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Vigorexia: un trastorno que se anaboliza con las redes sociales

La obsesión y preocupación obsesiva por tener una buena apariencia física en la nueva era moderna es mucho más frecuente, debido a las tendencias sobre mantener una alimentación baja en calorías, y estar bajo constante entrenamiento, generando un trastorno denominado vigorexia.

Estadísticamente se ha hecho mucho más común en hombres entre los 18 y 35 años, aunque las mujeres también han presentado un importante incremento en su interés de crear una apariencia excesivamente entrenada, que en algunos casos puede ocasionar dismorfia muscular.

La vigorexia a pesar de está clasificado como un trastorno dismórfico corporal, igualmente se relaciona directamente al trastorno obsesivo compulsivo, el cual está asociado a la búsqueda de la perfección, generando que su imagen parezca distorsionada.

«#TipInteresante: En 1993 se utilizó por primera vez este término por el psiquiatra Harrison G. durante una época en el existía la obsesión por alcanzar un cuerpo muy musculoso, considerándose como un trastorno novedoso a los cambios sociales.»

Las redes sociales propulsor de los casos de vigorexia

vigorexiaCuando se trata de la imagen física para nadie es un secreto que las redes sociales en la actualidad tienen un papel protagónico, determinando incluso las tendencias de cada temporada de acuerdo a lo que sea colectivamente atractivo y aceptado.

A pesar que ciertas modas se mantienen poco en el tiempo luego de ser viralizados, cuando se trata de la imagen personal, cada día la sociedad moderna es mucho más exigente, por lo que hay una elevada expectativa sobre cómo se ven realmente las personas, generando cierta obsesión sobre el peso, musculatura, tonificación, entre otros aspectos asociados.

No obstante, hay que aclarar que la mayoría de las fotografías publicadas en las que se promueven la perfección física, están altamente editadas y por ende se crea una falsa imagen de lo que realmente es, ocasionando que a nivel global se piense que dicha perfección se puede lograr o que se puede ser saludable manteniendo dicha figura, lo cual no es totalmente falso, ya que se pueden generar trastornos alimenticios o afecciones crónicas en el organismo por la misma sobreexigencia.

Causas de la vigorexia

Este trastorno en líneas generales se puede desencadenar por las exigencias o modas existentes tanto en las redes sociales, televisión, revistas, entre otros canales comunicacionales. No obstante, existen factores de riesgo que refuerzan la existencia de dicho trastorno:

  • Falta de autoestima
  • Deseo de aprobación
  • Personalidad perfeccionista
  • Acoso durante la infancia o en la adolescencia
  • Timidez

La vigorexia, narcisismo y egocentrismo

Es claro que cada uno de estos trastornos poseen sus diferencias, pero a su vez mantienen cierta relación debido a la necesidad de verse bien, ser alabados o aceptados constantemente, y hablar de su apariencia física, por lo que puede existir cierta confusión si estamos frente a una persona que padece vigorexia, narcisismo o egocentrismo.

Aunque, en el caso del narcisismo en primera instancia existen ciertos delirios de grandeza y que a su vez confirman su baja autoestima, cuando se habla del egocentrismo más allá de los delirios de grandeza, existe una ignorancia sobre lo que pueda estar ocurriendo en su entorno o en la mente de los demás.

Sin embargo, la persona que padece vigorexia no necesariamente excluye los sentimientos, emociones o la realidad externa existente a parte de la suya, y a su vez puede que se preocupe en exceso con su apariencia por su baja autoestima, pero no siempre posee pensamientos de grandeza, o no busca las alabanzas de los demás si no que lo hace para sí mismo.

Síntomas de la vigorexia

  • La persona que lo padece distorsiona su aspecto físico constantemente: Normalmente se puede ver más gordo o más flaco, poco definido muscularmente, cuando realmente cuenta con un aspecto totalmente saludable.
  • Se preocupa por tener un régimen alimentario exigente: Su alimentación puede verse importantemente afectada, debido a que no existe el consumo adecuado de la carga calórica necesaria para el organismo.
  • Obsesión por el ejercicio físico: Cuando la persona solo tiene tiempo para ejercitarse, y a su vez el resto de sus actividades son apartadas, es claro la existencia de la vigorexia
  • Manifiesta su preocupación constante por su peso: No deja de comentar sobre su aspecto físico, y a su vez busca todas las alternativas existentes para controlar su peso.

¿Se puede tratar la vigorexia?

Claramente sí, y uno de los recursos más valiosos es la terapia psicológica, puesto que la persona que padece este tipo de trastorno, al originarse por su propia mente, la conversación y entendimiento de lo que realmente es adecuado para su bienestar, en definitiva se convierte en la alternativa más efectiva.

Entre los enfoques más utilizados para tratar este trastorno, se establecen la terapia de aceptación o compromiso y la terapia cognitivo conductual, permitiendo que el paciente logre llevar una vida con menores obsesiones.

¿Padeces de vigorexia? ¿Necesitas disminuir tus pensamientos obsesivos o perfeccionistas sobre tu apariencia personal? Agenda tu consulta con un clic con el especialista de preferencia. 

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