Los 40: ¿Qué características tiene esta etapa de la vida?

Cada etapa de la vida está caracterizada por ciertos aspectos, y cuando se trata de los 40’s se habla que durante este período el individuo puede presentar ciertos cambios a nivel hormonal, en especial en las mujeres, lo cual puede desencadenar en algunas personas la famosa crisis de los 40.

A medida que pasan los años es un hecho que el ser humano no se vuelve más joven y por lo tanto al llegar a los 40, en la mayoría de los casos genera una preocupación por el dejar de ser jóvenes y tener ciertas limitaciones en comparación cuando tenían una menor edad.

¿Cómo está caracterizada esta etapa?

Si bien, esta etapa se evidencia los procesos del envejecimiento tanto en mujeres como hombres, quienes a su vez poseen ciertas similitudes en cuanto a las características básicas, tales como:

Físicas:
- Disminución de la elasticidad y colágeno en la piel: Aparecimiento de arrugas o manchas.
- Aumento de canas así como la disminución del crecimiento del cabello
- Disminución de la masa muscular.
- Pérdida de la masa ósea, observándose a su vez la pérdida de espacios intervertebrales que disminuyen la estatura.
- Disminuye el metabolismo y por ende hay mayor posibilidad de aumentar de peso
- Se presentan los efectos de la menopausia en las mujeres, generando trasformaciones biopsicosociales.
Cognitivas y emocionales:
- Aspectos positivos:
  - Mayor seguridad en sí mismos.
  - Búsqueda de nexos afectivos dando paso a la emotividad y caricias.
  - Sus habilidades verbales y de razonamiento mejoran.
  - Mayor capacidad para organizarse y procesar información visual.
  - Aumentan las destrezas de compresión y pensamiento.
  - Mayor preocupación por los otros y sentir felicidad por ello.
- Aspectos negativos:
  - Aumento de la ansiedad y frustración.
  - Mayor irritabilidad.
  - Temor por la pérdida de la memoria o malestar por la dificultad para terminar una tarea o solucionar un problema.

En cuanto al desarrollo afectivo, durante los cuarentas existen planteamientos en relación a lo vivido, y que pueden influenciar significativamente su relación familiar o sentimental, ya que normalmente hay una separación e independencia de los hijos quienes tienen una mayor edad y por lo tanto se debe aceptar la individualidad, con menor intervención y de apoyo.

¿Qué es la crisis de los 40?

Este período se desarrolla a nivel psicológico emocional, en especial por un tema de percepción y concientización que ya no es joven y por ende se encuentra a un punto medio de su vida.

Las personas que padecen de la crisis de los 40, suelen rodearse de personas mucho más jóvenes y realizar actividades que no son comunes de dicha etapa, como despreocuparse de la relación de pareja, utilizar ropa más descubierta, asistir centros nocturnos, tener encuentros sexuales ocasionales con personas mucho menores. Pero, ¿por qué sucede esto?

Necesidad de sentir cambios emocionales: Las rutinas propias del trabajo o el hogar a los 40 puede hacer que el individuo sienta que su vida no tiene emoción y por lo tanto se encarga de hacer actividades que generen este cambio de actitud.
La presión social un factor que determina parte de esta crisis de los 40: En la actualidad desde que estamos muy pequeños somos formados bajo ciertas estructuras, costumbres y estereotipos, por lo que al llegar a los 40 sin tener hijos, no tener una pareja estable, no poseer una figura esbelta, o no haber triunfado profesionalmente, puede generar un significativo malestar, aumentando paralelamente la ansiedad y búsqueda de regresar en el tiempo para sentirse como podía hacerlo durante la juventud, actuando como cuando tenía 20 años de edad.

¿Cómo reducir el impacto negativo durante los 40?

Llegar a esta etapa no significa el final, todavía queda un largo camino por recorrer, y por ende hay posibilidades de cumplir o alcanzar esos sueños que no se hayan cumplido, siendo un punto de motivación para continuar positivamente y disfrutar de esta etapa.

Reforzar la autoestima manteniendo presente las metas alcanzadas y logros obtenidos, apreciando los momentos especiales que se destacan de la rutina o por otro lado problemas que puedan minimizar los aspectos que representaron un importante impacto en la vida.

Es viable enfocarse en una nueva meta o proyecto motivador que haga sentir la ilusión y que facilite de forma realista a donde se desea llegar en el futuro dejando a un lado de solo pensar en el pasado.

Compartir con personas contemporáneas también resulta de gran apoyo, en especial aquellas que hayan pasado por el proceso, ya que tienen una visión más madura sobre cómo se sintieron o cómo lo están sobrellevando.

El apoyo familiar como en todo tipo de crisis se mantiene como un pilar fundamental, a través de la expresión de ideas y sentimientos, y creando en conjunto nuevas alternativas para poder continuar felizmente de la etapa de los cuarenta.

¿Necesitas apoyo psicológico? Acudir a un profesional de la salud mental siempre será una opción viable para conversar y encontrar soluciones que puedan facilitar el día a día en todos los ámbitos de desenvolvimiento.