Todo tiene su final. De una u otra forma, la finitud está garantizada y el mundo de las parejas no escapa de esta condición.

Lo que sí es sabido es que no todas las relaciones terminan por la misma razón. Esto nos pone en un escenario distinto según el caso. De hecho, algunas rupturas son más tendientes a causar sufrimiento que otras.

Algunas parecen estar gestándose desde hace tiempo y otras pareciera que surgen de forma sorpresiva (aunque casi ninguna relación termina así).

Las que conocerás a continuación son las causas más comunes por las que se termina una relación de pareja.

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1. Uno de los dos no se siente querido

El amor que se da por sentado está destinado a morir. La sentencia parece exagerada, pero, al menos en relaciones de pareja, esta parece ser la constante.

Una de las trampas en las que es común caer es aquella de la obviedad. A veces creemos que el otro sabe que lo amamos y que está bien con eso, pero no es así.

Al respecto, cabe destacar que no necesariamente se trata de un hecho intencional, sino que el mundo agitado en el que vivimos también aporta su cuota a este hecho.

El trabajo, los niños y la búsqueda que la propia vida causan consumen suficiente tiempo como para que sea fácil descuidarse en el proyecto que implica la pareja porque sí, el enamoramiento no es suficiente nunca para mantener una relación, pues este muta con el tiempo y es muy fácil pasar de enamorados a simples compañeros de habitación.

Para evitarlo, será fundamental que ambos entiendan que la convivencia en pareja requiere de atenciones de ambos.

Por frívolo que algunos puedan pensar, el amor es también una construcción, no algo mágico que sucede y se mantiene vivo sin que se haga algún esfuerzo por mantenerlo.

Hechos como:

• Decir gracias, a menudo.
• Diles que son maravillosos.
• Reconoce lo que amas, incluso si es solo la forma en que se ven con una camiseta blanca.
• Escucha con tus ojos.
• Hazles una taza de té.
• Di ‘buenos días’ o ‘buenas noches’ como si fuera bueno gracias a ellos.
• Lanza un ‘tú’ al final de ‘Hola’. Hace que ‘Hola’ suene como si lo dijeras en serio.

 2. Se enfrió la pasión inicial

Esto no tiene nada de extraño. De hecho, es lo esperable. El enamoramiento y su coctel de hormonas placenteras termina entre dos y tres años después del inicio de su inicio.

Lo que viene después es la oportunidad de tener una relación madura y más compasiva en la que los errores del otro sirven como un espejo para ver los propios y para conectarse desde lo profundo.

En tal sentido, es vital regular las expectativas de la pasión eterna, pues esto no es real ni llevadero. Pensar así, lejos de hacerle un favor a la relación, le pone un listón imposible de alcanzar.

Lo recomendable es que ambos conversen acerca de esto para los acuerdos de la relación se puedan revisar con frecuencia y se evite resolver solo desde la emergencia del conflicto.

3. Monotonía

Preguntarse por qué se terminan las relaciones de pareja nos remite prácticamente de manera obligatoria a la idea de monotonía. Nos guste o no, tal como ya hemos visto, el amor no basta, mucho menos el enamoramiento.

Las relaciones que se vuelven monótonas se desvían de su sentido inicial: el disfrute. Si bien es cierto que en una relación también es deseable el apoyo y los proyectos en conjunto (no significa que todos), la razón inicial por la que ambos estuvieron de acuerdo en empezarla fue porque se disfrutaban.

Con el paso del tiempo esto parece pasar a un segundo plano y, aunque los contextos cambian, no deja de ser importante que haya actividades en común que sean gratificantes.

Ideas como salir a conocer nuevos lugares, desconectarse del trabajo y de los niños, probar nuevas experiencias y tener tiempo para pasarla a solas son vitales para mantener fuerte el vínculo.

4. Diferentes metas y valores

Es importante que las parejas compartan objetivos y valores similares para que puedan crecer juntas y apoyarse en ellas. Si las personas tienen metas y valores diferentes, pueden surgir conflictos y resentimientos, lo que puede llevar a la ruptura de la relación.

El desenlace lingüístico de este tipo de casos suelen ser frases como estas: «ya no estábamos alineados» o «estábamos en sintonías diferentes».

5. Falta de compromiso

Las relaciones requieren esfuerzo y compromiso de ambas partes para que funcionen. Si una persona no está dispuesta a comprometerse o hacer sacrificios por la relación, puede llevar a una sensación de desequilibrio y resentimiento. Si esto no se resuelve, puede ser una razón para el final de la relación.

6.Infidelidad

La infidelidad puede ser devastadora para cualquier relación. Puede socavar la confianza y el respeto mutuo, y puede ser difícil de superar incluso si las parejas intentan trabajar en ello. Si la infidelidad no se aborda adecuadamente, puede llevar a cabo la separación de la pareja.

Incluso cuando la persona afectada perdone a la otra y se intente seguir en la relación, las consecuencias que conduzcan al final puede aparecer a mediano o largo plazo.

Bonus: Falta de comunicación

La comunicación es la base de cualquier relación saludable. Cuando las parejas no se comunican de manera efectiva, pueden surgir malentendidos, resentimientos y conflictos que pueden socavar la relación a largo plazo. Si no se aborda la falta de comunicación, puede llevar a la pérdida de confianza y la desconexión emocional.

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Conclusión

Las relaciones son complejas y pueden terminar por una variedad de razones. La falta de comunicación, las diferencias en metas y valores, la falta de compromiso y la infidelidad son solo algunas de las razones comunes por las que las relaciones de pareja pueden llegar a su fin. Es importante que las parejas trabajen juntas y con apoyo terapéutico para abordar estos problemas y fortalecer su relación.

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