Una persona con anorexia puede perder hasta el 85% de su peso corporal.
Muchas personas alrededor del mundo trabajan de diversas formas para lograr una figura armoniosa y bella, llegar al peso ideal y tener un cuerpo digno de película o revista de belleza.
Una buena alimentación junto a una apta rutina de ejercicios y mucho esfuerzo ayuda a acercarse a este objetivo. Toma un buen tiempo y llena de satisfacción a la persona que lo logra.
El problema nace cuando se quiere ir más allá de lo saludable, a un límite donde el peso es totalmente desproporcional a la altura y donde la figura pierde lo armonioso junto con el peso. Esta persona ha tomado el camino de la anorexia.
¿Qué es la Anorexia?
Según diversos expertos y organizaciones especializadas, esta se define como “un trastorno que hace perder más peso de lo que se considera sano según la edad y altura”. Quienes padecen este desorden se ven aterrorizados a subir de peso, aun estando en la categoría saludable o bajo esta. El exceso de ejercicio o dietas extremas son métodos utilizados para llegar a donde la persona se proponga.
Si bien las causas de la anorexia nunca han sido claramente establecidas, existen muchos elementos que pueden verse involucrados, además de factores sociales que promueven a las figuras muy delgadas. Tener una imagen negativa de sí mismo, ponerle más atención al peso de lo normal y ser muy perfeccionista a la hora de subirse a la pesa pueden ser algunas chispas que enciendan el problema.
Este trastorno puede presentarse en los primeros años de la adolescencia o inicios de la edad adulta. Estudios han demostrado que un 85% de los que sufren con la anorexia son mujeres.
El Perfil de un Anoréxico
Mientras la concentración gira entorno a los kilos, se tiende a ignorar el real peligro de bajar de peso en exceso. Negarse a comer acompañado, inducir el vómito luego de las comidas, cortarla en pequeños trozos y cambiarlos de posición en el plato en lugar de comer suelen ser señales para identificar este trastorno con tiempo.
La anorexia no solo puede causar la pérdida de peso, también puede derivar en una complicada osteoporosis (adelgazamiento de huesos), piel amarillenta, depresión, sensibilidad excesiva ante el frío, atrofia muscular y una severa depresión y pérdida de memoria.
A pesar de que este trastorno afecta a gran cantidad de personas y es muy visible en la publicidad de famosas marcas y reconocidas pasarelas a lo largo del mundo, no existen cifras internacionales para iniciar campañas medicas serias contra la anorexia, aunque las estimaciones de la OMS y Cruz Roja mencionan que un 3% de la población adulta y adolescente padece de esta.
Publicidad y Pasarelas: estándares imaginarios
En diversas ocasiones se ha culpado a ambas disciplinas de ser un combustible para el avance de este problema. Las imágenes de aquellas modelos con notoria delgadez y la publicidad perfeccionista que aparece en cada esquina convierten a los trastornos alimentarios en un modelo a seguir para las generaciones que están surgiendo en el presente milenio. A pesar de que países como Francia, Bélgica y España han pujado por leyes que prohíban los cuerpos anoréxicos en las pasarelas y el gran terreno que han ganado las modelos de “talla grande”, la anorexia y otros trastornos alimenticios parecen ser inmunes y continúan con su avance, lento pero seguro.
La literatura batalla a solas
Pese a que existen campañas que atacan el problema y profesionales dispuestos a ayudar a quien padece anorexia, los libros han sido un fiel aliado para ayudar a conocer, aceptar y superar este y otros trastornos alimenticios. Relatos como Peso Cero (Antonia Romero), Billete de Ida y Vuelta (Gemma Lienas) y el clásico Las Chicas de Alambre (Jordi Sierra i Fabra) son sólo algunos de los textos que han cubierto el problema y han ayudado en la entrega de conocimiento a los lectores y quienes buscan información y ayuda.
En el 2014, una joven gallega llamada Andrea Tomé de 19 años logró hacerse del Premio Literario La Caixa en la sección juvenil, donde ganó a 145 novelas de seis países distintos. La novela cuenta la historia de los trastornos alimentarios desde adentro, ya que Tomé se ha visto afectada por trastornos alimenticios desde los 16 años. Los trastoros alimentarios avanzan sin grandes anuncios pero a paso firme.
El Tratamiento de la Anorexia
No basta con entender el problema, ya que su origen no es racional. El tratamiento eficaz de la anorexia debe actuar sobre los factores emocionales que están a la base, de lo contrario la persona que enfrenta un cuadro anoréxico escuchará gente que le hable de la importancia de comer más, de lo peligroso que es su régimen alimentario actual y aunque pueda estar de acuerdo y comprenderlo no podrá cambiarlo.
¿Por qué ocurre esto? Responder esta pregunta no es fácil y la hipótesis que sustenta su explicación depende mucho del enfoque terapéutico con el que se decida iniciar un tratamiento. En Chile Psicólogos, por ejemplo, la mirada clínica sobre el problema de la anorexia repara en factores sobre todo emocionales. Es decir, no se trata de que la persona anoréxica tenga problemas para entender que la falta de alimento es peligrosa para su salud, lo más común es que lo sepa incluso mejor que una persona sana.
Saber no es lo mismo que sentir
Ocurre un fenómeno parecido que con el embarazo adolescente o el contagio de enfermedades de transmisión sexual (ETS). Quienes enfrentan este problema, la mayoría de las veces están concientes a priori de las consecuencias de no tomar precauciones. No obstante ello, igual no las toman.
En estos casos, lo que se ha podido observar es que motivaciones como arriesgarse para «sellar el amor» son emocionalmente más poderosas que los motivos de mantener el cuidado personal y de la pareja.
Siendo así, lo que cabría preguntarse es qué factores emocionales están a la base de la anorexia, toda vez que los tratamientos ofrecidos terminan por fracasar. Una explicación común, y con la que en Chile Psicólogos no estamos de acuerdo, tiene que ver con que existe una «imagen distorsionada» sobre el propio cuerpo que lleva a la persona anoréxica a mostrar síntomas como la abstinencia calórica para intentar ajustarse al estándar exigido por la sociedad.
Nuestra visión del problema es que si bien en la anorexia existe preocupación por la imágen fìsica proyectada, el problema en sí es mucho más complejo que eso. Tampoco puede entenderse de forma universal para todos quienes presenten el mismo típo de síntomas. Si bien los síntomas de este trastorno alimenticio son bastante comunes entre unos y otros, el proceso psicológico que puede haber entre un individuo anoréxico y otro puede ser radicalmente distinto, por lo que nuestra visión sobre el problema y por ende del tratamiento de la anorexia, tiene que ver con la historia de vida de cada persona y como esta procesa su experiencia.