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Femicidio: la violencia patriarcal que se convierte en crimen

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femicidioEl femicidio hace parte del contexto de la violencia contra la mujer, la cual incluye la violencia familiar y sexual. La discriminación y desigualdad incluyen actos y conductas que en base a su condición de género, pueden causar sufrimiento físico, psicológico, sexual y hasta llegar a provocar la muerte de la víctima. Esto constituye una manifestación de las relaciones históricamente desiguales entre el hombre y la mujer, que produce la dominación de la mujer y la discriminación en su contra por parte del hombre.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que la violencia contra la mujer constituye un grave problema de salud pública y una violación a los derechos humanos. El termino femicidio es definido como la violencia o el daño extremo hacia una mujer, por su condición de ser mujer, la cual es ejercida por hombres y causa la muerte de la víctima, ya sea inmediata o progresivamente. Está puede ocurrir en un contexto familiar, de violencia sexual o simplemente por discriminación al sexo femenino.

La gravedad de este acto, ha implicado desafíos de la política pública en materia de seguridad, desarrollo familiar y derechos humanos. El crimen contra la mujer, como fenómeno, debe estar estrechamente vinculado con las instituciones del estado, lo cual debe implicar una intervención eficaz y concreta, por parte de estas instituciones responsables de la atención requerida por parte de las mujeres sobrevivientes y a los familiares de aquellas que fueron asesinadas bajo el término de femicidio; así mismo, es necesario implementar un sistema que permita identificar el riesgo y generar una oportuna prevención de este acto. Al analizar este acto de violencia desde el punto de vista psicológico, se pueden identificar diversos términos de análisis, los cuales incluyen a la mujer la cual sufre de maltrato, el hombre el cual genera el acto, el vínculo que se establece y el rol que juega el psicólogo, el cual genera la importancia que cobran los componentes subjetivos e inconscientes puestos en juego por cada una de las partes que integra este acto de violencia, ya sea como víctimas o victimarios e implica el estudio del antes y el después del acto.

El carácter singular del femicidio como delito

Dentro de los actos delictivos ocurridos en nuestra sociedad y en general en el mundo, es necesario considerar dentro de las circunstancias, aquellos actos que se cometen en contra de la población vulnerable que están inmersa en la sociedad como los niños, las mujeres y los ancianos; por tanto se entiende que aquellos delitos cometidos contra la mujer, como parte de la población vulnerable, tienen un carácter especial, como queda estipulado en el Artículo 2 Ley 1257 de 2008, el cual estipula que la expresión femicidio pretende explicar una de las violencias contra las mujeres, entendiéndose por violencia contra la mujer: “cualquier acción u omisión, que le cause muerte, daño o sufrimiento físico, sexual, psicológico, económico o patrimonial por su condición de mujer, así como las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de la libertad, bien sea que se presente en el ámbito público o en el privado.”

El concepto de femicidio fue desarrollado en América Latina por la etnóloga y antropóloga Marcela Lagarde, específicamente para el caso de las mujeres asesinadas en Ciudad Juárez (México). El término se ha ido extendiendo en otros países y en Colombia se trató de incluir en la reforma al Código Penal (Ley 1257 de 2008). La inclusión de este término en Colombia, tiene su centro en un caso que resultó bastante cruel para la sociedad, dadas las circunstancias del mismo, porque se trató de una mujer que fue asesinada y desatendida por algunas instituciones del Estado y en honor a ella, Rosa Elvira Cely, se crea la Ley 1761 del 2015, por la cual se crea el tipo penal de femicidio como delito autónomo y se dictan otras disposiciones. Así el homicidio se agrava si “se comete contra una mujer por el hecho de ser mujer”.

En Colombia, se estipulan una serie de políticas públicas y normas de protección a las víctimas de la violencia, vistas desde todas las esferas de la victimización (social, ambiental, familiar, político, entre otros). Siendo quizás el tratamiento más oportuno para determinar la cuantificación de los daños y las cualidades sobre las cuales se establecen las condiciones de un delito que ha tenido un reconocimiento reciente sobre los delitos que se cometen contra la mujer en Colombia.

El concepto femicidio, en todas sus variantes, abre un campo de análisis en torno de la violencia extrema que priva de la vida diariamente a mujeres de todas las edades en el mundo. Los aportes de la psicología, con respecto al femicidio, se han evidenciado en la comprensión de estos actos de violencia de género, por tanto para entender y explicar el femicidio se acude a los aportes de la Psicología como ciencia auxiliar del derecho, que tome en cuenta la subjetividad de quienes integran una relación violenta, como víctimas o victimarios, se logren resultados de mayor eficacia en la búsqueda de la disminución o erradicación total de este fenómeno.

femicidioDe acuerdo a las teorías del género, las relaciones entre mujeres y hombres entre sí, se construye como un conjunto de estructuras, usos, significados, normas, prácticas cotidianas y rituales sociales, que establecen las formas específicas que adquiere la diferencia sexual, sobre las cuales se erigen las identidades y relaciones de género en cada sociedad. Lo que implica ser hombre o ser mujer, en un lugar y tiempo determinados está construido por roles, valores, expectativas, actitudes y apariencias que deben tener o adoptar las mujeres y los hombres. Culturalmente se ha venido presentando la subyugación de la mujer por parte del hombre, por tanto hablar de la mujer maltratada es tocar una problemática social con raíces históricas, en donde se conocen el control y la represión.

En ese marco, la violencia femicida y la violencia sexual contra las mujeres no son un problema reciente. La violencia letal hacia las mujeres se presenta así, en un contexto psicosocial que podríamos identificar como post-liberalización o post-revolución sexual donde las mujeres han ganado creciente autonomía física y económica y cuando han logrado establecer una relación con su cuerpo, sus deseos y su sexualidad, con un claro sentido de empoderamiento y apropiación.

No solo es necesario revelar la naturaleza de estos crímenes derivados de la violencia patriarcal hacia la mujer, sino también se hace necesario el estudio del modus operandi de este tipo de violencia, para así poder generar una caracterización que nos permita identificar las diversas modalidades de asesinato que enfrentan las mujeres. Y con esto se puede contribuir a la identificación de los agresores y la resolución de casos. Así poder identificar la naturaleza de los riesgos, amenazas y conflictos que están enfrentando las mujeres en su camino a la conquista de todas sus libertades y derechos.

Conclusiones

Para concluir podemos decir que es alarmante la trascendencia histórica de la condición de violencia de género, la cual ha venido siendo objeto de estudio y ha producido una serie de leyes las cuales intentan brindar avances en el control y regulación de estos actos, lo cual considero un avance a el cual le falta desarrollo en su implementación, ya que en Colombia las cifras de crímenes contra la mujer, cobijado bajo el termino feminicidio, siguen siendo el pan de cada día.

Por tanto se hace necesario considerar el fortalecimiento de estas leyes para que el termino femicidio deje de ser un agravante penal, y pase a ser un tipo penal autónomo e independiente del Homicidio. Así mismo es de vital importancia generar más investigaciones y proyectos de intervención sobre los efectos psicológicos y variables psicopatológicas de las mujeres víctimas, que incluyan las características tanto de la víctima como del victimario, y que así se generen actos de prevención que sean amparadas por las leyes y el derecho.

Autora: Margareth Guillen Santrich

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