a crear deseos y sentimientos.
- Imposibilidad de afrontar conflictos.
- Pueden llegar a experimentar explosiones emocionales, debido a que no se hacen responsables de sus emociones.
- No les gusta ser dependientes pero no pueden romper dicha dependencia.
- Por lo general se apegan de manera excesiva a las reglas o a lo que creen que las demás personas esperan de ellos.
Consecuencias de la inhibición
Las personas inhibidas son incapaces de expresar deseos u opiniones, de expresarlos lo hacen de manera insegura y negativa. Del mismo modo, es común que crean imposible la expresión de emociones como ira o desagrado, de manera que tampoco se permiten sentirlas.
A su vez, creen que son inferiores por lo que no pueden reconocer sus cualidades y potenciales. Lo que resulta en el abandono a luchar por cumplir sus objetivos debido a su visión negativa de sí mismas, como consecuencia, sus relaciones interpersonales se resultan poco satisfactorias, ya que su forma de pensar y sentir los convierte en personas temerosas y resignadas, siendo incapaces de defender sus derechos e ideas.
La inclinación de sólo centrarse en los deseos de los demás, tiende a cancelar los propios y perciben la manera en que los demás no se sienten cómodos con estas personas inhibidas, debido a que no entienden lo que quieren o pueden malinterpretar sus deseos. Se ofenden fácilmente por las acciones o palabras de los demás, les cuesta distinguir cuando son explotados y rebajados, por ende no pueden defender sus intereses.
Finalmente, este comportamiento sumiso por lo general atrae a personas dominantes que no respetan a los demás. Pueden llegar a experimentar emociones como insatisfacción, inseguridad, frustración, depresión, ansiedad y culpabilidad.
Características de las personas agresivas
Por último, tenemos a la agresividad, la cual es todo lo contrario a la inhibición ya que se basa en expresar nuestras opiniones sin respetar o escuchar a los demás, se manifiesta de manera verbal directa como: amenazas, burlas y comentarios hostiles, o de manera indirecta como comentarios sarcásticos.
- Se muestran sinceras, seguras y directas de una manera inadecuada.
- Expresión de emociones y opiniones de manera hostil.
- Exageran los desacuerdos o conflictos.
- Creen que ceder en un conflicto es perder este.
- Creen eficaz la utilización de la violencia para la resolución de conflictos.
- Irrespeto hacia los sentimientos y derechos de los demás.
- Justifican su agresividad explicando que son sinceros en sus opiniones.
- Se sienten bien en el momento en que son hostiles, sin embargo, esto puede traerles consecuencias en el futuro.
- No asumen la responsabilidad de las consecuencias que su comportamiento causa.